Muere la escritora brasileña Nélida Piñón, ganadora del Príncipe de Asturias en 2005
- Hija y nieta de emigrantes gallegos, recibió recientemente la nacionalidad española
- Su obra cumbre es La república de los sueños (1984), que narra el éxodo masivo de los gallegos a Latinoamérica
La escritora brasileña Nélida Piñón, ganadora del Premio Príncipe de Asturias de las Letras de 2005, que recientemente recibió la nacionalidad española por el origen gallego de su familia, ha muerto este sábado en Lisboa a los 85 años de edad, según ha informado la Academia Brasileña de las Letras.
Piñón, autora de 25 libros, incluyendo novelas, cuentos, ensayos y memorias, fue la primera brasileña en recibir los principales premios de la literatura iberoamericana, como el Juan Rulfo o el Menéndez Pelayo y también la primera mujer en presidir la Academia Brasileña de las Letras (ABL).
De acuerdo con el comunicado divulgado por la entidad, la escritora será sepultada en el Mausoleo de la ABL, entidad que además le rendirá un homenaje especial el próximo 2 de marzo en el "Petit Trianon", el principal salón de la Academia, que era como un segundo hogar para la escritora.
El actual presidente de la ABL, Merval Pereira, en una entrevista al periódico OGlobo explicó que la escritora tuvo un problema de vesícula que la llevó al quirófano y, aunque venía recuperándose bien, este sábado tuvo complicaciones y no resistió
La escritora, junto con Jorge Amado y Paulo Coelho, es uno de los nombres de la literatura brasileña más conocidos en el exterior y formó parte del denominado del "boom latinoamericano", en el que también figuran autores como el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar, el peruano Mario Vargas Llosa y el mexicano Carlos Fuentes.
Piñón tuvo un estrecho vínculo con España pues sus padres y sus abuelos fueron emigrantes gallegos en Brasil y por eso recibió la nacionalidad española hace un año.
Vocación de escritora
Nacida en Río de Janeiro en 1937, Nélida Piñón descubrió su vocación de escritora desde niña y consideraba que en su formación había contribuido el hecho de ser de descendiente de inmigrantes gallegos, de sentirse extranjera en Brasil y de haberse interesado tanto por la cultura de Galicia como por la de España y de Portugal, hasta por la de Grecia clásica.
"De cierta forma considero que el hecho de ser de una familia emigrante que atravesó el Atlántico me dio también una dimensión atlántica y me abrió la puerta de todas las civilizaciones. Y no era por ser gallega, sino por ser peninsular, iberoamericana", decía.
Licenciada en Periodismo en la Pontificia Universidade Católica do Rio de Janeiro (1957), fue corresponsal en la revista Mundo Nuevo y colaboró en Cadernos Brasileños, aunque su salto a la literatura llegó en 1961, con Guía-mapa de Gabriel Arcanjo, que dio inicio a una carrera que comprende un total de 25 libros, incluyendo novelas, cuentos, ensayos y memorias. Su obra cumbre fue La república de los sueños (1984), que narra el éxodo masivo de los emigrantes gallegos a Latinoamérica.
Un día llegaré a Sagres (2020) fue su última novela, para cuya elaboración tuvo que recurrir al ingenio en momentos en que la visión ya le fallaba y tenía su brazo inmovilizado por una fractura que le impedía usar el ordenador.
"Por primera vez escribí una novela a mano. Trabajaba ocho horas diarias escribiendo a mano, pero tenía que hacer un gran esfuerzo para recordar lo que iba relatando debido a que no conseguía leer lo que escribía. Por eso me esforzaba para ni siquiera levantarme a ir al baño", relató en una entrevista en la época a EFE.
Compromiso con los derechos humanos
Su relación con lo iberoamericano la profundizó aún más al quedar bajo la guardia de la editora catalana Carmen Balcells, a la que la unió una gran amistad y quien la acercó a los escritores del llamado "boom latinoamericano".
La periodista carioca tampoco ocultó nunca su firme compromiso con los derechos humanos -solía aprovechar su activa vida en las redes sociales para divulgar campañas contra la censura, de la que se dijo víctima durante la dictadura brasileña- y con el feminismo. "Soy una feminista histórica. Mis primeros libros ya eran feministas", decía.
Pese a sus lazos con España, Piñón solo recibió la nacionalidad española en noviembre de 2021, en un viaje a Madrid en el que aprovechó para depositar en La Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en el cofre de seguridad número 1.261, una colección de libros, fotografías y objetos personales que permiten comprenderla.
Entre lo que dejó bajo custodia del Instituto Cervantes la primera autora en portugués en recibir este homenaje destaca la primera edición de Guía-mapa de Gabriel Arcanjo, el manuscrito de su novela La república de los sueños, una pluma que perteneció a su abuelo y algunos discursos que escribió en español.