Detenido el presidente de Perú entre acusaciones de golpe de Estado tras intentar impedir su destitución
- El Congreso ha votado la destitución de Castillo después de que anunciara su disolución
- La Fiscalía del país ha abierto una investigación preliminar al exmandatario por rebelión y conspiración
La crisis política que atravesaba Perú en los últimos meses se ha consolidado con la detención este miércoles de Pedro Castillo tras el intento fallido del hasta ahora presidente de intentar impedir su destitución. El exmandatario ha anunciado la disolución del Congreso y el establecimiento de un Gobierno de emergencia poco antes de que se votara una moción de censura para expulsarle del cargo, una maniobra fallida y calificada de "golpe de Estado" tanto dentro como fuera del Ejecutivo, que ha sumido al país en la incertidumbre política.
La que era vicepresidenta del Ejecutivo de Castillo, Dina Boluarte, que se ha desmarcado del movimiento del ex mandatario, ha jurado "por Dios, por la Patria y por los peruanos" su cargo como nueva presidenta a las 15:00 hora local ante el Congreso. Está por ver si Boluarte continuará el mandato hasta agotar la legislatura o si convocará elecciones y a qué cargos podría enfrentarse el expresidente tras su detención, ya que puede ser procesado por los casos que tiene abiertos por presunta corrupción.
Por el momento, el despacho presidencial de Perú ha dejado sin efecto el toque de queda que había "decretado ilegalmente" el exmandatario Pedro Castillo. "Habiéndose restituido el orden constitucional, el toque de queda decretado ilegalmente no surte efecto. ¡El Perú no puede parar!", ha escrito la Presidencia en su cuenta oficial de Twitter.
La Fiscalía ha iniciado una investigación preliminar
La Fiscalía de la Nación (general) de Perú ha iniciado diligencias preliminares contra el expresidente por la presunta comisión de los delitos de rebelión y conspiración.
"La Fiscalía de la Nación dispone iniciar diligencias preliminares contra Pedro Castillo, en su condición de presidente, por la presunta comisión del delito contra los poderes de Estado y orden constitucional, modalidad de rebelión, en agravio del Estado", ha escrito el Ministerio Público en Twitter.
Inmediatamente después, ha agregado que la investigación también se extiende a "la presunta comisión de los delitos contra los poderes del Estado y el orden constitucional, en la modalidad de conspiración, en agravio del Estado".
Desde el Ministerio Puúblico, también han confirmado la detención del expresidente por la presunta comisión del delito de rebelión y por quebrantar el orden constitucional tras el anuncio de este de disolver el Congreso.
"El Ministerio Público ha dirigido esta tarde la detención de Pedro Castillo Terrones por el presunto delito de rebelión, regulado en el artículo 346 del Código Penal, por quebrantar el orden constitucional", ha informado la Fiscalía en un comunicado.
Según el artículo 346 de la legislación peruana, el delito de rebelión es definido como "el que se alza en armas para variar la forma de Gobierno, deponer al Gobierno legalmente constituido o suprimir o modificar el régimen constitucional" y recoge que "será reprimido con pena privativa de libertad no menor de 10 ni mayor de 20 años y expatriación".
El intento de Castillo de detener su destitución
El terremoto político daba comienzo alrededor del mediodía en Perú, cuando el entonces mandatario anunciaba la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de Emergencia nacional a pocas horas del comienzo de la votación de la moción de censura que amenazaba con destituirle.
"En respuesta al clamor de los ciudadanos de todo el país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de emergencia destinado a restaurar el Estado de Derecho y la democracia", anunciaba Castillo.
Castillo declaraba también su intención de convocar elecciones "en el más breve plazo" y adelantaba la instauración de un "toque de queda a nivel nacional" que comenzaría esa misma noche. Asimismo, informaba a los ciudadanos que poseen armamento legal su obligación de entregarlo a la Policía Nacional.
El anuncio desencadenaba una cascada de dimisiones en el Ejecutivo de Castillo entre acusaciones de "golpe de Estado". Renunciaban desde los ministros de Economía, Relaciones Exteriores y Trabajo, que alegaban su "apego a los valores democráticos" y constitucionales, hasta el presidente del Tribunal Constitucional de Perú, pasando por distintos cargos como el embajador peruano ante la ONU o el embajador del País en EE.UU. Abandonaba a Castillo hasta el que era su principal defensor legal, el abogado Benji Espinoza.
Por su parte, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) y la Policía Nacional de Perú descartaban su apoyo a Castillo y anunciaban que no acatarían ningún acto contrario al orden constitucional.
La maniobra de Castillo también ha sido calificada de "golpe de Estado" por legisladores de diferentes bancadas del Congreso, como la izquierdista Ruth Luque, que mencionaba que la decisción se aleja de todos los marcos constitucionales. También se pronunciaba al respecto la fiscal general, Patricia Benavides, que ha dicho rechazar "de manera enfática, todo quebrantamiento del orden constitucional".
El fin del mandato de Castillo
El anuncio de Castillo no impedía que la votación de la moción de censura siguiera adelante y que concluyera con 101 votos a favor, seis en contra y diez abstenciones. Este era el tercer proceso de este tipo al que se sometía el ya expresidente, que ya sorteó un primer pedido de destitución en diciembre de 2021, cuando la moción no fue admitida a trámite, y un segundo proceso en marzo pasado, que recibió solo 55 votos a favor.
Poco después de finalizar la votación, Pedro Castillo, que había estado en paradero desconocido durate cerca de media hora, era detenido en la sede de la prefectura de la Policía de Lima.
El Congreso de Perú convocó a Castillo la semana pasada para que respondiera a las acusaciones de "incapacidad moral" para gobernar el país. Unas acusaciones que el expresidente había calificado de "calumnias".
La cascada de acontecimientos se suceden entre las multitudinarias protestas del último mes en las calles Lima y otras ciudades de Perú contra el Gobierno con cánticos y pancartas que exigían la renuncia o destitución del presidente. "Fuera Castillo, fuera ya", "Fuera delincuente", o "Corrupto", eran algunos de los mensajes que se leían en las pancartas.