Comienza a desenterrarse la ciudad romana de Mellaria en Fuente Obejuna (Córdoba)
- En la primera prospección encuentran una fuente romana del siglo I, que confirma la existencia de la ciudad romana
- Fue un esfuerzo económico del ayuntamiento de Fuente Obejuna para desarrollar el turismo de la Comarca del Guadiato
En Fuente Obejuna, el gentilicio de sus ciudadanos es melarienses. Desde siempre, sus habitantes han oído la posibilidad de que hacía referencia a Mellaria, una antigua ciudad romana. De hecho, hay noticias en el Renacimiento y en la arqueología del siglo XX sobre la ubicación de la ciudad.
Mellaria estaba situada en una vía muy importante de entre dos capitales de provincia: la de la Bética y la de la Lusitania. Sin embargo, no se había hecho ninguna prospección. La Universidad de Córdoba firmó un convenio para el fomento de la investigación del sitio arqueológico “Ciudad Romana de Mellaria”. Además, se complementó con otro acuerdo para desarrollar el estudio del trazado de la vía romana Corduba-Mellaria.
El esfuerzo de un municipio pequeño
Recién incorporada como alcaldesa de Fuente Obejuna en 2015, Silvia Mellado conocía la intención de la Universidad de Córdoba de realizar estudios en la zona. Desde entonces, el Ayuntamiento trabajó junto a la universidad y las familias dueñas de los terrenos.
“Agradezco a las familias que, durante estos años previos a la compra de estos terrenos, nos facilitaran el poder entrar para garantizarnos que la ciudad era de envergadura, como se sospechaba”, afirma Silvia Mellado.
En 2019, fotografías aéreas, estudios y prospecciones garantizaron la existencia de la ciudad romana. Fue entonces cuando se adquirieron dichos terrenos. “Fue una inversión importante para el ayuntamiento”, reconoce la alcaldesa de Fuente Obejuna. “El Ayuntamiento de Fuente Obejuna es un municipio pequeñito y era un esfuerzo económico de todos los melarienses, pero que estábamos convencidos que podía ser esta puesta en valor un recurso económico y turístico no solamente en Fuente Obejuna, sino en toda la Comarca del Guadiato”.
Las primeras excavaciones
Antonio Monterroso Checa, profesor de arqueología de la universidad de Córdoba y director científico de la ciudad romana de Mellaria, explica: “Hemos seguido los criterios más actuales en una arqueología que tiene cada vez más y más precisión”.
“Hay un gasto público que hay que justificar y el elemento más distintivo de una ciudad son las calles. “
El objetivo de la primera excavación ha sido para asegurarse de que existía un yacimiento de importancia. “A mí no me tenían que convencer, pero, evidentemente, hay un gasto público que hay que justificar y el elemento más distintivo de una ciudad son las calles, por lo que elegimos un cruce”, cuenta Antonio Monterroso.
Mellaria es una ciudad lineal y caminera que se extiende en torno a la vía. Esa característica la hace distinta con respecto al resto de parques arqueológicos de época romana de la provincia de Córdoba.
Elegir un cruce para comenzar el proyecto
Esta decisión no fue casualidad, puesto que en los cruces de las calles romanas solían colocarse altares donde los vecinos se reunían. Otro ejemplo que podemos encontrar en un cruce es la figura arquitectónica de un cipo, que marcan a veces las millas o las divisiones entre regiones o distintos barrios de la ciudad. En otros casos menos frecuentes, hay fuentes, como en el caso de Mellaria.
“Esta magnífica fuente monumental que nos ha acabado de ilusionar a todos los melarienses. “
“Hemos tenido esta magnífica fuente monumental que nos ha acabado de ilusionar a todos los melarienses para seguir adelante y, por supuesto, seguir trabajando en este proyecto que es muy ilusionante para toda la Comarca del Guadiato”, explica Silvia Mellado. “Estamos muy necesitados de recursos y de puestas en valores para traer al turismo y también para asentamientos de empresas y de personas para poder avanzar en nuestra comarca”.
La escasez de fuentes como figura arquitectónica en los cruces se debe a que se necesita un acueducto que traiga el agua corriente a la ciudad. En relación con todas las ciudades de Hispania que se conocen, son pocas aquellas con ciclos de agua.
Las lajas de la fuente
Los bloques de la fuente tienen una dimensión de dos metros de largo, un metro con cuarenta centímetros de alto y treinta y un centímetros de ancho. Esto provoca que cada laja pese unos mil doscientos kilogramos.
La fuente encontrada está formada por una piedra de mina violeta, que es muy significativa de la zona de la sierra cordobesa entre las ermitas y Assuan. Los colores de estas lajas son muy distintivos y Antonio Monterroso destaca tres en Medina Azahara: “Hay la azul oscura, la piedra de mina cordobesa; la violácea y la verde, que quizás la más espectacular de todas”.
Por la procedencia de las lajas, el gasto de financiación de la fuente se eleva. Tenían la posibilidad de recolectar piedras de la zona, pero no hubiera resultado una fuente tan monumental.
“El día que se pule saldrá un violeta brillante. “
“Ahora mismo la fuente todavía tiene cierta pátina, que no le hemos quitado por protegerla, pero el día que se pule saldrá un violeta brillante”, cuenta el director científico.
El valor de un ciclo de agua completo
Los romanos no podían tener agua estancada, ya que no tenían posibilidad de potabilización. Con lo cual, el ciclo del agua desde el manantial hasta el depósito que debe albergarla debe ser siempre un flujo continuo para que no haya problemas de salubridad.
“Hoy en día podemos garantizar que aquellas lajas son de fuentes, como esta que tenemos aquí. “
“Mellaria tiene acueducto es sabido y estudiado desde hace tiempo. Viene de la fuente de la Quicla”, explica el director científico. “Sabíamos que tenía que haber fuentes porque en la ermita de San Bartolomé y en la de Nuestra Señora de Gracia hay laja, que los investigadores Ángel Ventura y Carlos Vera habían interpretado como pertenecientes a un lacus, es decir, a la pila de fuente. Sin embargo, no se habían encontrado el lugar donde estaban y el material puede viajar a lo largo de los siglos mucho. Hoy en día podemos garantizar que aquellas lajas son de fuentes, como esta que tenemos aquí”.
El ciclo de agua de la ciudad se conecta con tuberías de plomo. En la fuente encontrada se pueden encontrar marcados los lugares donde estas estaban localizadas: “Hemos recuperado las dos piezas por las que, mediante sendos codos, iría la tubería de plomo y, en el centro de la baja frontal, se conserva el rebosadero, que haría que siempre hubiera un charquito en el entorno de la fuente”, explica Antonio Monterroso.
“No son tantos los casos en los que se conservan acueductos y en los que se conservan el final del acueducto. “
Como hemos comentado, son pocas las ciudades romanas con ciclos de agua, por lo que el director científico lo pone en valor: “Tiene una distinción mayor porque no son tantos los casos en los que se conservan acueductos y en los que se conservan el final del acueducto, que es lo bonito de esta fuente. Fuentes hay, en muchas ciudades, pero la mayoría incompletas”. De hecho, se ha podido recuperar una fuente entera tanto en Valencia como en Huelva, pero no está en tan buen estado como en la que ha aparecido en la excavación de Fuente Obejuna.
La historia de la construcción
Gracias a un epígrafe de un alcalde de Mellaria, se sabe que hizo la promesa de pagar un acueducto. Fueron sus hijos los que cometen dicha promesa, aunque no todas las fuentes tienen que estar pagadas por la misma persona.
Antonio Monterroso Checa, profesor de arqueología de la universidad de Córdoba y director científico de la ciudad romana de Mellaria, explica “Tenemos otros personajes en Mellaria de mucho mayor rango, que pudieron encargarse de la monumentalidad de la ciudad a partir del agua con ese cauce que ya estaba establecido”.
Indicios de una ciudad mayor
El mayor nivel para una ciudad romana es la colonia. “Mellaria tiene la importancia de tener un estatuto de municipio, que es el segundo nivel de ciudades romanas”, nos informa Antonio Monterroso.
Sin embargo, el hecho de tener un segundo nivel de rango administrativo garantiza una similitud a otros yacimientos romanos existentes. Según el director científico de la ciudad: “En Mellaria tiene que haber un foro, igual que en Córdoba y el resto de colonias y municipios. Ese foro tiene que tener sus lugares de justicia y economía, como es la Basílica, el lugar de reunión del Senado municipal, la Curia; el templo, sin el que ninguna ciudad existe; y deberá haber con seguridad edificios de espectáculos”.
“No hay ninguna ciudad entre estos parajes y Córdoba en más de setenta kilómetros. “
La extensión de la ciudad ha sorprendido a los melarienses. El ayuntamiento de Fuente Obejuna ha adquirido veintitrés hectáreas y la ciudad supera los límites municipales. Antonio Monterroso lo justifica: “No hay ninguna ciudad entre estos parajes y Córdoba en más de setenta kilómetros. Hay aglomeraciones menores, como aldeas o pedanías, como lo llamaríamos hoy. No creo que ninguna con agua corriente, evidentemente.”