Mapuche, una historia de resistencia y rebeldía
- El pueblo mapuche, el mayor grupo indígena de Chile, ha sufrido la progresiva desposesión de su territorio
- 'Documentos TV' ha viajado a la Araucanía y a Santiago para recabar sus principales reivindicaciones
Durante el llamado "estallido social" en Chile en 2019 y 2020, una enseña estuvo siempre presente en las en las calles de Santiago y otras ciudades de país: la "wenufoye", la bandera mapuche.
La "wenufoye" se convirtió en símbolo del descontento social y también de ciertas reivindicaciones, unas comunes con las del resto de los chilenos, y otras propias del pueblo mapuche. Un equipo de TVE ha grabado en Santiago de Chile y en la Araucanía este documental sobre la situación y los problemas actuales de este pueblo indígena.
Pérdida de territorio, escasez de tierras
En el contexto chileno, la "cuestión o el conflicto mapuche", las históricas demandas de este pueblo indígena, siempre están presentes de una forma u otra.Según el último censo, realizado en 2017, el mapuche es el mayor pueblo indígena de Chile.
El pueblo mapuche está formado por una población de casi 1.800.000 personas. La mayor parte viven en ciudades, en particular en la capital, Santiago de Chile. En esta gran migración ha influido la falta de tierras.
Aunque en los últimos años se ha reducido la pobreza, la región de la Araucanía sigue siendo la más desfavorecida y con mayores índices de desigualdad de Chile, un país que además figura entre los de mayor brecha socio económica de América Latina.
Y alrededor del 70 por ciento de la población mapuche es rural y su tasa de pobreza, pese a haber disminuido en los últimos años, sigue siendo superior a la del resto de la población. Su principal problema es la falta de tierra.
En la costa de la Araucanía, Luis Ulario Calfulen, lonko (jefe) de una comunidad de la comuna de Puerto Saavedra, subraya que la escasez de tierras les limita a una economía de mera subsistencia.
“No tenemos derechos de agua, los tiene el Estado o particulares. Ellos son los dueños del agua“
Problema a los que suma las plantaciones forestales de pinos y eucaliptos, que agotan las fuentes de agua, recurso que, además, en Chile puede ser privado. "No tenemos derechos de agua, los tiene el Estado o particulares. Ellos son los dueños del agua", comenta Calfulen.
“El estado de Chile impuso un modelo de desarrollo y ese modelo de desarrollo determinó el surgimiento de violencia“
El abogado mapuche Salvador Millaleo que ocupó el puesto de coordinador de Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior en el primer gobierno de Boric, considera que "el estado de Chile impuso un modelo de desarrollo y ese modelo de desarrollo, junto con las injusticias históricas de la colonización, determinó el surgimiento de violencia".
Las grandes explotaciones forestales y las presas
En los últimos veinte años, han surgido diversos grupos y movimientos mapuches, que bien por la vía pacífica, bien por la vía armada, reivindican un autogobierno y la recuperación de sus territorios/tierras ancestrales. Incluso algunos han realizado acciones de ocupación o recuperación de tierras, sabotajes y acciones violentas en la Araucanía y Biobío.
Por ello, los estados de excepción han sido habituales en la zona y, el gobierno del presidente, Gabriel Boric, mantiene, desde mediados de mayo de 2022, un estado de excepción constitucional de emergencia, renovado cada dos semanas, para garantizar la seguridad de las vías y la circulación ante el aumento de actos violentos en la región de la Araucanía y en dos provincias de Biobío (Arauco y Biobío).
“El problema es con las grandes empresas, con aquellos latifundistas que discriminan nuestra cultura“
Una de las principales acciones es la recuperación de tierras, la ocupación de terrenos explotados por las forestales. Según Alberto Curamil, portavoz de la Alianza Territorial Mapuche y premio Goldman 2019, considerado como el Nobel del medio ambiente, "donde ellos (las forestales y las trasnacionales) se enriquecen, nuestras comunidades se siguen empobreciendo". "El problema es con las grandes empresas, con aquellos latifundistas que discriminan nuestra cultura", insiste Alberto Curamil.
Otro importante conflicto es con los proyectos hidroeléctricos, como el emprendido por una empresa austriaca en el río Tranguil (Región de Los Ríos), y rechazado por las comunidades mapuches afectadas. Entre los críticos al proyecto, se encontraba Macarena Valdés, una de las mujeres de la comunidad de Tranguil, quien como otros recibió diversas amenazas y un día apareció muerta en su casa.