Sánchez abre la puerta a reformar el delito de malversación si no afecta a la lucha contra la corrupción
- El presidente del Gobierno no ha descartado este martes reformar el delito de malversación en una conversación con periodistas
- Sánchez ha remarcado que no habrá "ningún retroceso" en la lucha contra la corrupción ni "rebajas de penas" para los corruptos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha descartado este martes reformar el delito de malversación, pero ha dejado claro que, en cualquier caso, no habrá "ningún retroceso" en la lucha contra la corrupción, ni "rebajas de penas" para los corruptos.
En una conversación informal con los periodistas durante la recepción del Congreso con motivo del Día de la Constitución, Sánchez se ha referido a la posibilidad de modificar el delito de malversación en el marco del debate parlamentario sobre la eliminación del delito de sedición.
Ante la posibilidad de que ERC aproveche la tramitación de la eliminación de la sedición para pedir también que se modifique la malversación, ha insistido en el argumento del Gobierno y del PSOE de que es necesario esperar a que se presenten las enmiendas y el grupo parlamentario socialista las estudie.
Sánchez ha recordado que será el próximo viernes cuando finalice el plazo de presentación de las propuestas de modificación y que será entonces cuando se sabrá si ERC presenta alguna en ese sentido o no.
Una reforma que no afecte a la corrupción política
A la espera de ese momento, lo que ha recalcado el presidente del Gobierno es que no habrá en la tramitación parlamentaria ningún retroceso en las medidas de lucha contra la corrupción política ni en las penas asociadas a ella. Pero no ha concretado cómo puede reformarse ese delito sin que acabe beneficiando a los condenados por apropiación indebida del patrimonio público o por administración desleal de los bienes bajo su responsabilidad.
El propio portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha verbalizado en los últimos días que la idea es que la reforma sea "quirúrgica" y ligada a beneficiar a los condenados por sedición, como los líderes del 'procés'. Fuentes de ERC han asegurado a EFE que siguen hablando de este asunto con el PSOE, aunque en el grupo parlamentario socialista niegan cualquier negociación al respecto.
Al plantearle si podría haber alguna modificación de la malversación que beneficiara al expresidente andaluz José Antonio Griñán, ha reiterado sus argumentos y ha dicho que creía haber sido suficientemente claro garantizando que no se retrocedería en la lucha anticorrupción.
Sánchez sí ha avanzado que el Grupo Socialista presentará también enmiendas el viernes ante la reforma del Código Penal por el delito de sedición, pero no ha ofrecido ningún detalle de las mismas y ha emplazado a ese día para conocer su contenido.
No será un "coladero" para la corrupción
Además, ha defendido el derecho comparado, algo en lo que han insistido otras fuentes del Gobierno que han citado en concreto los códigos penales de Francia, Alemania, Italia o Portugal. En cualquier caso, estas fuentes han garantizado que los cambios que pueda haber no serían "un coladero".
Para diferenciar lo que es corrupción y lo que no lo es contrastan la situación del extesorero del PP Luis Bárcenas con la de un alcalde que recibe fondos europeos para digitalizar el ayuntamiento y que los destina a pagar nóminas porque no tiene otros recursos para ello.
Este último caso no sería corrupción, señalan las fuentes, que subrayan que si saliera adelante alguna modificación de la malversación, no afectaría a la situación de Griñán.
Otras fuentes del Ejecutivo consideran que sería muy complejo reformar el delito de malversación sin que afecte a casos de corrupción, pero resaltan que lo primero que habría que hacer es hablar con expertos.
El presidente del Gobierno ha vuelto a defender las decisiones que ha ido adoptando a lo largo de la legislatura para rebajar la tensión en Cataluña como los indultos concedidos a los líderes independentistas del 'procés'.
Cree que esa política ha contribuido a estabilizar lo que considera una de las mayores crisis de la democracia, y con la eliminación de la sedición opina que se va a abrir definitivamente una nueva etapa en Cataluña en la que va a primar la política. Por ello está convencido de que la normalización y estabilización de Cataluña será un activo de su Gobierno.