El papa Francisco recuerda a Benedicto XVI en su misa de Año Nuevo mientras Roma se prepara para el funeral
- El pontífice encomienta a la Virgen al "amado papa emérito" en su homilía de año nuevo en el Vaticano
- Se prevé que unas 65.000 personas acudan el jueves a la capital italiana para el funeral del papa emérito
- Benedicto XVI, en directo el funeral del Papa desde el Vaticano
El papa Francisco ha recordado este domingo al "amado" papa emérito Benedicto XVI, su predecesor y fallecido el sábado a los 95 años, durante su homilía por la primera misa del año en la basílica de San Pedro, mientras Roma se prepara para la llegada de miles de personas para el velatorio y el funeral.
"Hoy encomendamos a la Madre Santísima el amado papa emérito Benedicto XVI para que le acompañe en su paso desde este mundo hacia Dios", ha dicho el pontífice durante su homilía por la primera misa del año en la basílica de San Pedro, en su segunda reacción pública sobre el fallecimiento de Joseph Ratzinger.
El papa también ha pedido "por tantos hermanos y hermanas afectados por la guerra en muchas partes de mundo, que viven estos días de fiesta en la oscuridad y a la intemperie, en la miseria y con miedo, sumergidos en la violencia y en la indiferencia", ha dicho. Y ha recordado que Dios no ama solo "de palabra, sino con hechos y que no lo hace "desde lo alto" o "de lejos", sino "de cerca".
Posteriormente, al comienzo del Ángelus, el pontífice ha vuelto a recordar a su predecesor para agradecer sus años de servicio a la Iglesia, como sacerdote, cardenal y pontífice durante ocho años, hasta su histórica renuncia en 2013, la primera en seis siglos.
"El inicio de un nuevo año está encomendado a María Santísima, que hoy celebramos como Madre de Dios. En estas horas invocamos su intercesión en particular para el papa emérito Benedicto XVI, que ayer por la mañana dejó este mundo", ha dicho desde la ventana del Palacio Apostólico, ante cientos de fieles que le escuchaban desde la plaza.
Y ha agregado: "Nos unimos todos juntos, con un único corazón y una única alma, al dar gracias a Dios por el don de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia".
Francisco, que fue elegido en 2013 tras la histórica renuncia de este al pontificado, ya expresó el sabado su "gratitud" a Benedicto XVI por su servicio.
El papa fue el primero en velar a Ratzinger
Según ha confirmado este domingo la Santa Sede, el papa fue el primero en visitar el cuerpo de su antecesor en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde Joseph Ratzinger residía retirado desde su renuncia.
Tras el fallecimiento, a las 9.34 horas (8.34 GMT), el secretario personal del pontífice alemán, monseñor Georg Ganswein, telefoneó a Francisco para confirmarle la muerte, según ha señalado el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
Francisco llegó unos diez minutos después y permaneció velando el cadáver hasta las 10.00 locales (9.00 GMT), cuando tuvo que marcharse por otros compromisos.
Fue el propio papa argentino quien el pasado miércoles 28 de diciembre confirmó públicamente la gravedad de la salud de Benedicto XVI a sus 95 años de edad. Si bien no fue él quien le impartió el sacramento de la extremaunción, sino monseñor Ganswein, su más cercano colaborador en las últimas décadas, el mismo miércoles tras una misa celebrada en su habitación.
Roma se prepara para la llegada de miles de personas
Mientras, la ciudad Roma se prepara para despedir a Benedicto XVI y espera que unas 35.000 personas acudan a velar los restos mortales del difunto papa emérito y unas 60.000 acudan el jueves 5 de enero a la ciudad eterna, cuando Francisco presidirá su funeral, según ha informado el prefecto de Roma, Bruno Frattasi, durante el Comité provincial de Orden y Seguridad convocado de urgencia.
El cuerpo de Benedicto XVI será expuesto desde este lunes 2 en la Basílica de San Pedro para el último adiós a los fieles y, mientras tanto reposan en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Hasta que abra la capilla ardiente a las 9.00 horas del lunes no se prevén visitas oficiales ni oraciones públicas.
La capital italiana ya se ha llenado de periodistas que se han trasladado hasta allí para cubrir este evento histórico y sin precedentes en la era moderna de la Iglesia católica.
Por razones de seguridad, el día del funeral se prohibirá el espacio aéreo sobre la plaza de San Pedro. Además, se tomarán otras medidas de seguridad como el refuerzo de los agentes que patrullarán las calles y de los equipos médicos.
También se ha previsto la gestión y la regulación de las masivas llegadas de fieles a la plaza de San Pedro, para rendir homenaje y decir el último adiós a Benedicto XVI, con el objetivo primordial de evitar posibles estampidas humanas.
El equipo de seguridad de Roma se reunirá de nuevo el martes 3 de enero, dos días antes del funeral, para actualizar las medidas de seguridad en función de los datos reales de afluencia de personas.