Bruselas pide mantener congelados los fondos a Hungría porque considera que sus reformas son insuficientes
- Recomienda congelar 7.500 millones de euros de la partida regional y bloquear los 5.800 millones del fondo anticrisis
- Considera que no ha avanzado lo suficiente en políticas contra la corrupción y la independencia judicial
La Comisión Europea ha anunciado este miércoles que considera insuficientes los avances del Gobierno de Viktor Orbán en el paquete de reformas que se le exigen para luchar contra la corrupción y reforzar la independencia judicial en Hungría. Por ello, Bruselas recomienda mantener congelados 7.500 millones de euros en fondos regionales y también bloquear el desembolso de los 5.800 millones del fondo anticrisis húngaro mientras no cumpla los objetivos fijados en las reformas.
De esta forma, la Comisión vincula dos expedientes paralelos que tensan las relaciones con Budapest desde hace dos años, cuando se creó el fondo de recuperación de la UE y se estableció un mecanismo de condicionalidad vinculado al presupuesto comunitario para frenar los pagos que estén bajo el riesgo de fraude en un Estado miembro.
"La Comisión considera que, aun con los pasos dados, sigue habiendo un riesgo continuado para el presupuesto europeo porque las medidas correctivas necesarias son de naturaleza estructural u horizontal", indica la evaluación de Bruselas necesaria para que los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) tomen una decisión definitiva sobre la congelación de los 7.500 millones de euros del pilar de Cohesión.
No obstante, esta decisión tiene que ser validada por los Estados miembros, que son los responsables en última instancia de aprobar la suspensión de fondos por violaciones del Estado de derecho y de dar por buena la estrategia húngara.
Cabe recordar que el pasado 15 de septiembre, Bruselas ya amenazó con congelar los fondos a este país si no tomaba medidas contra la corrupción, algo que entonces el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, calificó de ofensa y "un insulto" a la ciudadanía de su país. Como respuesta, el 3 de octubre Hungría aprobó una ley anticorrupción para evitarlo. A pesar de esto, Bruselas no considera suficientes las medidas y este miércoles ha optado por congelar los fondos.
Dictamen favorable sobre el plan de recuperación de Hungría
Por otra parte, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Economía, Valdis Dombrovskis, ha explicado en Bruselas que el Colegio de Comisarios ha adoptado un dictamen favorable sobre el plan de recuperación de Hungría y ha recomendado su aprobación por los Veintisiete.
"La Comisión Europea ha trabajado intensamente con las autoridades húngaras durante muchos meses y ahora tenemos un sólido programa de reformas e inversiones que cumple todas las condiciones de la regulación del Fondo de Recuperación y Resiliencia", dijo el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis.
Este visto bueno llega dos años después de que se abriera el plazo para que los estados miembro presentaran sus planes de reformas nacionales y que, en el caso de Hungría, quedó en punto muerto por las dudas sobre el respeto del Estado de derecho en el país.
Deficiencias en la lucha contra la corrupción y la independencia judicial
Bruselas y Budapest llevan meses negociando en paralelo y bloqueados por las deficiencias que las autoridades comunitarias identificaron con respecto al Estado de derecho, concretamente en la lucha contra la corrupción y el funcionamiento adecuado y transparente de las licitaciones públicas, así como por problemas sobre la independencia judicial.
La Comisión Europea abrió expediente al Gobierno de Orbán por estas deficiencias y posteriormente recomendó congelar 7.500 millones de fondos regionales, que representan un tercio de la asignación total de Hungría con cargo a la Política de Cohesión hasta 2027. Por su parte, Budapest se comprometió a adoptar un total de 17 medidas antes del 19 de noviembre, pero el análisis publicado este miércoles por el Ejecutivo comunitario concluye que las acciones emprendidas hasta ahora son insuficientes, aunque reconoce avances en muchas de las reformas prometidas.
De esta forma, las 17 medidas que Budapest tiene que completar para desbloquear estos fondos pasan a formar parte de los objetivos de su plan de recuperación, junto con otra decena de medidas relacionadas con el fortalecimiento de la independencia de los jueces húngaros y otras cuestiones relacionadas con el Estado de Derecho. “Ningún fondo llegará hasta que no se hayan implementado adecuadamente los hitos esenciales”, ha señalado Dombrovskis, que ha recalcado que hay 27 objetivos fundamentales que el país debe respetar antes de solicitar un pago de su plan de recuperación, incluidas medidas para reforzar la independencia judicial y asegurar la adecuada auditoría y control del dinero.
Cuatro de estos hitos están relacionados con la independencia de la Justicia y Budapest tendrá que cumplirlos antes incluso de solicitar el primer pago del fondo de recuperación. En concreto, requieren aumentar los poderes del Consejo Judicial Nacional para "limitar decisiones discrecionales", reformar el Tribunal Supremo para reducir la influencia política, eliminar la competencia que otorga al Tribunal Constitucional el poder de revisar sentencias a petición de autoridades públicas y acabar con la capacidad del Supremo húngaro de revisar preguntas que los jueces quieren elevar a la Justicia europea.
"Seremos muy vigilantes en nuestro escrutinio", enfatizó el comisario de Justicia, Didier Reynders, que ha remarcado que se trata de compromisos "vinculantes" y avisó de que "no habrá desembolsos parciales" si el Gobierno húngaro no los adopta íntegramente.