Calviño lamenta las críticas de la banca al impuesto temporal: "Es el momento de arrimar el hombro"
- En un evento celebrado este lunes y martes, varios directivos han mostrado su disconformidad con el nuevo gravamen
- El gobernador del Banco de España considera que este impuesto necesita un diseño "más adecuado"
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha lamentado las críticas que el sector bancario ha lanzado este lunes al impuesto temporal a la banca que ha propuesto el Gobierno, y cree que es el momento de "arrimar el hombro".
En el XIII Encuentro Financiero celebrado este 28 y 29 de noviembre, diversos directivos del sector bancario han mostrado su disconformidad con el nuevo gravamen que acaba de ser aprobado por el Congreso de los Diputados y que está pendiente de su paso por el Senado.
Por ejemplo, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha confirmado que el banco recurrirá el impuesto a la banca "al día siguiente de pagarlo", ya que considera que se trata de un gravamen "discriminatorio, confiscatorio y que no responde a ninguna justificación técnica". Además, este martes la banca ha advertido que este gravamen terminará repercutiendo en el crecimiento de la economía española.
Calviño ha lamentado estas afirmaciones y ha recalcado que "es el momento de arrimar el hombro" y de que el sector bancario se muestre en público como un elemento de estabilidad y de prosperidad para el país, trasladando su apoyo a la ciudadanía y ayudando a financiar todas las medidas necesarias para mitigar el impacto de la guerra en Ucrania.
Acuerdo de medidas para aliviar el pago de hipotecas
Por otro lado, ha contrapuesto estas afirmaciones recordando los anuncios de las patronales bancarias y de algunas entidades de adherirse al acuerdo para hipotecados que el sector ha negociado con el propio Gobierno para aliviar la situación de los hogares españoles en dificultad para afrontar el pago de la cuota hipotecaria ante las subidas de tipos de interés.
"Ese es el papel que tiene que tener el sector financiero y bancario, arrimando el hombro, ayudando y aliviando al conjunto de los ciudadanos españoles", ha afirmado, aunque ha reconocido que "naturalmente" cada uno defiende sus intereses.
Sin embargo, ha insistido en que se trata de un momento en el que todos deben contribuir al interés general y que es lógico que aquellos sectores con "beneficios extraordinarios", como la banca o el sector energético, contribuyan de una manera especial a financiar la respuesta del impacto de la guerra y de las medidas que permiten apoyar a la ciudadanía, como el transporte gratuito, las bajadas de IVA o el cheque de 200 euros para las familias.
En esta línea, ha añadido que "estas medidas tienen un importante coste fiscal y tenemos que garantizar un reparto justo de este impacto de la guerra. Yo confío en que el sector financiero tome ese papel de ser parte de la solución".
Defiende la "política fiscal responsable" del Gobierno en escenarios de crisis
Calviño ha defendido la "política fiscal responsable" que ha impulsado el Gobierno y que ha permitido mitigar los impactos de los últimos shocks como la pandemia y la guerra de Ucrania, que han producido un escenario de "volatilidad y riesgo". Ha recordado que el Gobierno no solo ha aprobado medidas de respuesta, sino también otras para anticiparse a posibles riesgos y escenarios negativos, como el plan de eficiencia energética o el pacto con la banca de apoyo a deudores hipotecarios con dificultades.
"No nos estamos anticipando a un problema macroeconómico o de solvencia o deterioro de los balances bancarios, ya que el mercado hipotecario actual es muy diferente y mucho más sólido" con respecto al de la crisis financiera, ha defendido Calviño sobre el acuerdo hipotecario. Así, ha resaltado que es una "muy buena noticia" que tanto patronales como entidades a título individual hayan ido anunciando su adhesión al Código de Buenas Prácticas, porque supone que el sector financiero "arrima el hombro".
El Banco de España cree que es necesario un diseño "más adecuado"
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, considera que algunas de las medidas de ingresos del plan presupuestario, como este impuesto temporal a grandes bancos y energéticas, requerirían de un diseño "más adecuado". Así lo ha indicado en su intervención en la Comisión de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023.
Además, ha estimado que estos impuestos recaudarán alrededor de 2.500 millones de euros en 2023 y 2024, algo menos respecto a las previsiones del Gobierno. En cuanto al impuesto sobre determinadas entidades de crédito, De Cos se ha remitido al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo y ha indicado que debe ir precedido de un análisis exhaustivo de las consecuencias para el sector bancario, asegurando que no plantee riesgos para la estabilidad financiera ni para la concesión de créditos, lo que podría fectar negativamente a la economía.
De Cos ha recomendado al Ejecutivo que si las medidas impositivas para frenar el alza de precios se extienden en 2023, deberían hacerlo con "un carácter claramente más focalizado". Estas se refieren a la 'excepción ibérica' que alivia el precio mayorista de la luz, la rebaja de impuestos de la electrcicidad, el descuento de 20 céntimos por litro de carburante o el tope al precio de la tarifa gas. Estas dos últimas son las que, según el gobernador del Banco de España, tienen un mayor impacto en la inflación.
Además, ya que el gravamen se aplica sobre los ingresos y no los beneficios, ha subrayado que el hecho de que una entidad de crédito tenga la obligación de pagar el impuesto mientras tiene pérdidas netas podría distorsionar y perjudicar aún más la resiliencia de un banco deficitario. Con respecto al sector energético, donde el impuesto se aplica también sobre los ingresos, sin tener en cuenta los costes, De Cos ha sugerido que debería diseñarse para gravar los beneficios extraordinarios que motivan su creación.
El valor de los fondos 'Next Generation'
Asimismo, la ministra Calviño ha destacado el "fuerte crecimiento" esperado para la economía española este 2022 y la previsión de moderación para 2023, "como no puede ser de otra manera en el actual entorno macroeconómico". De cara al próximo año, jugará un factor importante el reparto de los fondos europeos, como ya ha sucedido en 2021 y en 2022, según ha resaltado la vicepresidenta primera.
Entre 2023 y 2025, la previsión del Gobierno es que estos fondos alcancen su impacto máximo y que supondrán un aumento de la media del PIB de España de 2,6 puntos porcentuales en el periodo de 2021 a 2031. "Se trata de un programa de inversión que no se concentra en un solo trimestre o en un solo año, lo que nos tiene que dar es un flujo constante que movilice tanto la inversión pública como privada durante estos años hasta 2026 y 2027, y que permita aumentar el crecimiento potencial de la economía española", ha indicado.