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Análisis | China

Hartazgo por la política de 'COVID cero', falta de libertad de expresión y represión: las claves de las protestas en China

  • Las principales ciudades chinas han sido escenario de protestas que no se veían en años
  • Las estrictas restricciones para controlar la pandemia están creando hartazgo social

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Censura y represión en las protestas en contra de la política de 'COVID zero' en China

China ha vivido durante el pasado fin de semana las protestas con más repercusión en años. Las manifestaciones contra las restricciones impuestas por las autoridades dentro de su estrategia de 'COVID cero' se han extendido a importantes ciudades como Pekín, Shanghái, Wuhan o Nanjing, y a otras localidades menores en el sur.

Las protestas ciudadanas siguen a otros sucesos puntuales, como los enfrentamientos entre empleados y policías en una fábrica de productos Apple en la provincia de Henan, confinada por un brote de coronavirus.

Las protestas contra las restricciones anticovid crecen en China

Las manifestaciones dentro de China han sido replicadas en el exterior con concentraciones de apoyo en Londres, Tokio o Sidney, en las que han participado miembros de las comunidades chinas en el extranjero.

La Policía realizó varias detenciones durante el fin de semana, y a partir del 28 de noviembre ya se tomaron medidas para evitar que se reprodujeran las protestas. La presencia policial se ha reforzado y se han colocando vallas en las principales vías para evitar concentraciones de personas.

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¿Por qué estas protestas son importantes?

Las protestas multitudinarias en China son raras. En primer lugar, por la represión de la disidencia, que se ha endurecido desde la llegada al poder de Xi Jinping. Baste recordar cómo se ha acabado con el movimiento pro-democracia en Hong Kong, la represión de la minoría uigur en la región de Xinjiang o el uso extendido de las tecnologías de control social. Pero también por la tendencia a la estabilidad interna.

"No es habitual porque tampoco se dan estas situaciones en las que la sociedad considere que tenga que hacer demostración pública, y desde luego lo que no es habitual es que trasciendan", ha explicado a RTVE.es la sinóloga Águeda Parra.

"La sociedad china ha llegado a un equilibrio entre poder político y desarrollo económico donde ha primado la estabilidad - añade - Ahora mismo la sociedad se está viendo afectada".

Hartazgo con la política de 'COVID cero'

Lo que está perturbando la sociedad china es la política de 'COVID cero' adoptada por las autoridades para hacer frente a la pandemia del coronavirus. A punto de cumplirse tres años del brote epidémico de en Wuhan, el gobierno chino continúa con su política inflexible. Los chinos están sometidos a rastreos continuos, y la detección de un brote implica automáticamente el confinamiento de una fábrica, un edificio entero de viviendas o una ciudad.

En abril, el confinamiento de Shanghai aisló a 26 millones de personas.

Esta política tan estricta ha conseguido mantener el número de muertes, al menos según las cifras oficiales, por debajo del millón, pero no ha impedido que el país haya alcanzado recientemente cifras récord de contagios. Y ha provocado daños a su economía.

Además, se han producido algunos accidentes y tragedias que los chinos imputan a la falta de flexibilidad de las autoridades y que han despertado airadas críticas en redes sociales. En enero, una mujer embarazada perdió al hijo que esperaba tras ser rechazada en un hospital en Xian. En Guizhou, un autobús que transportaba a personas en cuarentena sufrió un accidente. La última de estas tragedias, y que ha desencadenado las protestas, ha sido la muerte de 10 personas en el incendio de un edificio confinado en Xinjiang.

"Lo que rechazamos son estas restricciones a los derechos de la gente en nombre de la prevención del virus, y las restricciones en la libertad individual y en la vida de las personas", ha explicado a Reuters Jason Sun, un manifestante en Shanghai.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, ha declarado a la prensa que las protestas no reflejan la realidad. "Creemos que con el liderazgo del Partido Comunista, y la cooperación y el apoyo del pueblo chino, nuestra lucha contra la COVID-19 tendrá éxito".

Águeda Parra explica a RTVE.es que el pasado Congreso del PCCh acordó una política "dinámica" para flexibilizar medidas de forma paulatina. "Esa política se está probando entre Hong Kong y el resto de China", asegura. Si las autoridades son capaces de extender este nuevo enfoque al resto del país, es posible que las protestas desaparezcan.

Inés Arco, investigadora de Asia - Pacífico del CIDOB, ha explicado en RNE que la voluntad del Gobierno chino es "controlar, con mayor presencia policial, y dar migajas para acallar las protestas".

"Vamos a ver una apertura progresiva, porque mantener las políticas de 'COVID cero' como están ahora es imposible. Estas protestas pueden abrir pequeños espacios de flexibilidad", ha añadido Arco.

Las Mañanas de RNE - Inés Arco (CIDOB): "Las protestas en China van a abrir pequeños espacios de flexbilidad" - Escuchar ahora

Lemas contra Xi

Pero abandonar totalmente la política 'COVID cero', o reconocer que está fallando, puede suponer cuestionar la autoridad de Xi, el presidente chino que más poder ha acumulado desde Mao Zedong.

El domingo, en Shanghai, los manifestantes corearon brevemente lemas contra Xi, y a favor de mayor democracia, mientras otros criticaban las protestas.

Águeda Parra no cree que vaya a producirse un cuestionamiento general de Xi o del sistema político. "La gran demostración civil es para hacer sentir que la política de 'COVID cero' se tiene que acabar, porque la gente es consciente de las medidas que ya se están aplicando en otras partes del mundo", donde se ha aprendido a convivir con el virus, explica la sinóloga española.

Inés Arco cree que la protesta se podría desbordar "si el fin de semana la gente sigue saliendo a las calles, o si hay represión violenta".

Estudiantes de la Universidad China de Hong Kong se manifiestan con carteles y folios en blanco en solidaridad con las manifestaciones contra las medidas por la COVID en otras partes de China. Foto: Peter PARKS / AFP

Estudiantes de la Universidad China de Hong Kong se manifiestan con carteles y folios en blanco en solidaridad con las manifestaciones contra las medidas por la COVID en otras partes de China. Peter PARKS / AFP

Papeles en blanco, el símbolo de la protesta

En las imágenes de las manifestaciones de estudiantes y universidades en varias ciudades, incluyendo Nanjing y Pekín, que han circulado durante el fin de semana, se podía ver a los participantes sujetando folios en blanco. Este recurso para evitar la censura se ha convertido en el símbolo de la protesta.

"El papel blanco representa todo lo que queremos decir, pero no podemos", ha declarado a Reuters un joven que se ha identificado como Johnny, de 26 años. "Vine aquí a presentar mis respetos a las víctimas del incendio, y realmente espero ver el final de estas medidas anti-COVID. Queremos una vida normal de nuevo, queremos dignidad".

La 'revolución del papel en blanco' se extiende por China

Los papeles en blanco pudieron verse también en las protestas en Hong Kong en 2020, cuando las leyes de seguridad instauradas para acabar con el movimiento pro-democracia prohibieron algunos lemas. Portar un papel en blanco fue también uno de los recursos de los manifestantes contra la guerra de Ucrania en Moscú al comienzo de la contienda.