Los mercenarios de Wagner y los chechenos de Kadírov: los otros combatientes de Putin en Ucrania
- No todos los chechenos que luchan en la guerra a lo hacen del lado de Kadírov
- El grupo Wagner entró en acción por primera vez durante la anexión rusa de Crimea
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Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania, las tropas de Rusia han contado con el apoyo tanto de soldados chechenos como de mercenarios del grupo Wagner, una red vinculada al Kremlin. Con la movilización de reservistas rusos para enviarles a la guerra de Ucrania, son muchos los que han llegado sin apenas experiencia militar y, precisamente lo que aportan estos combatientes liderados por el líder checheno, Ramzan Kadírov, y el jefe del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, es experiencia en el terreno.
"El grupo Wagner lo que está es relevando un poco tras la inoperancia por los últimos fracasos militares. Están tomando cierto protagonismo, pero puede ser no solo militar, también de tipo político", afirma a RTVE.es el profesor de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas, José Ángel López. "Van en esa dirección, un refuerzo militar de tropas experimentadas. El propio Kadírov tiene una serie de tropas que en este caso sí que forman parte de las fuerzas armadas de Rusia", detalla.
A pesar de que ambas partes se encuentran en Ucrania con el objetivo de apoyar a Rusia, López asegura que "puede estar tejiéndose alrededor de la eventual sucesión de Putin. Habría que ver si el que viene detrás no es incluso peor que él", añade.
"Estilete" de apoyo al Ejército ruso
La red formada por mercenarios vinculada al Kremlin conocida como grupo Wagner entró en acción por primera vez durante la anexión rusa de Crimea en 2014 y, a partir de entonces, según explica el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Josep Puigsech, el grupo "ha tenido un papel no de suplir al Ejército ruso, pero sí de ser un estilete especial".
Desde 2014, el grupo también ha estado activo en otros lugares como en Siria y países africanos como la República Centroafricana y Malí. "En este momento el grupo Wagner está centrado en Malí", asegura a RTVE.es el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Educación a Distancia (UNED), Isidro Sepúlveda. "En Ucrania hay unidades, pero no han tenido una gran utilización ni han realizado ningún tipo de actuación destacada", añade.
Asimismo, Sepúlveda señala que en los últimos años este grupo "ha estado en la nómina del Kremlin, que lo utiliza donde no puede enviar a tropas regulares". Algunos sugieren que la Agencia de Inteligencia militar de Rusia, la GRU, financia y supervisa a este grupo, aunque Moscú ha negado que el Kremlin tenga cualquier conexión con el grupo Wagner.
Se cree que en las semanas previas a la invasión rusa de Ucrania, los mercenarios de esta red estuvieron involucrados en varios ataques de "falsa bandera" en el este del país diseñados para dar a Rusia un pretexto para atacar. Además, en septiembre salió a la luz un vídeo en el que Prigozhin trataba de reclutar a prisioneros rusos para luchar para su organización paramilitar en Ucrania.
El grupo Wagner también ha sido acusado en reiteradas ocasiones de crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos. En este sentido, el profesor de la UAB señala que se trata de un grupo "que está relacionado con acciones sin ningún tipo de límites respeto a la actuación que llevan a cabo".
"Cuando un mercenario, sea del bando que sea, entra en un conflicto armado, la dinámica habitual de intervención no es precisamente una dinámica de formalismos. Al contrario, son siempre los sectores más temidos dentro de cualquier grupo armado", subraya.
Los chechenos: un ADN de acciones "expeditivas"
Años después de la desintegración de la Unión Soviética, desde Moscú aplastaron brutalmente los intentos de la República de Chechenia de conseguir la independencia, lo que llevó a que se libraran dos guerras entre el Ejército ruso y las guerrillas chechenas, en 1994 y 1999.
Putin puso a Akhmad Kadírov al frente de la República de Chechenia, que estuvo en el poder hasta 2004, cuando fue asesinado por rebeldes islamistas. Tres años después, fue su hijo, Ramzan Kadírov, quien asumió el cargo como líder checheno y se ha mantenido hasta ahora. Kadírov es un ferviente partidario de Putin y las fuerzas chechenas han luchado en Ucrania desde que comenzó la invasión rusa.
"Son grupos que históricamente han estado marcados por su carácter expeditivo, por su eficiencia en el campo de batalla. El operativo que está llevando a cabo en Ucrania sigue este perfil. Forma parte de su ADN histórico en cuanto a su actuación en el campo de batalla", afirma Puigsech. "A diferencia del grupo Wagner, que se mueve más como una estructura paramilitar, los chechenos sí se han integrado dentro del Ejército ruso en la medida de que la República de Chechenia forma parte de la Federación rusa", añade.
Grupos de derechos humanos aseguran que las tropas de Kadírov tienen un largo historial de torturas y asesinatos contra políticos disidentes. Los soldados de Kadírov además, han contribuido a la matanza de cientos de civiles en Bucha, según grupos de derechos humanos, policías y supervivientes.
"No tienen ningún tipo de control, ningún tipo de límite. Practican torturas, violaciones, asesinatos, ejecuciones sumarísimas. No hay ningún control de estas tropas, ni ningún tribunal que vigile su actuación", señala Sepúlveda.
No todos los chechenos que combaten en Ucrania lo hacen del lado de Kadírov. También lo hacen chechenos contrarios a Putin que viven en el exilio. "Una cuestión que es importante tener presente en este conflicto es la de los chechenos que están luchando al lado de las tropas ucranianas, chechenos partidarios de la independencia", opina el profesor de la UAB. "Es interesante, porque en Ucrania se están produciendo muchas batallas paralelas", afirma.
Prigozhin y Kadírov, firmes aliados de Putin
Yevgeny Prigozhin, el jefe del grupo Wagner, fue conocido por primera vez como el "chef de Putin", ya que su empresa servía comida y bebida en eventos oficiales del Kremlin. Se cree que este hombre de negocios conoció al presidente ruso en la década de 1990 cuando Putin trabajaba en la oficina del alcalde de San Petesburgo y frecuentaba su restaurante.
Durante muchos años Prigozhin negó vínculos con el grupo Wagner, aunque recientemente ha admitido estar detrás de esta red, que ha demostrado ser una de las fuerzas rusas más eficaces en la guerra de Ucrania.
"Prigozhin es la cabeza visible del grupo Wagner, una figura de los oligarcas rusos con contactos con el Kremlin", señala Puigsech. "Su capacidad de financiación se intuye que está ligada al propio Kremlin y ha demostrado una eficiencia en el campo de batalla", subraya el profesor de la UAB, quien añade que "es muy difícil pensar que un grupo con estas características no tenga conexiones claves con el Kremlin".
Por su parte, Ramzan Kadírov es uno de los aliados de Putin más leales. Bajo su mandato cesaron los intentos de la independencia de Chechenia. Los derechos humanos se han deteriorado y su milicia privada, conocida como 'Kadirovtsi'' ha sido acusada de abusos generalizados.
El líder checheno ha apoyado desde el inicio la invasión rusa de Ucrania. Envió unidades militares y afirmó que se encontraban entre las tropas mejor entrenadas de la fuerza de ocupación de Rusia. Incluso ha prometido enviar a sus tres hijos menores a Ucrania para combatir junto a las tropas rusas.
"Kadírov es un sátrapa", opina López. "Lo que ocurre es que en estos últimos meses, con la evolución negativa que tiene el conflicto, hemos visto que han lanzado críticas tanto él como Prigozhin a la evolución de las fuerzas armadas regulares rusas desplegadas en Ucrania y, a lo mejor, se lo está empezando a creer demasiado", añade.
Tanto Kadírov como Prigozhin se han mostrado en algún momento críticos con la estrategia o la forma de llevar a cabo la guerra en Ucrania. El líder checheno llegó a culpar al coronel general ruso Alexander Lapin, uno de los principales comandantes en Ucrania, de las recientes derrotas, entre ellas la de Limán. Tan solo dos días después, Putin le dio al general vacaciones forzosas.
En este sentido, Sepúlveda insinúa que pueden haber existido choques entre estos dos personajes y los jefes militares rusos. "Los jefes militares rusos son militares. Han recibido formación, saben perfectamente lo que son los límites en la guerra. En el conflicto bélico nosotros vemos dos partes enfrentadas, pero dentro de cada una de las partes hay siempre tensiones", asegura.
Los intereses políticos en la invasión
Además de defender los intereses nacionales de Rusia, tanto Kadírov como el grupo Wagner han enviado a sus hombres a luchar a Ucrania por interés propio, para "promover intereses personales en Ucrania y Rusia y no estrictamente para ganar la guerra", según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
El think tank informa de que Prigozhin confirmó a principios de noviembre que el grupo Wagner está abriendo centros de entrenamiento y gestión para las milicias populares en Kursk y Belgorod.
Este oligarca ruso también aplaudió recientemente un vídeo en el que un exmiembro del grupo es brutalmente asesinado. En este sentido, ISW afirma que Prigozhin está tomando medidas "que resonarán en un electorado interesado en la ideología de la superioridad nacional de Rusia, la fuerza soviética y enfadado por la corrupción del Kremlin".
"En el caso del grupo Wagner son mercenarios que van donde les ofrezcan ir a cambio de dinero y el tema de los intereses nacionales de Rusia lo tienen de segundo plano”, asegura López, quien señala que el grupo “está tomando cierto protagonismo que puede ser no solo militar, también de tipo político". "El líder de este grupo privado, una fuerza militar de carácter privado podría tener interés en manifestar un liderazgo político a medio plazo para sustituir eventualmente a Putin, también en unión con Kadírov", añade.
El líder checheno también estaría aprovechando su presencia en Ucrania para asegurar oportunidades comerciales a raíz de la invasión rusa. El Centro de Resistencia de Ucrania informó de que Kadírov y sus hombres en el campo de batalla están desarrollando redes comerciales en los territorios ocupados.
Para Sepúlveda, Kadírov "lo que quiere es primero lanzar esta imagen de marca de sus guerrilleros y decirle al patrón que está muy agradecido y que puede contar con él para lo que sea".