Unas 65.000 personas se despiden de Benedicto XVI en el primer día de su capilla ardiente
- El velatorio del papa emérito permanecerá abierto los tres días previos al funeral, el jueves 5 de enero
- La reina Sofía y el ministro de la Presidencia asistirán al funeral
- Benedicto XVI, en directo el funeral del Papa desde el Vaticano
Centenares de fieles se despiden este lunes de Benedicto XVI en la capilla ardiente que se ha abierto a las 9 de la mañana en la basílica de San Pedro. Muchos visitantes han hecho cola en la plaza desde la madrugada para poder acceder los primeros y está previsto que el velorio continúe hasta las siete de la tarde, también este martes y miércoles.
El difunto papa emérito descansa sobre un catafalco, cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas. Viste una casulla roja y lleva en la cabeza una mitra blanca adornada. Además, en sus manos entrelaza un rosario en sus manos. El lugar elegido para al velatorio dentro de la basílica es delante del baldaquino de Bernini, el emblemático templete de cuatro columnas situado en la nave central.
El Vaticano ha informado de que la Basílica de San Pedro ha recibido este lunes a 65.000 fieles en la primera jornada de la capilla ardiente, una cifra que ha superado con creces las expectativas, ya que la delegación del Gobierno en Roma estimaba en 35.000 los visitantes diarios.
Sin palio papal ni cruz pastoral, símbolos de gobierno
Como Benedicto XVI renunció al pontificado en 2013, para la ceremonia se ha prescindido de algunos distintivos que simbolizan la potestad de gobierno. Así, no lleva la cruz pastoral (el bastón rematado con una cruz) ni el palio papal (la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros). En su lugar, se colocará el palio sobre el ataúd como se hace para los obispos eméritos, según han informado los medios italianos. Además, sus zapatos son negros y no del acostumbrado color burdeos.
En la basílica, antes de inaugurarse el velatorio público, se ha celebrado una liturgia privada, sin cámaras, a la que han asistido los cardenales y amigos más cercanos del pontífice emérito, así como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Rezos, fotografías y homenajes de los devotos
Su fiel secretario monseñor Georg Gänswein y el cardenal italiano Mauro Maria Gambetti custodiaban el cuerpo del papa alemán cuando han entrado los primeros devotos en el templo. La cola avanza entre rezos, fotografías tomadas con los móviles y silencios respetuosos ante los restos de Benedicto XVI.
En la cabeza de la fila para entrar, unos sacerdotes estudiantes de teología en Roma procedentes de la India han explicado a EFE que han madrugado para poder despedirse del que consideran el mayor teólogo de los últimos siglos después de San Agustín. Aunque son muy jóvenes y no han vivido plenamente su pontificado, han asegurado que "habían estudiado todos sus textos" y que además de "por ser papa, nutrían una gran admiración por Ratzinger como gran teólogo".
También muchas religiosas estaban ya desde primeras horas de la mañana en la cola, así como numerosos romanos que quisieron acercarse antes de incorporarse al trabajo para saludar al papa emérito. La capilla ardiente seguirá abierta los días 3 y 4 de enero con un horario más amplio, desde las siete de la mañana.
El Papa Francisco oficiará la misa del funeral
El féretro se ha trasladado desde el monasterio Mater Ecclesiae, donde vivió desde su renuncia y murió el sábado 31 de diciembre a las 9:34 horas. El primero en velarlo fue el Papa Francisco y será el encargado de oficiar la misa del funeral, este jueves 5 de enero en la plaza de San Pedro.
De nuevo, los fieles podrán asistir a ese último adiós al que, de forma oficial, solo se ha invitado a las delegaciones de Italia y Alemania. Otras autoridades podrían asistir, no obstante, a título personal. En total, se espera hasta unas 60.000 personas.
La reina Sofía y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, asistirán al funeral del papa emérito. También se sumará el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, que también oficiará este sábado una misa funeral en la Sagrada Familia de Barcelona.
Finalmente, los restos mortales de Joseph Ratzinger descansarán juntos a los de otros pontífices, en la cripta bajo la basílica de San Pedro.