Guillermo, Camila y un sinfín de intimidades: claves de 'En la sombra', el libro de Harry que sacude a la monarquía británica
- El príncipe Enrique desvela detalles escandalosos de su vida, desde su infancia a la ruptura con el Palacio de Buckingham
- Cruza la línea roja impuesta por el rey Carlos III y critica abiertamente a Camila
El príncipe Enrique ha publicado sus memorias, tituladas en español En la sombra, su versión de la historia en la que no ahorra detalles escandalosos, desde sus escarceos con las drogas hasta episodios violentos con su hermano mayor Guillermo, el príncipe heredero.
El libro Spare en inglés (de repuesto) es un intento de que "la verdad esté ahí fuera", según las palabras de Harry (quinto en la línea de sucesión al trono), que ha firmado un contrato de unos 20 millones de euros con la editorial por la publicación de este y de otros tres libros. La prensa británica entiende que las 410 páginas de la autobiografía son "el fin del juego" y que no existe posibilidad de reconducir la situación y que el duque de Sussex vuelva al seno de la familia real.
Sin embargo, el hijo menor de Carlos III que, junto a su esposa Meghan, abandonó sus funciones como miembro a tiempo completo de la monarquía británica en enero de 2020 establecer su residencia Estados Unidos, sostiene que es un paso para sanar la relación familiar e institucional: "Hay mucho que puedo perdonar, pero tiene que haber conversaciones para la reconciliación y parte de eso tiene que ser la rendición de cuentas".
Tras días de filtraciones, entrevistas en televisión e incluso la publicación por error del libro en castellano en las librerías españolas, este martes En la sombra ya se ha lanzado oficialmente, traducido a 16 idiomas, y es uno de los más pedidos en "una década" en las compras por reserva anticipada, según la conocida librería británica Waterstones. Recopilamos, a continuación, las principales frases.
1. Las difíciles relaciones con William: "Me agarró del cuello y me derribó"
En 2019, Enrique relata una pelea con su hermano en Nottigham Cottage. William calificó a Meghan de “difícil”, “brusca” y “abrasiva” y Harry contestó que “repetía la narrativa de la prensa” sobre su mujer. La discusión subió de tono y llegaron a las manos.
Según Enrique, Guillermo “me agarró por el cuello, rompiendo mi collar y me derribó en el suelo”. Esta escena violenta, habría tenido como resultado una herida visible en su espalda. Harry acusa a su hermano de ser poco racional, de insultarle y detalla que, tras el empujón: “Aterricé en el plato de la comida del perro, que se partió debajo de mi espalda. Me quedé allí por un momento, luego me puse en pie y le dije que se marchara”.
Guillermo le pidió que no contase a Meghan lo ocurrido, pero Harry tuvo que darle explicaciones por los moratones y ella "estaba muy triste".
El príncipe Enrique también se refiere a la boda de Guillermo y Kate y no deja en buen lugar a su hermano. Asevera que Guillermo estaba "borracho con el ron de la noche anterior" el día de su enlace en la Abadía de Westminster y que parecía no haber dormido cuando lo recogió para su gran día. Revela que incluso bajó las ventanillas del coche para que le diera el aire y ofreció al novio "un caramelo de menta para ayudar a enmascarar el olor a alcohol". Pese a encontrarse en este estado, Harry relata que su hermano le dijo que él no se casaría nunca en Westminster. Los duques de Sussex contrajeron matrimonio en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor.
Harry afirma que durante la boda escenficaron la armonía fraternal de cara a la galería. Critica que su hermano no le dejó dar un discurso como padrino en su matrimonio. Según el príncipe Enrique, fueron los amigos de William, James Meade y Thomas Van Straubenzee, los que dieron el discurso tradicional en la recepción de la boda.
Otro gesto que no gustó al hijo menor de Lady Di es que Guillermo no le ofreciera ser el padrino de bautismo de su primogénito.
2. El intento de evitar la boda con Camila: "Era la tercera persona en un matrimonio"
Enrique desvela que él y su hermano Guillermo intentaron evitar la boda de su padre con Camila, que nunca podrá ocupar el lugar de Diana. Harry apunta que hace tiempo que no habla con la reina consorte, a la que se refiere en estos términos: "Tengo una gran compasión por ella. Por ser la tercera persona en el matrimonio de mis padres, tenía una imagen que rehabilitar (...) No la veo como una madrastra malvada, sino que veo a alguien que se casó con esta institución y ha hecho todo lo posible para mejorar su propia reputación".
Al hablar de la esposa de su padre, Harry ha cruzado una de las líneas rojas impuestas por Carlos III a su hijo menor.
Durante todo el libro, el recuerdo de su madre está muy presenta y Harry evidencia el conflicto que supuso para él que durante el matrimonio y después de la muerte de Diana, la sombra de Camila fuera tan alargada. El trauma por la ausencia de Lady Di le llevó a consultar a una médium, que le transmitió este mensaje del más allá: “Has de vivir la vida que ella no pudo, vive la vida que ella quería para ti”.
3. La muerte de 25 talibanes: "No los veía como personas sino como piezas de ajedrez"
Uno de los puntos que ha despertado más críticas ha sido la confesión de que Enrique mató a 25 combatientes talibanes durante su segundo período de servicio militar en Afganistán en 2012. Matiza que “no es un hecho que lo llenase de satisfacción”, pero asegura que “tampoco lo avergonzaba”.
“Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, gente mala, eliminada antes de que pudieran matar a la gente buena”, escribe el hijo menor del rey Carlos III en referencia a los combatientes talibanes, lo que ha llevado a protestas diplomáticas desde Afganistán y a críticas dentro del ejército británico.
Estos comentarios han provocado una fuerte reacción de los miembros de la comunidad militar, y figuras destacadas dijeron que podrían poner en peligro su seguridad y dar una mala reputación al ejército británico.
En el libro, Harry también comenta un hecho que acaparó la portada de los tabloides británicos en 2005, cuando apareció vestido con un uniforme militar nazi en una fiesta y bajo los efectos del alcohol. En el libro, Harry apunta que fue su hermano Guillermo el que le dio la idea de disfrazarse con un uniforme de las SS.
4. Un sinfín de intimidades: circuncisión, sexo y drogas
Harry no escatima en detalles de su vida más íntima en su autobiografía. Así, explica que fue circuncidado cuando era un bebé, una tradición que siguen los varones de la familia real británica desde el rey Jorge I, sin motivos religiosos ni médicos, solo como símbolo de estatus compartido con la clase alta del Reino Unido. Su hermano Guillermo también fue circundicado, pese a que la princesa Diana no le gustaba esa costumbre. Lo que el príncipe Enrique no desvela es si él ha circuncidado a su hijo Archie o si sus sobrinos George y Louis, hijos del príncipe Guillermo, han mantenido también la tradición.
También narra su primera experiencia sexual, que describe como “un episodio humillante” con “una señora mayor” y que fue en sitio público. a la misma edad, 17 años, a la que tuvo su primer contacto con las drogas, una raya de cocaína durante un fin de semana de caza y desde entonces consumió un poco más, aunque no le pareció “muy divertido” le hizo "sentir diferente". Reconoce haber fumado marihuana y se justifica diciendo que tomar drogas psicodélicas le ayudó a lidiar con el dolor por la muerte de su madre. Ha explicado que tomó setas alucinógenas y ayahuasca como “medicina” para “limpiar la miseria de la pérdida”.
Después de todas estas revelaciones, Harry insiste en que "quiere a su hermano" y "quiere a su padre", aunque sus memorias no parecen allanar el camino de la reconciliación.