El Gobierno repatria a dos españolas esposas de yihadistas y a sus hijos desde Siria
- Se trata de Yolanda Martínez, que tiene cuatro hijos, y Luna Fernández, que ha llegado a España con nueve niños
- Hay una tercera mujer de un yihadista que no ha sido localizada y no ha podido ser retornada por las autoridades españolas
Dos mujeres españolas con varios menores a su cargo, casadas con yihadistas del autoproclamado Estado Islámico, han llegado a España procedentes de un campo de refugiados de Siria, y comparecerán este miércoles ante la Audiencia Nacional, que había emitido órdenes de busca y captura internacionales contra ellas por presuntos delitos de terrorismo.
Se trata de Yolanda Martínez, que tiene cuatro hijos, cuyo marido está en una prisión siria, y de Luna Fernández, con nueve niños a su cargo, que es viuda de otro yihadista muerto en combate en Siria. Según han confirmado fuentes policiales a Efe y a Europa Press, ambas llegaron la pasada noche en un avión que aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz.
Ambas se encuentran bajo custodia policial en la Comisaría General de Información, a la espera de ser puestas a disposición de la Audiencia Nacional, que procederá a la legalización de su situación procesal, mientras que los menores están ya bajo protección de los servicios sociales de la Comunidad de Madrid.
El Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional tiene un procedimiento abierto y está previsto que las dos mujeres comparezcan este miércoles, a las 10:00 y a las 11:00, ante su titular, el juez Santiago Pedraz, según detallan fuentes jurídicas.
En septiembre de 2019, la Audiencia Nacional emitió órdenes internacionales de detención contra cuatro mujeres, tres españolas y una marroquí, que estaban en Siria, país al que viajaron para enrolarse en las filas del Estado Islámico y que habían expresado su voluntad de regresar a España. Estas mujeres tenían en aquellas fechas a diecisiete menores a su cargo.
Además de Martínez y Fernández, que se encontraban retenidas en un campo de refugiados en Siria, al menos desde 2020, las otras dos mujeres que se marcharon a ese país son Lubna Miludi, una maestra de Ceuta con dos hijos que no pudo ser repatriada al no ser localizada en el campo de prisioneros, y Lubna Fares, de nacionalidad marroquí, cuyo marido tenía la nacionalidad española.
Permanecían en los campamentos de desplazados al norte de Siria
La operación de repatriación ha sido coordinada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, según detalla este departamento en un comunicado, y en ella también han participado los Departamentos de Interior, Defensa, Derechos Sociales, Justicia y Presidencia.
Según fuentes gubernamentales a Europa Press, la operación ha contado con apoyo de Estados Unidos. Un portavoz del Departamento de Estado confirmó hace unas semanas a esta misma agencia que la Administración de Joe Biden estaba brindado apoyo logístico y de otro tipo a los países que querían sacar a sus nacionales de los campos de desplazados del norte de Siria.
"La repatriación es la única solución duradera a la situación humanitaria y de seguridad en los campos de desplazados de Al Hol y al Roj, en el noreste de Siria", sostuvo este portavoz, recordando que en ellos viven unas 56.000 personas, la mitad menores de 12 años.
Un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores había visitado antes del verano a las españolas vinculadas con Estado Islámico que permanecían en el campamento de refugiados en Siria con el fin de establecer las condiciones para su eventual repatriación a España, según han confirmado a Europa Press fuentes diplomáticas.
Dicho funcionario se desplazó a los campamentos de Al Hol y Al Roj para poder "entrevistarse con los ciudadanos españoles que se encontraban allí" y "establecer las condiciones para proceder a la repatriación, una vez que se cumplan las condiciones de seguridad para ello".
Luna y Yolanda, entrevistadas por un equipo de TVE, ya manifestaron en 2020 que querían volver cuanto antes a España, ya que consideraban que las condiciones del campo de Al Roj (noreste de Siria) en el que vivían no eran las adecuadas para sus hijos, aunque al mismo tiempo decían que no entendían por qué tenían que ir a la cárcel y que no querían separarse de ellos. Ambas aseguraban a TVE que no han hecho nada, que no sabían que iban a unirse al Daesh, que sus maridos no se lo dijeron, que creían que iban a Turquía y acabaron en el autodenominado Estado Islámico.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, según el comunicado, señala que con esta operación, que se ha prolongado durante varios meses debido a su complejidad y a la situación de riesgo en los campamentos sirios, España se une a sus vecinos europeos (Alemania, Bélgica, Noruega, Irlanda, Suecia, Italia, Finlandia, Países Bajos, entre otros) y cumple con sus obligaciones legales, derivadas también de los tratados internacionales.