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Cine

Jerzy Skolimowski: "Soy muy crítico con los seres humanos, sobre todo por cómo tratamos a los animales"

  • Este viernes llega a los cines su película EO, que fue premiada en Cannes y Valladolid y es candidata a los Oscar
  • A través de la historia de un burro nos recuerda los errores que cometemos como seres humanos

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Fotograma de 'EO'
Fotograma de 'EO'

El mítico director polaco Jerzy Skolimowski (El cuchillo en el agua, El grito) estrena este viernes una de las películas más originales y arriesgadas del año: EO, que se inspira en la no menos mítica Al azar de Baltasar (Robert Bresson, 1966) para recordarnos, a través de la inocente mirada de un burro, todos los errores que estamos cometiendo como seres humanos y como sociedad. Una película que consiguió el premio del jurado en el pasado festival de Cannes y el de mejor director en la Seminci de Valladolid, además de estar nominado a los Premios del Cine Europeo en la categoría de mejor dirección y de ser candidata a los Oscar por Polonia. Se estrena en cines este 16 de diciembre.

Jerzy Skolimowski nos ha contado cómo surgió la película: “Aunque me inspire en la cinta de Bresson mi película no tiene nada que ver. Estamos contando otra historia completamente diferente”.

También la forma de contarlas es diferente. La película de Bresson es minimalista: Es en blanco y negro. Está grabada usando un solo objetivo, con un único punto de vista de la cámara. Sin embargo, mi película presenta una verdadera riqueza de medios y cuenta con grandes actores”.

Skolimowski presenta 'EO' en la Seminci, las aventuras de un burro en una Europa cruel

“La película de Bresson fue una lección de cómo hacer las cosas”

EO nos cuenta la historia de un asno gris de ojos melancólicos, que es feliz trabajando en el circo junto a una equilibrista que lo trata genial. Pero cuando es obligado a dejar el circo empezará un periplo por Europa durante el que conocerá a gente buena y mala. Y será testigo de algunos de los problemas actuales como el racismo, la xenofobia, la violencia… Pero, a pesar de todo, nunca perderá la inocencia.

Preguntamos a Skolimowski cómo le inspiró la película de Bresson: “Vi Al azar Baltasar el año que se estrenó, 1966 -añade-. Y hace unos años me entrevistaron de la revista Cahiers du cinéma porque habían hecho una encuesta de las mejores películas de 1966 y mi filme Walkover quedó en segundo lugar. Pregunté quién había sido la primera y me dijeron que Al azar Baltasar”.

“Por supuesto fui a ver la película -continúa- y me gustó mucho porque la encontré muy conmovedora. Al final, cuando muere el burro, no pude dejar de llorar. Ha sido la vez que más me he emocionado viendo una película. Porque normalmente veo los films desde el punto de vista del profesional, intentando averiguar cómo se hizo y qué medios utilizaron. Por eso veo películas de miedo y no siento miedo, o veo dramas y no lloro. Y esta ha sido la única película que me ha conmovido de esa forma”.

“Para mí -añade Skolimowski-, esa película fue una lección de cómo hacer las cosas, porque descubrí, entendí, que la vida o el destino de los animales nos conmueve muchísimo más que el de los humanos. A lo mejor es algo subconsciente, porque cuando vemos a un humano morir en una película sabemos que es un actor, que no muere de verdad y que luego se va a tomar un café con sus compañeros de reparto. Pero al ver un animal no pensamos eso, porque sabemos que sabemos que ellos no son conscientes de que actúan, simplemente son. Por eso pienso que es más impactante, que se puede llegar a más público, con la historia de un animal que con la historia de un ser humano”.

Ese es el único nexo de unión entre EO y Al azar Baltazar, que la historia de un burro puede llegar muchísimo más al corazón y al cerebro de un público más amplio”.

Fotograma de 'EO'

Grandes actores europeos

Otra de las grandes diferencias con la película de Bresson es que EO cuenta con un gran reparto. “Los actores de Bresson eran todos amateurs -nos cuenta el director-, mientras que yo he contado con los mejores actores franceses y polacos como Isabelle Huppert, Sandra Drzymalska, Lorenzo Zurzolo, Mateusz Kosciukiewicz…”

También ha innovado muchísimo en el lenguaje cinematográfico: “Frente a ese único punto de vista de Bresson, que mencionaba antes, yo he usado muchísimos puntos de vista, muchísimos movimientos de cámara, incluso drones, para ofrecer otro punto de vista”.

“También -añade-, he usado colores irreales, exagerados, como rojos saturados… no son colores naturales. La narrativa también va a saltos, casi son fragmentos que se solapan. Y en la película de Bresson prácticamente no hay música, mientras que la mía está llena de música sinfónica, muy rica, que es una especie de monólogo interior del burro”.

“En mis películas -concluye-, siempre he intentado cumplir los estándares más vanguardistas. Siempre he intentado buscar mi propia voz, descubriendo nuevas formas de expresión artística”.

Isabelle Huppert en 'EO'

“Soy muy crítico con los seres humanos”

Los diferentes humanos por los que pasa el burro son a cuál peor. “Soy muy crítico con los seres humanos -confiesa-. Sobre todo, en su actitud hacia los animales, porque los tratamos como si no fueran seres vivos, como si fueran una silla que se pueda empujar de aquí a allá, o una botella vacía que pudiéramos tirar a la basura”.

Para la película han usado seis burros, preguntamos a Skolimowski si ha sido fácil trabajar con ellos: “No era nada fácil trabajar con burros, pero lo he conseguido gracias a usar la delicadeza, la suavidad… nunca los gritábamos, ni los empujábamos. Los trataba como a mi propio perro para ganar su confianza. Con mi perro lo conseguí a lo largo de los años”.

Y Siempre los susurrábamos -añade el director- Era muy importante el tono de voz y el tiempo que los dedicábamos. Los descansos en los rodajes, en vez de aprovechar para descansar o para comer, era un tiempo que yo dediqué a los burros. A estar con ellos. Para intentar conseguir una especie de consciencia de coexistencia de él y yo, para que el animal sintiera que es nuestro espacio, nuestro tiempo juntos, durante el que coexistimos”.

Fotograma de 'EO'

“La película intenta retratar el mundo contemporáneo”

La película tiene muchos géneros y registros, desde la crítica social, el realismo, la parodia… e incluso momentos de terror. “La película intenta retratar el mundo contemporáneo -asegura el realizador-. Y no se puede hablar del mundo actual sin hablar de problemas como la inmigración, el racismo, la xenofobia… Por eso en una de las escenas recreamos los discursos y promesas vacías que usan los políticos. Y denunciamos nuestra indiferencia hacia ciertos temas".

“Pero el burro no es el símbolo de la Europa actual -concluye Jerzy Skolimowski-. El burro representa a una vida individual, a un ser un humano, indefenso ante el mundo. Lamentablemente, pues tenemos líderes políticos a nivel mundial que nos llevan a más y más conflictos y en ese aspecto estamos completamente indefensos, al igual que este burro”.

Cartel de 'EO'