'El pequeño Nicolás', el inmortal personaje de Goscinny y Sempé, nos conquista en los cines
- Hablamos con Benjamin Massoubre, que ha dirigido la película junto a Amandine Fredon
- La cinta ganó el Festival de Annecy, está seleccionada a los Premios del Cine Europeo y se estrena este viernes
Hace más de 60 años que el guionista René Goscinny (1926-1977) y el ilustrador Jean-Jacques Sempé (1932-2022) publicaron los cinco libros originales de El pequeño Nicolás. Pero sigue siendo el personaje con el que los niños franceses aprenden a leer. Además de haberse publicado en más de 30 países. Este viernes llega los cines El pequeño Nicolás, una joya de la animación que mezcla las travesuras del niño con la biografía de sus creadores, que ganó el último Festival de Annecy y que es candidata a los Premios del Cine Europeo.
La cinta está dirigida por Amandine Fredon y Benjamin Massoubre, al que hemos podido entrevistar vía zoom. Benjamin nos confiesa que él es uno de esos niños que aprendió a leer con Nicolás. “Soy nieto e hijo de profesores y tanto mi padre como mi abuelo utilizaron este libro para enseñar a leer a muchísimos niños. Y ahora yo se lo leo a mis hijos. Si no recuerdo mal, es el primer libro que leí y me siento muy vinculado a él. Además, ha viajado en el tiempo, porque sigue muy presente en los colegios y bibliotecas de toda Francia”.
Pero… cómo es posible que unos libros escritos en los años 60 sigan enamorando a los niños de la era digital. “Yo creo -asegura el director-, que es tanto por sus dibujos, que desprenden una gran poesía, como por sus inolvidables historias, que están narradas a través de los ojos del pequeño Nicolás. Por eso, aunque en estas décadas el mundo haya cambiado tanto, sigue habiendo temas con los que todos los niños continúan identificándose, como sus miedos, sus preocupaciones, como pueden saltarse una clase… Y casi todos los niños siguen teniendo esa relación especial con sus abuelos. Son cosas que no han cambiado”.
Hay muchos niños traviesos en la historia del cine y el cómic, por eso preguntamos a Benjamin, qué cree que tiene de especial el pequeño Nicolás. “Lo que más que me gusta es la mirada que aporta sobre la vida y que me parece muy práctica: fundamentalmente se trata de no juzgar al prójimo y de tener esta actitud de simpatía y de disfrute de la vida”.
“Goscinny y especialmente Jean-Jacques siempre buscaron la felicidad, la comedia, la poesía y el placer a lo largo de toda su vida. Y esta forma de ver las cosas es fundamental en el pequeño Nicolás, que desprende esa alegría de vivir, que contagia absolutamente a todo lo que hace y que yo creo que se convierte en el tema principal de la película” –añade el director-.
Un maravilloso homenaje a Goscinny y Sempé
Pero en vez de limitarse a adaptar las aventuras del pequeño Nicolás, la película también es un homenaje a sus creadores: René Goscinny (Creador de Astérix y el Gran Visir Iznogud y guionista de las mejores aventuras de Lucky Luke) y Jean-Jacques Sempé (famoso en todo el mundo por sus fabulosas portadas para The New Yorker).
Por eso, la historia comienza en el momento en el que Goscinny y Sempé imaginan al personaje y luego mezcla la biografía de ambos, con algunas aventuras del niño adaptadas de los libros originales. “Para Amandine y para mí era fundamental contar su historia –asegura Benjamin-. Hemos trabajado ocho años en la película, desde 2014, e inicialmente iba a ser un documental con imágenes de archivo y algunas secuencias animadas intercaladas. Pero al final decidimos hacer un biopic de verdad, con toda la libertad que te permite la animación. Y descubrir por qué, de repente, hay dos adultos que quieren contar la infancia a través de los ojos de un niño que vive una infancia bastante idealizada”.
“Pero detrás de esa infancia ideal –añade el director-, nos encontramos con una historia de resiliencia. La de dos personas que no tuvieron una infancia feliz, ya que uno sufrió abusos y el otro vivió directamente las consecuencias del Holocausto. Esa historia de resiliencia nos pareció muy emocionante, además del desafío que suponía la parte estética de la película”.
“Sempé se emocionó al ver animados a Goscinny y Nicolás”
Goscinny falleció hace casi medio siglo (1977), pero Sempé falleció el pasado agosto, por lo que pudo participar en la película. “Estuvo muy involucrado desde el principio, desde la misma preproducción, para ayudarnos a decidir el estilo de animación. Nosotros veníamos de la animación por ordenador y nos encontramos con una persona que no había abierto un ordenador en su vida, cuyas herramientas eran la tinta, la pluma y la acuarela. Así que tuvimos que encontrar las herramientas adecuadas para intentar reproducir su etilo de forma orgánica y rendirle el homenaje que su obra merece”.
“Sempé vio la primera proyección de la película, en el Festival de Cannes, y me dijo que era la primera vez que veía a Nicolás de verdad –continúa el director-. Estaba realmente emocionado por ver cobrar vida a su hijo y también a su gran amigo Goscinny. Nos dijo que “era la adaptación más bella del pequeño Nicolás”, y esa frase nos sirvió un poco de consuelo cuando nos dejó”.
“Ha sido muy complicado adaptar el estilo de Sempé”
El estilo de Sempé parece sencillo, pero, como nos comenta Benjamin, no ha sido fácil adaptarlo al cine: “Ha sido muy complicado, porque era difícil trasladar a la pantalla esa especie de ingenuidad de sus dibujos. Además, lo de hacer una animación con pluma y tinta, como trabajaba, tampoco ha sido fácil”
“Pero afortunadamente –añade el director-, tuvimos la suerte de encontrar a muchísimos dibujantes y animadores que eran absolutos fanáticos de los dibujos de Sempé. Así que no tuvimos problema para reunir a muchísimo talento para la película. Fue una experiencia muy emocionante par todos y eso facilito mucho el trabajo”.
La hija de Goscinny ha participado en el guion
Anne Goscinny, la hija del creador del pequeño Nicolás, firma el guion junto a Michel Fessler y el propio Benjamin. “Para nosotros fue fundamental colaborar con Anne –asegura el realizador-. Nos dio acceso a muchísimo material sobre su padre, a los textos y dibujos originales del pequeño Nicolás… incluso nos permitió sentarnos en su despacho y tocar su máquina de escribir”.
“Todo eso fue muy emocionante y nos influyó mucho en el guion, sobre todo la correspondencia que mantuvieron ambos autores y especialmente una carta que Sempé envió a la viuda de René, tras su muerte, y en la que habla de cosas muy duras, pero donde también describía su última cena con Goscinny, en una brasserie, que incluye una maravillosa anécdota que hemos añadido al final de la película”.
Una película "construida como un musical"
Como quedaba patente en muchísimas de sus ilustraciones, Sempé era un gran melómano, lo que han querido respetar en esta cinta: “La película tiene una estructura narrativa muy exigente porque es una sucesión de sketches; y, por tanto, está construida como un musical”.
“Y es que-continúa-, si indagas en la vida y la obra de Sempé, verás que está llena de referencias a música y a cantantes. Le encantaba el jazz, la música clásica… Y por eso queríamos hacer una banda sonora que reflejase eso, pero también esa época de la Francia de la posguerra. Mi trabajo de montador me permitió conocer a Ludovic Bource, que ha compuesto la música, y, si os fijáis, os daréis cuenta de que ha conseguido que parezca que todo forma parte de un mismo acto, de un mismo movimiento. Ha hecho un trabajo realmente fantástico”.
No os perdáis El pequeño Nicolás, una película ideal para ver en familia y un homenaje a dos de los mayores talentos del cómic, la literatura y la ilustración. Se estrena en cines este viernes, 16 de diciembre.