Moscú reconoce la muerte de al menos 63 soldados en un ataque ucraniano en Donetsk, uno de los más letales
- Según el Ministerio de Defensa ruso, el ataque se ha producido con seis misiles HIMARS
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El Ministerio de Defensa de Rusia ha reconocido este lunes la muerte de al menos 63 soldados rusos por el impacto de un misil ucraniano contra un cuartel del Ejército ruso en la localidad de Makíivka, en la región de Donetsk, anexionada por Moscú en septiembre. El ataque ucraniano es uno de los más letales desde que comenzó la invasión el pasado 24 de febrero.
Por su parte, el mando ucraniano ha informado sobre este ataque en su cuenta de Facebook y ha señalado que "Papá Noel empaquetó 400 cadáveres de cerdos rusos", además de más de 300 heridos.
Tras los ataques masivos de misiles y drones rusos del 31 de diciembre y el 1 de enero, los rusos han vuelto a la carga este lunes y el Ejército ucraniano ha anunciado el derribo de la mayoría de los proyectiles.
Ucrania responde a los continuos ataques rusos
Rusia ha castigado a Ucrania por tercera jornada consecutiva con ataques masivos de misiles y drones, sin lograr quebrar el espíritu de resistencia de los ucranianos. "Vemos que durante tres días consecutivos nos atacan. No sabemos todavía qué es lo que han planificado", ha declarado este lunes en la televisión ucraniana el portavoz de la comandancia de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuri Ignat. "Simplemente, debemos prepararnos y mantener la pólvora seca, los misiles en sus posiciones, la gente lista", ha añadido.
El comando de la Fuerza Aérea del Ejército ucraniano ha informado de que las fuerzas de Ucrania han destruido "en la noche del 1 al 2 de enero un total de 39 drones que las fuerzas rusas lanzaron contra Ucrania, junto con dos drones de reconocimiento del tipo Orlan-10 y un misil guiado lanzado desde el aire del tipo Kh-59".
De ellos, nueve han sido derribados sobre las regiones de Dnipropetrovsk y Zaporiyia, mientras varios proyectiles han caído en un mercado de la ciudad de Beryslav, en la región de Jersón, en donde han resultado heridas cinco personas.
Por su parte, Ukrenergo, el operador de la red de distribución eléctrica de Ucrania, ha indicado que la situación está "bajo control" pese a que los ataques nocturnos afectaron al servicio eléctrico de Kiev, "debido a lo cual se llevan a cabo cortes de emergencia".
Ucrania no se ha quedado de brazos cruzados ante los continuos ataques rusos y ha respondido con el bombardeo del cuartel del Ejército ruso en la localidad de Makíivka.
El Ministerio de Defensa ruso ha señalado que "el régimen de Kiev atacó con seis misiles HIMARS producidos en Estados Unidos un cuartel temporal de una de las unidades de militares rusos", dos de los cuales fueron derribados por la defensa antiaérea rusa.
Kiev "percibe" el temor de Moscú
El asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, ha asegurado que "lo que más teme Rusia es que Ucrania vaya hasta el final". "Rusia no puede influir en nada. Algo que sin lugar a dudas ellos no desean, ya que no se trata solo de Ucrania, se trata de la influencia de Rusia en los temas conflictivos de la política global", ha explicado a la televisión ucraniana, al señalar que Kiev no cambiará su actitud ante la invasión rusa.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se ha referido al miedo de Rusia y ha indicado que este "se percibe".
"Hacen bien en tener miedo, porque están perdiendo. No les ayudarán ni los drones, ni los misiles, ni todo lo demás, porque estamos juntos. No podrán quitarle la independencia a Ucrania", ha añadido.