El Tribunal Especial para Kosovo condena a un excomandante kosovar en su primera sentencia
- Salih Mustafá ha sido condenado a 26 años por la tortura y asesinato de prisioneros
- El tribunal internacional fue fundado en 2017 para juzgar los crímenes de la guerra Kosovo (1998-1999)
El Tribunal Especial para Kosovo ha condenado este viernes a Salih Mustafá, excomandante del Ejército de Liberación kosovar (ELK, o UÇK por sus siglas en kosovar), a 26 años de prisión por asesinato, detención ilegal y tortura de prisioneros.
Se trata de la primera sentencia de este tribunal internacional, con sede en La Haya, creado en 2015 para juzgar los crímenes cometidos durante la guerra de Kosovo (1998-1999) en la que se enfrentaron los independentistas y el Ejército y las milicias de Serbia, y que acabó con la intervención de la OTAN a favor de los primeros.
Torturas y asesinatos
El tribunal considera probada la comisión de tres crímenes de guerra: asesinato, torturas y detención arbitraria. No obstante, absuelve a Mustafá del delito de maltrato de los detenidos, según el fallo leído por la magistrada Mappie Veldt-Foglia.
Mustafá, que fue detenido hace dos años en Kosovo y trasladado a La Haya para ser procesado, fue comandante de la unidad guerrillera Bia, formada por entre 500 y 600 soldados del ELK y cuyo centro de operaciones se encontraba en un complejo de edificios en Zllash, una montaña a unos 20 kilómetros de la capital de Kosovo, Pristina.
Mustafá ordenó en abril de 1999 la tortura de seis personas, sospechosas de ser colaboradoras de las fuerzas serbias, y el asesinato de una de ellas.
El acusado se declaró no culpable en su comparecencia en septiembre del año pasado, y comparó al Tribunal con la Gestapo.
La magistrada que ha leído la sentencia ha mostrado su esperanza en que este primer fallo ayude a la "reconciliación entre comunidades" serbia y albano-kosovar en Kosovo.
El expresidente kosovar Hashim Thaçi, entre los procesados
El Tribunal Especial se rige por la ley kosovar, pero está formado por magistrados internacionales.
Otro de los procesados es el expresidente kosovar Hashim Thaçi, acusado de crímenes de guerra y de lesa humanidad por supuestas torturas, persecuciones, desapariciones forzadas y el asesinato de 100 personas.
Un informe del Consejo de Europa denunció en 2011 que prisioneros serbios y albanokosovares del Ejército de Liberación de Kosovo habrían sufrido, después de ser ejecutados, las extirpaciones de sus órganos para ser vendidos en el mercado negro, recuerda Efe.
La guerra de Kosovo entre el ELK y las fuerzas serbias terminó con una intervención aérea de la OTAN en 1999. La independencia de Kosovo, antigua provincia serbia poblada por una gran mayoría de albaneses étnicos, ha sido reconocida por más de cien países, entre ellos EE. UU. y la mayoría de los socios de la Unión Europea, aunque no por Serbia, Rusia, China, España, Grecia, Chipre, Eslovaquia, Rumanía y otros estados.