Un cohete de SpaceX, propiedad de Elon Musk, lanza la primera misión mundial de reconocimiento de agua
- Ha puesto en órbita el satélite SWOT, que medirá con una gran precisión los niveles de mares, ríos y lagos
- Ayudará a conocer el papel del océano en el calentamiento global y permitirá llevar a cabo pronósticos climáticos
Un cohete Falcon 9 de SpaceX, la compañía propiedad de Elon Musk, ha despegado la pasada madrugada desde la costa californiana transportando la misión internacional SWOT, un satélite diseñado para llevar a cabo el primer estudio global del agua de la superficie de la Tierra. Desarrollado conjuntamente por la Nasa, la agencia espacial francesa Centre National d’Études Spatiales, la Agencia Espacial Canadiense y la del Reino Unido, permitirá mejorar la comprensión del ciclo del agua en la Tierra y del papel que desempeñan los océanos en el cambio climático.
La misión SWOT (Topografía de Aguas Superficiales y Océanos, en inglés) llevará a cabo un estudio exhaustivo de los océanos, lagos y ríos del mundo por primera vez. Este satélite de radar avanzado está diseñado para permitir un seguimiento sin precedentes del elemento que cubre el 70% del planeta, ya que es capaz de ofrecer una visión en 3D muy detallada, aportando información esencial sobre la mecánica y las consecuencias del calentamiento global.
Con casi dos décadas de desarrollo a sus espaldas, SWOT incorpora funciones avanzadas de radar de microondas que, según los científicos, permitirán recoger mediciones de altura y superficie de océanos, lagos, embalses y ríos con detalles de alta definición en más del 90% del planeta.
Los datos, recopilados a partir de barridos de superficie que se llevarán a cabo al menos dos veces cada 21 días, mejorarán los modelos de circulación oceánica, reforzarán las previsiones meteorológicas y climáticas, al mismo tiempo que ayudarán a gestionar los suministros de agua dulce en las regiones afectadas por sequías.
Temperaturas globales
El satélite SWOT ha sido diseñado y construido en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, cerca de la ciudad de Los Ángeles. Uno de los principales objetivos de la misión es explorar cómo los océanos son capaces de absorber el calor atmosférico y el dióxido de carbono en un proceso natural que modera las temperaturas globales y el cambio climático.
Explorando los mares desde su órbita, SWOT también está diseñado para medir pequeñas diferencias en las elevaciones de la superficie alrededor de corrientes y remolinos, con una resolución diez veces superior a la de cualquier tecnología existente, según el JPL.
La capacidad de este satélite para diferenciar pequeñas características de superficie también se puede utilizar para estudiar el impacto del aumento del nivel de los océanos en las costas. A lo largo de las zonas de marea, se podrá predecir cómo las inundaciones por marejadas ciclónicas pueden penetrar tierra adentro, así como el grado de intrusión de agua salada en estuarios, humedales y acuíferos subterráneos.
Los cuerpos de agua dulce son otro enfoque clave para SWOT, ya que está equipado para observar la longitud total de casi todos los ríos más anchos de 100 metros, así como más de un millón de lagos y embalses de más de 60.000 metros cuadrados.
Hacer un inventario de los recursos hídricos de la Tierra durante al menos tres años permitirá a los investigadores anticipar las fluctuaciones en las masas de agua dulce del planeta durante los cambios estacionales y eventos meteorológicos importantes.