Enlaces accesibilidad
Elecciones legislativas en EE.UU.

Georgia, el último pulso electoral en EE.UU.: un senador determinante para los demócratas y prueba para Trump

  • El estado repite este martes la votación para elegir a un senador tras el empate en noviembre
  • Un escaño adicional facilitaría la situación en la Cámara Alta al partido de Biden

Por
Demócratas y republicanos del condado de Houston ondean carteles de campaña en Warner Robins, Georgia.
Demócratas y republicanos del condado de Houston ondean carteles de campaña en Warner Robins, Georgia.

Las elecciones de mitad de mandato en EE.UU. permitieron a los demócratas frenar la 'ola roja' republicanay el partido de la oposición se hizo con el control de la Cámara de Representantes con una ventaja mucho menor de la esperada. Sin embargo, el equilibrio de fuerzas definitivo en el Senado está aún por determinar, ya que Georgia, uno de los estados más disputados en la primera vuelta, acude a una segunda votación este martes al no haber superado ninguno de los candidatos el 50% de los votos necesarios el pasado 8 de noviembre.

El pastor y político demócrata Rafael Warnock se convirtió en el primer senador afroamericano que Georgia enviaba a la Cámara Alta tras ganar una elección especial celebrada el año pasado. Ahora, podría perder su puesto a manos de otro afroamericano, el exjugador de fútbol americano y candidato republicano, Herschel Walker, del que solo le separaban 35.000 votos, menos de un punto de diferencia, en la primera ronda.

Sea cual sea el resultado en Georgia, la formación de Biden logrará mantener el control del Senado, donde los demócratas conservarán, al menos, el actual empate técnico (50-50) que rompe la vicepresidenta, Kamala Harris. Ahora bien, como ya apuntó el líder estadounidense a mediados de noviembre, "siempre es mejor 51", ya que ese escaño adicional facilitaría la situación en la Cámara Alta al partido de la presidencia.

El 8 de noviembre, la atención se centró en las contiendas al Senado por resolver en Arizona, Nevada y Georgia, puesto que a los republicanos le bastaba con ganar en dos de esos tres estados para hacerse con la mayoría y, si ganaban en uno, la repetición electoral en Georgia determinaría el color de la Cámara. Finalmente, los demócratas se hicieron con Arizona y Nevada e impidieron a los conservadores optar a la mayoría. Sin embargo, ganar en Georgia sigue siendo crucial para el partido de Biden.

"Para los demócratas, esta carrera al Senado es extremadamente importante", expone a RTVE.es Matthew Green, profesor de Políticas de la Catholic University of America. Por un lado, si un senador demócrata no puede votar, o quiere hacerlo con los republicanos, los demócratas pueden seguir ganando la votación. Por otro, "envía la señal de que Georgia es un estado en el que hay mucho en juego, y será otro ejemplo de cómo a los candidatos respaldados por Trump les va mal en las elecciones", añade.

Además, las elecciones al Senado se escalonan cada seis años y en 2025 vence el servicio de hasta 21 senadores demócratas, más del doble que en la bancada republicana. Como señala a RTVE.es el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Georgia, Anthony J. Madonna, esos 21 se juegan en estados "mucho más hostiles" que los republicanos y "ser capaces de conservar este escaño les ayudará a intentar mantener la mayoría dentro de dos años", argumenta.

Además, el profesor de Políticas de la misma universidad, Scott H Ainsworth, menciona el carácter simbólico que supondría conservar al senador demócrata: "Los demócratas se sentirán envalentonados ante una victoria de Warnock. Simbólicamente, será muy importante".

La evolución de un estado tradicionalmente republicano

El triunfo en 2021 de Warnock corroboraba el giro demócrata de un estado tradicionalmente conservador. De hecho, a la espera de conocer qué escenario dejarán los resultados de este martes, actualmente, los dos senadores por Georgia son del Partido Demócrata y Biden se hizo con la victoria en este estado en las últimas elecciones presidenciales.

Este giro se explica en el hecho de que los demócratas han conseguido movilizar a la población negra de Georgia, sobre todo en los suburbios de las grandes ciudades, y especialmente en Atlanta, la capital y la ciudad más grande y poblada del estado, así como en su área metropolitana.

Los candidatos demócratas también ganan en otras grandes urbes como Augusta, Columbia o Macon. Los republicanos, por su parte, triunfan en zonas más rurales y menos pobladas.

De hecho, en el condado de Fulton, donde se encuentra la capital, el candidato demócrata cosechó más del 73% de los votos el 8 de noviembre, un resultado solo superado en los condados colindantes de DeKalb y Klayton, donde Joe Biden también cosechó sus mejores resultados de Georgia en 2020. El actual presidente se convirtió en el primer candidato demócrata a la presidencia desde Bill Clinton en 1992 en ganar en este estado.

La excepción hasta ahora en Georgia ha sido Brian Kempt, su gobernador, que el 9 de noviembre consiguió revalidar su mandato frente a la demócrata Stacey Abrams, con la que ya se había enfrentado en un apretado duelo en 2016. En las elecciones a la Cámara de Representantes, ahora con mayoría republicana, Georgia votó por nueve diputados republicanos y cinco demócratas.

Un escaño que marca la diferencia

Los demócratas ya controlan la Cámara Alta, aunque por muy poco, y gracias a ese voto de desempate de la vicepresidenta, ya mencionado. El partido está centrado ahora en ganar ese escaño extra que les puede aportar no perder a su senador actual por Georgia en la elección de este martes. Pero, ¿qué significa a efectos prácticos contar con un escaño más?

Los expertos consultados coinciden en señalar la relevancia que tendría revalidar el mandato del senador Warnock y conseguir una mayoría real para los demócratas. En primer lugar, de obtener esos ansiados 51 escaños, ya no sería necesario el desempate de Harris, hasta ahora crucial para su partido, que ahora contaría con un poco más de margen.

Madonna sostiene que "cualquier senador individual en Estados Unidos tiene una enorme cantidad de poder" y menciona la oposición ocasional del senador demócrata por Virginia Occidental, Joe Manchin, en algunas de las votaciones de la cámara.

"La mayoría demócrata tuvo que esforzarse por aplacar al senador Joe Manchin, un demócrata conservador. Con una mayoría ligeramente más amplia, la posición de Manchin como aguafiestas se debilita", añade Ainsworth.

Por ejemplo, en mayo fracasó en el Senado estadounidense la votación de un proyecto de ley para proteger el derecho al aborto, antes de la anulación de la sentencia Roe vs. Wade. Aunque la propuesta no contaba, de todas maneras, con los 60 votos necesarios para salir adelante, el marcador final reflejó 49 votos a favor y 51 votos en contra, siendo Manchin el único senador demócrata que rompía filas con su formación.

Por tanto, defiende Madonna, ese escaño adicional "permitiría a los demócratas, al menos a los más liberales, un poco más de margen para promulgar sus políticas preferidas".

La influencia de Trump y su candidatura, a examen

El expresidente Donald Trump, que anunció de manera oficial su candidatura a la presidencia para las próximas elecciones generales a mediados de noviembre, ayudó a Walker a conseguir la que es su primera candidatura a un cargo político. Además, le ha apoyado en su campaña, marcada por temas tradicionales de la derecha estadounidense, como el aborto, y menciones a otros asuntos como la crítica a la presencia de niñas trans en el deporte femenino.

El expresidente también apoyó durante sus campañas a otros candidatos de su partido en otros territorios, aunque algunas de sus apuestas no lograron los resultados esperados y fueron derrotados.

Ainsworth no cree que la votación de este martes actúe "como un referéndum sobre Trump" y sostiene que una derrota de Walker no ayudará al expresidente, pero no ve que por sí sola tenga una gran repercusión de cara a 2024.

Los profesores Green y Madonna, por su parte, coinciden en afirmar que esta segunda vuelta en Georgia, como lo fue la primera en este y otros estados, supone una prueba de la influencia que tiene el expresidente ahora que ha confirmado sus intenciones de intentar volver a la Casa Blanca.

"Si Walker pierde, será la última señal de que el apoyo de Trump puede ser un lastre en las elecciones generales. Por otro lado, si Walker gana, Trump lo interpretará como una prueba de que sigue siendo influyente y, por lo tanto, el mejor candidato del Partido Republicano a la presidencia en 2024", explica Green.

"Teniendo en cuenta lo mal que le fueron las cosas a sus candidatos preferidos, se trata de una elección importante para poner a prueba su viabilidad", concluye Madonna.