Cuando Himmler estuvo en España y se encontró con... ¿las hermanas Gilda y los hermanos Marx?
- Alfonso López publica Una tarde con Himmler, basado en la visita del famoso nazi a España
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Todos sabemos que el 23 de octubre de 1940 Franco se reunió con Hitler en Hendaya en un encuentro crucial para la historia de España y Europa. Lo que no es tan conocido es que, ese mismo día, el jefe de las SS alemanas, el terrible Heinrich Himmler, visitaba España con una misión muy especial. Un hecho histórico que Alfonso López (Lleida, 1950), mezcla con el humor absurdo de Bruguera, los hermanos Marx, Woody Allen o los Monty Phyton, en un cóctel de intrigas y espionaje internacionales muy divertido, pero que también nos invita a la reflexión. Su título: Una tarde con Himmler (La Cúpula)
Alfonso nos comenta cómo nació este sorprendente cómic: "Habría que distinguir entre la idea primigenia y el desarrollo posterior del guion. En principio nace porque, con el tiempo, me dieron ganas de hacer otro homenaje a algunos otros personajes de la Bruguera clásica, especialmente la de finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, para mí sus años dorados. No sé, como si lo tuviera pendiente. Luego, estudiando la documentación de aquel momento histórico, es cuando decidí centrarme en la inmediata posguerra, en 1940".
Una obra con la que Alfonso regresa a ese escenario de la posguerra que tan bien retrató en Estraperlo y tranvía (2007) y El solar (2016) y en la que vuelve a homenajear a los grandes personajes de Bruguera: "Como intento explicar en la introducción del libro, ha resultado una trilogía, pero sin yo pretenderlo. Cuando publiqué Estraperlo y tranvía, en 2007, no creí que aquello tendría continuidad, pero al hacerlo se me abrió un reto que en esencia es: Respetando las características esenciales de algunos de aquellos personajes, ¿qué podía hacer con las posibilidades actuales, tanto las que hacen referencia a las puramente editoriales, es decir, mayor amplitud del espacio narrativo (jamás se había hecho una historia de la Familia Ulises más larga de dos páginas) como las referentes a la libertad de expresión actual?. Y claro, inevitablemente se amplía la capacidad de testimonio de su tiempo y enlazan con esto que se ha venido en llamar Memoria Histórica. Eso sí, a partir del humor. Esto es lo que las une".
¿A qué vino Himmler a España?
Alfonso López asegura que su intención es "publicar pequeñas novelas históricas en clave de humor", y lo cierto es que logra mezclar realidad y parodia de una forma magistral. "La visita de Himmler es una de las excusas argumentales, pero no es la única -nos cuenta-. Su visita formaba parte de una estrategia político-militar que podía haber terminado con la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial al lado de las potencias del Eje. No fue así, pero faltó poco, de ahí su importancia".
"El principal objetivo de su visita -añade-, fue el acuerdo con el franquismo conforme la policía política nazi, la Gestapo, podría actuar con total impunidad en territorio español. Pero no deja de ser muy interesante su obsesión por el esoterismo en general. Algo de lo que dejó constancia con su visita al monasterio de Montserrat en octubre de 1940. Tanto surrealismo y tanto absurdo eran una tentación insuperable para mí".
"Esta historia se condimenta básicamente con humor absurdo, pero de fondo subyace, como en otras ocasiones, el cinismo y la imbecilidad de la condición humana" -añade el dibujante-.
Churchill, Ian Fleming o Josep Pla se codean con las hermanas Gilda
Doña Urraca, el abuelo Cebolleta, el repórter Tribulete y las hermanas Gilda se codean en estas páginas con personajes históricos reales. "Aparte de Himmler -asegura Alfonso-, aparecen y actúan Winston Churchill, el banquero Juan March, Francisco Cambó, el escritor Josep Pla y el mismísimo Ian Fleming entre otros. Estos, para bien y para mal, hacen la historia".
"La historieta, es decir, la vida popular, la protagonizan personajes de papel o de celuloide que puede que nos recuerden a los creados por Vázquez, pero también por Conti o Cifré, entre otros. Narrativamente, se trata simplemente de un juego de secuencias" -concluye Alfonso-.
Los hermanos Marx conocen a las hermanas Gilda
Preguntamos a Alfonso por qué le han marcado tanto los personajes de Bruguera. "A Bruguera le debo mucho, especialmente en sus años dorados, antes de que la codicia llevara a la editorial a la decadencia. Todos o al menos muchos, le debemos que en sus inicios reflejara las taras de una sociedad que otros medios rehuían..."
Pero... ¿Qué cree que pensaría Vázquez de su versión de las Hermanas Gilda? "No me parece correcto opinar sobre lo que pensaría tal o cual autor que no puede defenderse. Es una práctica especulativa que no me ha gustado nunca y porque todos tenemos derecho a tener una opinión y luego a cambiarla. Por cierto, no son técnicamente las Hermanas Gilda, son las Hermanas Haywort, que las recuerden, ya es otra cosa..."
En el cómic, esas hermanas Haywort y los hermanos Marx forman un grupo realmente hilarante. "Respecto a si el humor de Bruguera y el de los Marx tenían algo en común, debo afirmar que en algunos autores sí, especialmente convendría repasar las primeras historietas de Carpanta y los hermanos Zipi y Zape, para ver el lenguaje ingeniosamente absurdo que utiliza Escobar. Una maravilla".
"Estoy más cerca de Groucho y Wilder que de Chaplin"
A pesar del humor absurdo de la historia, Alfonso López consigue ser fiel a la historia, por lo que ha manejado una gran documentación. "Más que complicado, el proceso de documentación ha sido laborioso -confiesa-. Precisamente por eso, intentar ser fiel a la historia. De la comentada trilogía ha sido la que más tiempo me ha llevado debido a la cantidad de hechos de transcendencia histórica que en aquel momento estaban sucediendo. Pero no hay que olvidar que la mitad de mi vida profesional la he dedicado a comentar la vida política a través de las viñetas de actualidad en prensa. Así que ya tenía una práctica que facilita mucho las cosas".
En cuanto a su estilo de dibujo, Alfonso nos confiesa: "No me siento heredero del Slapstick o comedia física, mis personajes es posible que tengan una cierta dosis de movimiento o de dinamismo, pero yo me reconozco más en la comedia de diálogo. Evidentemente, estoy más cerca de Groucho Marx y Billy Wilder que de Charles Chaplin".
Tras completar esta trilogía, el autor cambiará completamente de registro para su próxima obra. "De momento estoy intentando poner en marcha unas memorias ‘parciales’ centradas en mis años de cooperación internacional en Latinoamérica que es posible que, si la climatología y la biología lo permiten, me ocupen un cierto tiempo. Entre medias creo que saldrá alguna cosa que es total novedad en el mercado español y algún recopilatorio nunca publicado íntegramente".