La hija de Ana Orantes: "Han pasado 25 años, pero la herida nunca sanará"
- Ana Orantes fue asesinada por su exmarido en Granada tras denunciar su maltrato en un programa de televisión
- El 016 es el teléfono de atención a las víctimas, gratuito y no deja huella en la factura; el correo es 016-online@igualdad.gob.es
"Las noches eran terroríficas, vivíamos con cerrojos y con el teléfono de la Guardia Civil, siempre pendientes". Con estas palabras ha relatado este sábado Raquel Orantes los días previos al asesinato de su madre, Ana Orantes, por parte de su exmarido hace 25 años.
"Parece que ha pasado mucho tiempo, pero la herida nunca sanará", ha dicho en una entrevista al Canal 24 horas sobre el asesinato ocurrido el 17 de diciembre de 1997, en Granada, después de que Orantes denunciara en un programa de televisión el maltrato que había sufrido durante 40 años por José Parejo. "Tal día como hoy nos arrebató lo más grande que teníamos en esta vida", ha lamentado su hija. "Para nosotros es importante que se la siga recordando", ha añadido.
La víctima había logrado separarse de Parejo, pero se veía obligada a convivir por orden judicial con su agresor, que acabó por quemarla viva tan solo 13 días después de su aparición pública en Canal Sur. "Fue un honor y un orgullo que mi madre lo contara", ha dicho su hija, que se encontraba entre el público cuando relataba lo sucedido y lo califica de "un acto de valentía".
Un asesinato que conmocionó a la sociedad española
El testimonio y muerte de Ana Orantes conmocionaron a la sociedad española y generó un movimiento de protesta, que acabó canalizándose en la aprobación tres meses del primer plan de acción contra la violencia doméstica. "Mi madre fue la gota que colmó el vaso", ha apuntado y rechaza que haya "partidos políticos que nieguen esta violencia". También ha señalado la importancia de los medios de comunicación para transmitir estos casos.
El siguiente paso fue la modificación del Código Penal de 1999, año en el que se tipificó la violencia psicológica como una forma de malos tratos en el ámbito doméstico. También se reformó la Ley de enjuiciamiento criminal para introducir la persecución de oficio de los malos tratos, es decir, sin necesidad de denuncia por parte de la víctima. "El maltratador se encargaba de anularnos y cambiarnos de hogar", ha explicado Orantes, que defiende que su madre trataba de "visibilizar" su experiencia y "tomar las riendas de su vida".
Asimismo, se incluyeron las órdenes de alejamiento en el artículo 48 del Código Penal, que estableció la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima, sus familiares u otras personas que los tribunales dictaminasen por cualquier medio. En 2002, el PSOE registró una proposición de ley contra la violencia de género, pero no fue admitida a trámite por los votos en contra del Partido Popular, que gobernaba en aquel momento.
La evolución de la normativa hasta la aprobación de la violencia de género
Un año después, en 2003, se aprobó la Ley reguladora de la Orden de protección de las víctimas de la violencia doméstica, que permitió a los jueces adoptar medidas civiles y penales provisionales en un plazo máximo de 72 horas después de recibir una denuncia por violencia machista. Aquel año también se empezaron a contabilizar oficialmente la víctimas de la violencia de género, que actualmente suman 1.174.
La Ley integral contra la violencia de género llegaría finalmente en 2004 con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. La norma fue aprobada por unanimidad e introdujo un agravante por género en los delitos de lesiones, maltrato habitual y trato degradante.
También mecanismos de protección para las víctimas como indemnizaciones, asistencia jurídica gratuita o recursos habitacionales, evitando así que las mujeres maltratadas tuvieran que vivir con su agresor, como le pasó a Ana Orantes.