Egipto, el escenario más espectacular para el cine
- Juan Luis Sánchez publica Egipto en el cine. Momias, faraones y pirámides
- Un repaso a las películas y series ambientadas en esta mítica civilización
Cuando oímos la palabra Egipto enseguida pensamos en faraones, pirámides, momias, enigmáticos jeroglíficos, maldiciones y tesoros míticos. Y es que esa gran civilización ha inspirado a grandes escritores y directores para crear obras inolvidables. El periodista cinematográfico Juan Luis Sánchez (Stephen King. Cine y series del rey del horror, ¡No salgáis al páramo! Todo el cine y series de hombres lobo) repasa las mejores películas (y también las peores), en el estupendo libro Egipto en el cine. Momias, faraones y pirámides (Diábolo ediciones).
Empezamos preguntando a Juan Luis por qué nos fascina tanto esa civilización: Pienso que sólo unos pocos ciudadanos podrían citar el nombre del actual presidente de Egipto y muchos serían incapaces de decir algo que haya sucedido en este país en el último siglo. Por el contrario, casi todos tienen datos sobre momias, y la construcción de las pirámides, conocen de sobra a Tutankamón, y sabrían identificar jeroglíficos, una forma de escritura obsoleta de una cultura lejana que no existe desde hace más de 1.600 años".
"La explicación radica en que se trata de una de las civilizaciones más deslumbrantes que haya existido en el planeta Tierra -añade Juan Luis-. A lo largo de la Historia no ha existido nada comparable a aquella enigmática sociedad junto al río Nilo. La sociedad moderna no sería lo que es hoy sin el Antiguo Egipto y las numerosas innovaciones de su cultura, en campos como la lingüística, arquitectura, arte, rituales religiosos, filosofía, etc.. Todo indica que nunca se repetirá nada igual".
Egipto como escenario cinematográfico
Por eso el cine, y sobre todo Hollywood, se han interesado enormemente por esta civilización. "El Antiguo Egipto da mucho juego en la pantalla, por el contraste entre la sobriedad y monotonía de la arena del desierto, en paisajes monocromos, y las colosales edificaciones con estatuas gigantes, y decoraciones coloristas -asegura Juan Luis-. También da mucho juego para construir imágenes espectaculares, de tal manera que las películas sobre este período histórico suelen tener éxito.
Por eso las primeras películas sobre egipto se remontan casi a los albores del cine, como nos explica Juan Luis: "Desde el primer momento ya había momias, faraones, esfinges y todos los elementos característicos. El primero en introducir la temática egipcia en el cine fue uno de los grandes pioneros, George Méliès, pues en Cléopâtre, de 1899 –uno de los primeros filmes de terror–, cuenta los esfuerzos de un individuo para resucitar al personaje citado en el título. Recuperó la temática en Infortunas d'un explorateur (1900), donde un audaz arqueólogo se atreve a perturbar la tranquilidad de una antigua momia egipcia, y también en El monstruo (1903), donde un narrador explica junto a la Esfinge la historia de un príncipe que contrató a un hechicero para traer de regreso a su difunta esposa. Las primeras grandes producciones sobre este asunto fueron rodadas por el alemán Ernst Lubitsch, responsable de Los ojos de la momia (1918) y La mujer del Faraón (1922)".
Cleopatra y la momia, las mayores estrellas de este subgénero
En cien años de cine, Cleopatra y la momia, se han convertido en las mayores estrellas de este subgénero, por lo que Juan Luis les dedica capítulos especiales del libro: "Si hubiera existido el Sálvame y la prensa del corazón en aquel momento, se hablaría más de Cleopatra que de Isabel Preysler, y hasta la habrían contratado para los anuncios de Porcelanosa. Fue la primera Celebrity internacional. Aunque vivió hace dos milenios, ha inspirado a numerosas personas a lo largo de los siglos, por su enorme inteligencia, su habilidad para la política (tiene mérito que sobreviviera como gobernante en una época en la que era casi imposible que ejerciera esta labor una mujer), su capacidad para caer bien a los demás, y su deslumbrante belleza. Fue una mujer alfa, pues todas las chicas quisieran ser como ella, y todos los tíos se habrían enamorado de ella. Falta una buena peli sobre Tutankamón, que da mucho juego".
El género también le debe mucho a la película La Momia (1932), que fue dirigida por Karl Freund y protagonizada por un inolvidable Boris Karloff en la cumbre de su popularidad. Destacar también el fabuloso maquillaje de Karl Freund, que ya creó el de Frankenstein (James Whale, 1931), también con Karloff".
"Me apasiona la historia romántica de La momia, sobre un amor que vence a la muerte y al paso de los siglos, que copió Coppola en su Drácula. El siempre brillante Boris Karloff consigue defender muy bien a su personaje" -nos comenta Juan Luis-.
El libro
Juan Luis nos explica cómo ha estructurado el libro: "Comienzo hablando a grandes rasgos de la presencia del Antiguo Egipto en la cultura popular, en un capítulo en el que hablo de los comics de Papyrus, y de temas musicales como “Walk Like an Egiptian” y “Powerslave”, de Iron Maiden. Después hablo de las primeras películas sobre el tema, y de las que provienen de la época dorada de Hollywood".
"Por su interés -añade el autor-, dedico un capítulo entero a Cleopatra, que resulta fascinante a todo el mundo, y después hablo de títulos modernos, recordadas series televisivas, producciones animadas, las películas de terror, que sobre todo explotan las maldiciones de la momia, y finalmente se recopilan los títulos más interesantes del cine del actual Egipto".
Entre la historia y la leyenda
Preguntamos a Juan Luis ¿Qué hay de historia y qué de leyenda en las películas de Hollywood? Por ejemplo: ¿Qué hay de cierto en esas películas donde al faraón le enterraban con su familia y esclavos? "Al parecer los historiadores dicen que es cierto, al menos durante la primera dinastía de faraones de Egipto: a partir de la segunda, la orden dejó de aplicarse. Cuando se encontró la tumba del faraón Aha, en Abidos, se comprobó que murió a los 62 años en un accidente de caza, pero no sólo fue enterrado él, sino que a su alrededor se colocaron sus tres esposas, dado que los faraones tenían varias, y un niño pequeño. Junto al crío había 25 brazaletes de marfil, de lo que se deduce que era un hijo muy amado por el faraón… ¡menos mal! ¡En caso contrario le habría matado de forma más cruel"
"Las películas de Hollywood suelen ser poco rigurosas históricamente -añade-. Basta recordar a las bailarinas en bikinis verdes de Los diez mandamientos, los escotes pronunciados de Elizabeth Taylor en Cleopatra, muy alejados de la moda de aquel momento, o El rey Escorpión, donde Dwayne Johnson lleva pantalones y monta a caballo, mil y pico años antes de que este animal llegara a Egipto".
El cine egipcio actual
El libro también incluye un capítulo sobre el cine egipcio actual, más desconocido en españa de lo que nos gustaría: "En la actualidad -comenta Juan Luis-, Egipto es el país más productivo de Oriente Medio en cuanto a número de películas que se estrenan cada año. Sus títulos, rodados en árabe egipcio, abastecen a los países árabes, por lo que se le considera el Hollywood de Medio Oriente, y de hecho más de las tres cuartas partes de estrenos de la zona proceden de este país. Pese a todo, existen pocos títulos que tengan repercusión en occidente, como El edificio Yacubian (2006), Mujeres de El Cairo (2009), El Cairo 678 (2010), Clash (2016), El Cairo confidencial (2017), y otras".
Preguntamos a juan Luis si cree que ya se ha rodado la gran película sobre Egipto: "Existen películas estupendas, como Tierra de faraones, de Howard Hawks, pero poco realistas, son espectáculos de Hollywood irreales. Ridley Scott rodó una cinta un tanto más realista, Dioses y Reyes, pero le falta algo de chispa. Faltaría una película más redonda, y a la vez rigurosa históricamente. Lo que no se ha hecho todavía es ninguna serie que explote el Antiguo Egipto de forma convincente. El que la haga, se forra".
Las mejores películas sobre Egipto...
Preguntamos a Juan Luis cuáles son, para él, las mejores películas que han tenido Egipto como escenario:
1. La momia (1932), uno de los grandes títulos del mítico Boris Karloff, inolvidable como Imphotep, príncipe y sacerdote egipcio. Me parece fascinante la subtrama romántica.
2. Tierra de faraones (1955), uno de los mejores títulos de Howard Hawks, que imagina cómo fue la construcción de la Gran Pirámide de Keops. Es una de las pelis favoritas de Scorsese.
3. Los diez mandamientos (1956), de Cecil B. DeMille. Una superproducción de Hollywood de las que ya no se hacen.
4. Cleopatra (1963), con una Elizabeth Taylor que nos dejó a todos fascinados.
5. Faraón (1966), de Jerzy Kawalerowicz, logrado film polaco, de ambientación creíble y apabullante puesta en escena que habla sobre el enfrentamiento entre el poder político y el religioso.
...Y las peores
1. La momia (2017). Una de las peores películas que he visto en mi vida, y uno de los pocos pases de prensa en el que nos han invitado a palomitas y refresco (supongo que en un intento desesperado de que no la pusiéramos a parir). Tom Cruise no logró resucitar la franquicia. Fue la primera película del anunciado Dark Universe, de Universal… ¡y también la última! Gracias a Ra y a Amón.
2. Sangre en la tumba de la momia (1971), de lo peor de la factoría Hammer, llena de clichés sin gracia. Además, la momia es la bellísima Valerie Leon, que no parece haber sido momificada, al parecer ha estado en animación suspendida. Está estupenda, lo que los espectadores agradecemos, pero desde luego no da ningún miedo. La única persona que aparece vendada es una que ha sobrevivido a la debacle final.
3. Dioses de Egipto (2016), la peor película de Alex Proyas. Él mismo lo reconoce. “Los críticos siempre me odian y me ponen a parir. Esta vez se lo puse en bandeja para afilar las hachas. Malísimos efectos especiales de dioses convirtiéndose en pokémons.
4. El Rey Escorpión 4: La búsqueda del poder (2015). Patética secuela de la saga con el dragón peor hecho de toda la Historia del Cine. La vi porque en el cartel aparece en grande Lou Ferrigno, el recordado Hulk, pero luego resulta que sólo sale un minuto al principio.
5. El erótico y loco túnel del tiempo (1983). Una peli del destape español, donde Perico, un joven de Matalascañas (Toledo) tiene en su casa una máquina para viajar a escenarios del pasado, en los que acostumbra a participar en orgías. Lo mejor es que para regresar del viaje debe pulsar un botón… ¡de su reloj Casio con calculadora!
Para terminar preguntamos a Juan Luis por sus futuros proyectos: "Iba a contarte alguno, pero Lorenzo, el editor de Diábolo Ediciones, ha despertado a una legión de momias que me vigilan para que no diga nada, porque la competencia se copia. Cuidado con Lorenzo, podría enterrarnos a los dos y poner encima una pirámide".