Enlaces accesibilidad

La Comisión Europea aprueba el rescate alemán a la empresa energética Uniper por 34.500 millones

  • La guerra de Rusia contra Ucrania le había generado graves pérdidas a la compañía
  • La ayuda estatal cubrirá la diferencia entre el coste que asumirá Uniper para servir a los clientes al precio de mercado

Por
Logotipo de Uniper en la sede de la empresa, en Dusseldorf, Alemania.
Logotipo de Uniper en la sede de la empresa, en Dusseldorf, Alemania.

La Comisión Europea ha dado este martes su visto bueno para que Alemania acometa una recapitalización de hasta 34.500 millones de euros de la empresa Uniper, el mayor proveedor de gas del país que atraviesa apuros financieros por la guerra rusa contra Ucrania, tras concluir que la operación respeta las normas de competencia comunitarias.

"La Comisión concluyó que la medida de recapitalización contribuirá a evitar graves perturbaciones del mercado de gas natural alemán: la medida busca restaurar el balance y liquidez de Uniper en la situación excepcional causada por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrnaia, mientras mantiene las necesarias salvaguardas para limitar las distorsiones de la competencia", ha anunciado en un comunicado el Ejecutivo comunitario.

Por ello, la consideran "necesaria, apropiada y proporcionada" para evitar una grave perturbación en la economía de un Estado miembro y en línea con las normas europeas en materia de ayudas de Estado y de rescates y reestructuraciones.

Bruselas ha recordado que Uniper proporciona electricidad o gas a casi la mitad de los 900 municipios alemanes, es la cuarta compañía europea de almacenaje de gas, con en torno al 25% del total de reservas alemanas, y la guerra contra Ucrania le había generado graves pérdidas y puesto en riesgo su viabilidad, por lo que el rescate estatal busca que pueda seguir sirviendo a los consumidores.

Un rescate con el que el Estado se convierte en accionista mayoritario

En este contexto, el departamento que dirige vicepresidenta Margrethe Vestager ha autorizado un rescate que supondrá un aumento de capital en efectivo de 8.000 millones de euros, con el que el Estado alemán se convertirá en accionista mayoritario de la empresa, así como una autorización para proporcionar hasta otros 26.500 millones en capital.

De esta segunda parte, el Gobierno alemán prevé desembolsar hasta 6.500 millones a finales de este año para cubrir los costes de sustitución de 2022 y hasta 20.000 millones de manera trimestral en 2023 y 2024 para cubrir los que se vayan incurriendo una vez se confirme que se han realizado las entregas.

La ayuda estatal cubrirá la diferencia entre el coste que asumirá Uniper para servir a los clientes al precio de mercado, más alto, y el que hubiera pagado de haber podido seguir recibiendo el gas de proveedores rusos con los contratos a largo plazo que tenía firmados, aunque la empresa también tendrá que usar un 30% de beneficios generados con otras actividades para cubrir parte de estos costes.

Alemania tendrá que demostrar un plan de viabilidad

En su análisis, la Comisión señala que la medida "no excede el mínimo necesario para asegurar la viabilidad de Uniper y no va más allá de restaurar su posición de capital comparado con antes de la crisis energética", así como que la recapitalización evitará serias consecuencias para el mercado de gas alemán de una potencial insolvencia de la empresa.

Alemania tendrá que presentar antes de final de marzo de 2023 un plan que demuestre que la empresa puede ser viable o, de lo contrario, proponer una reestructuración, así como plantear antes de finales del año que viene una estrategia para reducir su presencia en el accionariado de Uniper hasta un máximo del 25% más una acción para finales de 2028 como tarde.

Se fijan además condiciones, de modo que hasta finales de 2026 o hasta que el Estado reduzca su participación, lo que ocurra antes, Uniper tendrá prohibido dar bonus a sus directivos y no podrá adquirir participaciones en otras empresas a menos que sea imprescindible para garantizar su viabilidad.

Asimismo, Uniper deberá deshacerse de algunas partes de su negocio, incluidas una planta eléctrica en Alemania y otra en Hungría y algunas subsidiarias, informó la Comisión.