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Coronavirus

Aterrizan en Madrid los primeros pasajeros de China a los que se aplica controles COVID

  • España, al igual que otros países , exige una prueba negativa o la pauta de vacunación completa
  • Han llegado con hora y media de retraso y se les ha revisado la documentación y tomado la temperatura

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Una imagen de pasajeros de un avión procedente de China tras recoger su equipaje en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Una imagen de pasajeros de un avión procedente de China tras recoger su equipaje en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Con hora y media de retraso han aterrizado este sábado en Madrid a las 19.45 horas los pasajeros del primer vuelo procedente de China tras implantar España controles sanitarios a estos viajeros, a quienes se ha revisado la documentación y tomado la temperatura.

Desde este sábado España ha puesto en marcha medidas de control sanitario a pasajeros procedentes de vuelos con origen en China, a quienes se somete a un control visual y de temperatura y a una prueba diagnóstica de infección activa por SARS-CoV-2, aunque las personas entrevistadas han explicado que solo se les ha tomado la temperatura.

Entre los familiares que han esperado en el aeropuerto a sus familiares se encuentra Vanesa, hermana de Israel, que trabaja en un laboratorio de una Universidad de Xian, y que regresa a España después de tres años debido a las restricciones de movilidad impuestas en el país asiático por la pandemia.

En estos momentos, explica Vanesa, no hay información oficial en China de lo que está ocurriendo con los contagios pero muchas personas del entorno de su hermano han sufrido la infección por la COVID-19.

Israel llega con cuatro vacunas puestas, sin embargo " mucha gente no se lo ha puesto" allí, explica Vanesa, quien ha tenido que informar a su hermano de las nuevas medidas impuestas por el Ministerio de Sanidad.

En China, ha continuado, muchos ciudadanos, ante la sospecha de estar infectado, "se queda en casa" porque no desean ser derivados al hospital.

Los controles se mantendrán hasta el 15 de febrero

Tras señalar que su hermano tenía "unas ganas locas de venir a España", a pesar de que los precios de los billetes de las aerolíneas se han duplicado, añade que si él pudiera "no regresaría" pero no puedo si no encuentra trabajo en España.

Los controles se mantendrán hasta el 15 de febrero de 2023 y afectarán a los pasajeros de vuelos con origen en la República Popular China, de forma que los vuelos de otros lugares, como Hong-Kong, no se verán afectados.

Las tripulaciones, los menores de doce años y los pasajeros que lleguen a España en tránsito, siempre que no abandonen el aeropuerto y cuya estancia no sea superior a 24 horas, quedarán excluidos de estas medidas, adoptadas ante la preocupación por la evolución de la ola de contagios en China y la dificultad de hacer una correcta evaluación de la situación.

Segundo gobierno europeo en imponer controles en la frontera

La resolución del Ministerio de Sanidad, publicada este sábado en el BOE, también prevé la exigencia de un Certificado COVID Digital de la UE (CCD-UE) o equivalente a todos los pasajeros de vuelos procedentes de China desde el próximo 3 de enero.

A excepción de los vuelos procedentes de China, no se realizan controles sanitarios por COVID-19 para entrar en España.

El Gobierno español es, tras el italiano, el segundo de Europa en imponer controles en la frontera -prueba diagnóstica negativa certificado vacunal- a los viajeros procedentes de China, algo que también ha hecho Estados Unidos, Japón e Israel, entre otros.

Según el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC), la subida de casos de coronavirus en China no supone de entrada un "reto" para la Unión Europea porque son las mismas variantes que ya circulan en el continente y a la alta inmunidad y los índices de vacunación de la población. "No se espera que una subida de casos en China impacte la situación epidemiológica de COVID-19", señaló este viernes el ECDC.

La OMS urge a China a compartir datos en tiempo real

La CE recuerda que Pekín levantará las restricciones de viaje el próximo 8 de enero y pide atención a los Estados miembros porque "los datos epidemiológicos o los datos de prueba para China son bastante escasos, la vacunación general la cobertura en China es baja y no hay una decisión de equivalencia" con el certificado europeo de vacunación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró recientemente "muy preocupada" por la evolución de la COVID-19 en China y reclamó "más información", a lo que Pekín respondió que ha compartido sus datos "de forma abierta, puntual y transparente" desde el inicio de la pandemia.

La rápida propagación del virus por el país ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que han informado de apenas un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones se ha contagiado.