La policía alemana prevé más detenciones del grupo de extrema derecha acusado de planear un golpe de Estado
- Según las autoridades, hay 54 sospechosos relacionados con el caso
- Querían instaurar al aristócrata Heinrich XIII Prinz Reuss como líder del país
Las autoridades han ordenado este jueves el interrogatorio de 23 personas que pertenecen a un grupo de extrema derecha que, según La Fiscalía, quería dar un golpe de Estado en Alemania e instalar a un ex miembro de la familia real alemana como líder nacional. El jefe de la oficina de la policía federal, Holger Muench, ha asegurado a la emisora ARD que es probable que se produzcan más detenidos, ya que hay 54 sospechosos en el caso.
Además de las 23 personas en prisión preventiva, dos de las personas detenidas fuera de Alemania serán extraditadas al país, según han confirmado las autoridades.
Los investigadores han afirmado que muchos de los detenidos eran miembros del movimiento Reichsbuerger (Ciudadanos del Reich) y que planeaban instaurar al aristócrata Heinrich XIII Prinz Reuss como líder de un nuevo Estado.
Seguidores de las teorías conspirativas
Los miembros de la agrupación siguen un conglomerado de mitos conspirativos consistente en narraciones de la llamada ideología de los Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) -movimiento ultraderechista que no reconoce la soberanía de la actual Alemania- y QAnon. El órgano central de la agrupación es un "consejo" y cuenta además con un "brazo militar", al que corresponde la toma planeada del poder por la fuerza de las armas.
Según la Fiscalía, algunos de los miembros de la organización desempañaron en el pasado un servicio activo en el ejército alemán. Los 22 presuntos miembros de la organización, de los cuales dos actuaban como cabecillas, son ciudadanos alemanes, al igual que dos de los tres simpatizantes detenidos, mientras que el tercero es una ciudadana rusa.
Las detenciones se han producido en los estados federados de Baden-Württemberg, Baviera, Berlín, Hesse, Baja Sajonia, Sajonia y Turingia, así como un caso en Kitzbühel (Austria) y otro en Perugia (Italia).
La operación policial también se está llevando a cabo en los estados de Brandeburgo, Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatinado y Sarre.