Diez avances científicos que han marcado 2022: el año en el que el ser humano volvió a mirar al universo

• La exploración espacial ha sido la gran protagonista de este año que termina, aunque ha habido otros grandes hitos
• La investigación en medicina, genética, vacunas, inteligencia artificial o fusión nuclear también ha tenido un papel destacado

Vista parcial de Los Pilares de la Creación, obtenida por el telescopio James Webb.

El año 2022 ha estado repleto de grandes avances científicos, que han abarcado desde el ámbito inmediato de la salud hasta los rincones más remotos del universo. La exploración espacial ha sido la gran protagonista de este año que termina, con acontecimientos tan reseñables como el lanzamiento del telescopio James Webb, los primeros pasos para llegar a la Luna y después a Marte, el desvío de la trayectoria de un asteroide, o los primeros astronautas españoles en 30 años. Pero ha habido mucho más. Estos son 10 hitos científicos que han marcado 2022:

Telescopio espacial James Webb

Dentro de la gran cosecha científica que ha deparado 2022, ha sobresalido un hito por encima del resto: la puesta en órbita del telescopio James Webb. Se trata del observatorio espacial más potente jamás concebido, y está diseñado para realizar descubrimientos revolucionarios que marcarán una nueva era en la investigación astronómica.

La complejidad del proyecto se tradujo en casi 15 años de retraso y un presupuesto que se disparó prácticamente hasta los 10.000 millones de dólares, desde los 500 iniciales. Pero la espera y la inversión han merecido la pena, ya que sus primeros resultados no han defraudado.

James Webb se ha convertido en el ojo más preciso del ser humano en el universo, capaz de ofrecer una definición y una profundidad nunca alcanzadas hasta ahora. En sus pocos meses de funcionamiento, ya ha sido capaz de dejar imágenes que han pasado a formar parte de la historia de la ciencia, como la versión actualizada de Los Pilares de la Creación, que fue la instantánea más icónica de su antecesor directo, el telescopio Hubble. También la del nacimiento de una estrella con forma de reloj de arena, o la vista más clara de los anillos de Neptuno, o la imagen infrarroja más profunda del universo, o la nebulosa de la Tarántula, la Rueda del Carro, entre otras muchas.

Avances contra el cáncer que invitan a la esperanza

Aunque en 2022 no se ha producido ningún descubrimiento sobre el cáncer que pueda ser considerado como radical, el año ha vuelto a ser especialmente fructífero en cuanto a las miles de investigaciones que se están desarrollando a lo largo y ancho del planeta. La lucha contra esta enfermedad es una batalla que se libra día a día, y se basa sobre todo en la suma de pequeños avances, por lo que cada investigación aporta un grano de arena esencial.

En las próximas décadas, el cáncer seguirá siendo uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo. Se estima que entre 2020 y 2040 se producirá un incremento de casi un 50% en los nuevos diagnósticos de esta enfermedad, al mismo tiempo que se hará más prevalente en menores de 50 años. Sin embargo, gracias a la investigación, en las cuatro últimas décadas se ha incrementado notablemente la supervivencia de los pacientes, hasta el punto de duplicarse, y es probable que continúe creciendo en los próximos años. Aunque esta tendencia no compensará el aluvión de casos que se prevé.

La investigación contra el cáncer ha ofrecido grandes resultados en todo el mundo, y también en España, donde se está llevando a cabo una ciencia brillante en este campo. Así, en este 2022, hemos conocido noticias realmente esperanzadoras, como el éxito de la inmunoterapia CAR-T, o la detección precoz del cáncer de páncreas mediante análisis de sangre, o el hallazgo del 'talon de Aquiles' del cáncer de pulmón, o el descubrimiento del "punto débil" de muchos tumores multirresistentes, o los prometedores resultados de multitud de nuevas terapias, tratamientos y ensayos clínicos.

Vacunas contra el VRS

Las primeras vacunas frente al virus respiratorio sincitial (VRS) comenzaron a desarrollarse hace medio siglo, pero nunca han estado tan cerca de ver la luz como en la actualidad. Ha sido en el año 2022 cuando por fin los ensayos clínicos de dos vacunas contra el VRS (desarrolladas por las farmacéuticas GSK y Pfizer) han demostrado su eficacia y seguridad tanto en lactantes como en adultos.

Las nuevas vacunas se basan en proteínas virales, y los científicos han logrado superar los problemas que han arrastrado desde hace décadas: potenciar su inmunogenicidad y, sobre todo, evitar los efectos adversos graves. A diferencia de otros virus, como el de la gripe, el VRS es muy estable y apenas varía, por lo que la protección ofrecida por estas vacunas podrá ser, en principio, duradera.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es la causa más frecuente de bronquiolitis y neumonía en lactantes menores de un año, pero también puede afectar a adultos, especialmente ancianos. Este año, la coincidencia de VRS, gripe estacional y COVID-19 está tensionando una vez más el sistema sanitario.

Misiones de la NASA: Artemis y DART

2022 ha sido un año especialmente fecundo para la investigación espacial. La NASA ha llevado a cabo con éxito la primera fase de la Misión Artemis, con la que pretende regresar a la Luna y establecer allí una base permanente, como paso previo a la conquista de Marte.

El programa consta de tres fases: Artemis I, Artemis II y Artemis III. En esta primera fase, se ha planificado un vuelo sin tripulación y con tres maniquíes equipados con múltiples sensores para recabar datos. Está previsto que Artemis II se lleve a cabo durante la primavera del año 2024 y ya contará con cuatro astronautas, que orbitarán la Luna a bordo del módulo Orión, aunque sin pisar el suelo del satélite. Previsiblemente en 2025, si no hay retrasos, Artemis III se convertirá en la primera misión que lleve a una tripulación humana a la superficie lunar, desde el Apolo 17 en 1972.

Pero este año la NASA también ha hecho historia al conseguir que una sonda se estrellara contra el asteroide Dimorphos, con el objetivo de desviar su trayectoria, en lo que supone el primer ensayo para que la Tierra pueda defenderse en el futuro del impacto potencialmente catastrófico de objetos espaciales. El logro ha necesitado de una precisión extrema: la sonda, del tamaño de un frigorífico, ha tenido que golpear un cuerpo de apenas 160 metros de diámetro, ubicado a aproximadamente once millones de kilómetros de la Tierra.

Dos semanas después del impacto, la agencia espacial estadounidense confirmó el éxito de la misión. Aunque también quiso dejar claro que, a pesar de este ensayo, no prevé que ningún objeto pueda representar una amenaza directa contra la Tierra durante los próximos 100 años, pero ha decidido poner a prueba su tecnología para estar preparada.

Secuenciación completa del genoma humano

Un consorcio internacional de científicos ha publicado en 2022 la primera secuencia completa y sin huecos de un genoma humano, un logro fundamental para comprender todo el espectro de la variación genómica humana.

Este hito supone el inicio de una nueva etapa que augura grandes avances en diferentes campos científicos, especialmente en el de la medicina. Hasta ahora solo se había logrado leer el 92% del genoma humano, compuesto por los 3.000 millones de bases o letras de nuestro ADN. Sumándole ese 8% restante -lo que se conocía como "zona gris"-, el mapa completo aportará conocimientos vitales para comprender las contribuciones genéticas a determinadas enfermedades y permitirá utilizarlo como parte rutinaria de la atención clínica, dentro de terapias cada vez más personalizadas.

Avances en inteligencia artificial

El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) se ha acelerado en 2022, con pasos muy importantes en ámbitos que antes se consideraban exclusivamente humanos, como la expresión artística. La actual inteligencia artificial ya es capaz de hacer fotos, componer música, pintar cuadros y hasta desarrollar textos con coherencia.

La técnica en la que se basa la inteligencia artificial es el aprendizaje profundo, que emplea grandes cantidades de datos y redes neuronales artificiales para realizar tareas complejas. En los últimos años, el avance en la arquitectura de redes neuronales ha permitido que estos programas aprendan de manera más eficiente, mejorando aspectos como el procesamiento del lenguaje natural o el reconocimiento de imágenes.

En el campo de la ciencia, la aplicación de la inteligencia artificial abre un horizonte inédito de posibilidades. Por ejemplo, las herramientas que predicen la estructura 3D de las proteínas, que en 2022 han seguido mejorando; o el caso de la compañía DeepMind, propiedad de Google, con cuyo programa AlphaFold ha logrado predecir la forma tridimensional de más de 200 millones de proteínas de los organismos de la Tierra.

A finales de noviembre, la compañía OpenAI lanzó chatGPT, un asistente virtual capaz de mantener una conversación fluida y natural con su interlocutor. Aunque aún está dando sus primeros pasos, chatGPT puede responder a múltiples preguntas, resolver problemas de programación, escribir artículos periodísticos e incluso contar chistes.

Fusión nuclear

La idea de poder obtener energía limpia, barata y prácticamente inagotable está un poco más cerca después de que científicos de Estados Unidos hayan conseguido producir energía de manera eficiente mediante la fusión nuclear, que consiste en replicar de manera controlada una reacción similar a la que se produce en el Sol o en cualquier otra estrella. Sin embargo, aún tendrán que pasar muchos años, incluso décadas, para que las centrales de fusión nuclear sean una realidad.

En todo el mundo se están llevando a cabo muchos experimentos relacionados con la fusión nuclear, tanto por confinamiento magnético como por confinamiento inercial, que son las dos maneras de alcanzarla. El mayor proyecto, aún en desarrollo, es el ITER, que se está construyendo en la localidad francesa de Cadarache, impulsado por un consorcio de más de 30 países, entre ellos España.

Imagen del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, donde se ha llevado a cabo con éxito la fusión nuclear. U.S. DEPARTMENT OF ENERGY

Primer trasplante de corazón de un cerdo modificado genéticamente

2022 ha sido también el año en el que se ha logrado por primera vez trasplantar con éxito un corazón de cerdo modificado genéticamente a un ser humano, lo que representa un hito en la historia de la medicina, ya que es la culminación de un viejo anhelo científico: los xenotrasplantes, o trasplantes de animales a personas, una idea que surgió con la finalidad de paliar la escasez de órganos humanos.

El órgano porcino fue sometido a edición genética, llevada a cabo con herramientas CRISPR, para evitar su rechazo por parte del sistema inmunitario humano, y también para impedir que retrovirus endógenos porcinos (PERV) pudiesen infectar las células humanas. Aunque David Bennett, el receptor del trasplante, falleció dos meses después, la operación puede considerarse un éxito en todos los sentidos, ya que permitió a los investigadores obtener conocimientos muy valiosos que van a servir de gran ayuda en futuros ensayos clínicos destinados a perfeccionar los xenotrasplantes.

Astronautas españoles

También en 2022, los leoneses Pablo Álvarez y Sara García se han convertido en los primeros astronautas españoles en tres décadas, cogiendo el testigo de Michael López-Alegría (NASA) y Pedro Duque (ESA).

Pablo Álvarez, ingeniero aeronáutico, ha sido seleccionado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para formar parte de su nuevo equipo como astronauta titular, mientras que la investigadora del cáncer Sara García ha sido escogida como astronauta suplente, dentro de la nueva promoción cuyos miembros podrán participar en futuros vuelos tripulados dentro de misiones trascendentales.

No se trata de un hecho aislado, ya que España ha apostado fuertemente por la investigación espacial, con 1.500 millones de euros para los próximos cinco años, la mayor apuesta que ha hecho nuestro país en el sector del espacio. El principal reto que está sobre la mesa es la creación de una Agencia Espacial Española.

Los astronautas leoneses Pablo Álvarez y Sara García. EFE / J. CASARES

Cambio climático y protección del medio ambiente

Estados Unidos, el segundo emisor mundial de gases de efecto invernadero por detrás de China, ha aprobado este año la conocida como Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), que, aunque no es un texto puramente cimático, supone el mayor paso dado por este país en la lucha contra el calentamiento global.

La Ley de Reducción de la Inflación destinará alrededor de 400.000 millones de dólares al impulso de la energía verde y a la reducción de las emisiones contaminantes. Aunque el objetivo de reducir la inflación ha podido robar protagonismo al resto de aspectos de la ley, la norma es muy ambiciosa en términos medioambientales y pretende, entre otras cosas, construir una economía de energía limpia para 2030.

Por ello, se ha establecido un plazo de 10 años para apoyar la electricidad procedente de fuentes renovables y la energía nuclear, a la vez que impulsará el uso de vehículos eléctricos y la investigación para reducir las emisiones industriales. Se calcula que así podrá reducir en 2030 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% respecto a 2005, aunque esta meta se quedará corta si se quiere alcanzar el objetivo del 50% establecido por un Acuerdo de París que cada vez se antoja más inalcanzable.

En este sentido, este año se ha celebrado la Conferencia por el Cambio CIimático de Naciones Unidas (COP27) de Egipto, que una vez más ha estado llena de luces y de sombras. Mientras la presidencia de la cumbre lo califica de “histórico” debido a la aprobación de un fondo destinado a financiar las pérdidas y daños climáticos para los países más vulnerables; la Unión Europea se ha mostrado “decepcionada” por no haber avanzado en la reducción de emisiones frente a las resoluciones de la COP26 del 2021 de Glasgow.

Mientras tanto, casi a final de año, 200 países han alcanzado un acuerdo histórico para salvar la biodiversidad y proteger el 30% del planeta de aquí a 2030, en lo que los expertos han calificado como el equivalente del Acuerdo de París para la biodiversidad.