'Simone Veil, la mujer del siglo': lecciones de memoria, dignidad y feminismo de "la política más querida en Francia durante 25 años"
- Se estrena el biopic de Olivier Dahan sobre la superviviente del Holocausto que logró el aborto en Francia
- RTVE.es entrevista a la actriz la actriz Elsa Zylberstein, que interpreta a la que fue primera presidenta del Parlamento Europeo
En noviembre de 1974, 491 representantes de la Asamblea francesa tenían que votar la despenalización del aborto en uno de debates más agrios de la quinta república. Solo nueve eran mujeres, entre ellas la impulsora de la ley, la ministra de Sanidad, Simone Veil: judía, milagrosa superviviente del Holocausto, feminista, futura primera presidenta del Parlamento europeo y “la persona más querida de Francia durante 25 años”, recuerda la actriz Elsa Zylberstein, que se calza los zapatos del personaje histórico en Simone Veil, la mujer del siglo, que se estrena el 9 de diciembre en cines
Veil perdió a sus padres y un hermano en campos de concentración, pero tuvo que soportar pintadas de cruces gamadas en su casa, diputados que subieron al estrado con grabaciones de latidos de fetos, y el desdén de su propio partido que le acusaba de promover una “eutanasia legal”, y un variado catálogo de calificaciones machistas. La ‘Ley Veil’ se aprobó, pero solo es el comienzo de su biopic: en su vida se entrelaza tanto lo personal con lo histórico que lo difícil es elegir qué destacar.
Dirige el cineasta francés Olivier Dahan, un especialista del género: triunfó con la trágica vida de Édith Piaf en La vie en Rose, y no tanto con las tribulaciones de la actriz y princesa Grace Kelly en Grace de Monaco, pero con Simone Veil vuelva a alzar el vuelo saltando ágilmente entre los innumerables hechos relevantes de su filmografía. Protagonizada por Elsa Zylberstein, la película ha tenido un notable éxito en Francia, a la altura del personaje.
Zylberstein cita a Jung y su idea de que llamamos destino al inconsciente oculto para tratar de explicar cómo llegó a interpretar a Veil (fallecida en 2017 a los 89 años). A Zylberstein, también judía (sus bisabuelos murieron en campos), una amiga le invitó a leer fragmentos de la ley Veil en un taller de lectura. Veil la invitó a cenar y cuando la actriz le comentó la idea de una película sobre su vida, aceptó. “Ocurrió algo. Quizá se reconoció en mis ojos, en mi rostro. Un reconocimiento invisible, no lo sé: no soy mística, pero creo en el destino”, explica en una entrevista para RTVE.es.
Comenzó entonces la meticulosa preparación. “Mientras Olivier escribía el guion, dediqué un año a preparar el personaje. Gané nueve kilos, visioné hasta la saciedad cómo se movía y hablaba. No quería una imitación, sino una segunda naturaleza”, detalla sin destacar demasiado las ocho horas de maquillaje diarias.
Del horror a la lucha contra todas las injusticias
Simone Veil, la mujer del siglo recuerda el período más oscuro de la historia francesa, cuando el gobierno colaboracionista de Pétain envío a más de 70.000 judíos a los campos de exterminio nazis. “Pude conocer a cuatro supervivientes y a todos les obsesiona la transmisión para que no se olvide. El cine tiene ese poder: todas las películas son políticas y por eso es importante mostrar a una mujer que no quiso el poder personal, sino el interés general”, dice Zylberstein.
Veil batalló toda su vida por la unión y por la protección de los débiles. Impulsó la reforma del sistema penitenciario para acabar con las deplorables cárceles de en la todavía colonial Argelia, fomentó un giro social para el cuidado de los enfermos de SIDA, y proclamó su indignación ante la parálisis internacional en la Guerra de Yugoslavia.
“La historia tiene una memora muy corta: mira lo que ocurre con el aborto en EE.UU. o Polonia. Cada generación tiene que luchar por los derechos, a veces por los mismos”, lamenta la actriz. “Ya no es una película de época, sino sobre la actual Europa y el crecimiento del totalitarismo. Veil luchó por la dignidad del ser humano. Todas sus luchas contra las injusticias están determinadas por el horror que vivió en su adolescencia”.
De alguna manera, la actriz cree que Veil le pasó “una llama” y que la película es “un pequeño eslabón” en esa cadena de transmisión de la memoria. “Tras el éxito en Francia, la mayor victoria es que hay espectadores menores de 18 años que no conocían bien la historia de Veil y les ha animado a esforzarse para hacer algo por el bien común. Eso es enorme”.