Ayuso recurre al Tribunal Constitucional el impuesto a las grandes fortunas del Gobierno
- Considera que "atenta" contra la contra la autonomía fiscal de la región
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso recurrirá antes de finalizar enero ante el Tribunal Constitucional (TC) el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas establecido por el Ejecutivo central y solicitará su suspensión cautelar al considerar que este gravamen estatal "invade las competencias autonómicas en materia fiscal, genera inseguridad jurídica y vulnera la lealtad institucional".
En rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, celebrado de manera extraordinaria en Alcobendas, Ayuso ha explicado que en la reunión se ha aprobado la interposición del recurso "en defensa de la economía española y madrileña" frente a "imposiciones ideológicas y fiscales".
Según Ayuso, al aplicarse retroactivamente para 2022, este impuesto, que tendrá una duración temporal de dos años a las fortunas de más de 3 millones de euros, "castiga" a los ciudadanos que no contaban con esta carga fiscal para este ejercicio y atenta contra la gestión financiera de las comunidades autónomas. También ha criticado que con esto el Gobierno busque "resucitar" el Impuesto de Patrimonio para ir "contra el ahorro y la inversión".
Subraya la potestad de las regiones para gestionar tributos cedidos
Desde el Ejecutivo autonómico han argumentado que la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas reconoce la potestad de las regiones para gestionar los tributos cedidos por el Estado, como es el caso de Patrimonio que la Comunidad de Madrid tiene bonificado al 100% desde 2008. Sin embargo, "el nuevo gravamen introducido por el Gobierno central impone una cuota nacional para todas las autonomías de régimen común, invadiendo la gestión autonómica en la materia".
Asimismo, han señalado que "tanto el diseño del conocido como Impuesto de Patrimonio Bis como su tramitación vulneran principios básicos recogidos en la Constitución Española". Han apuntado a que "perjudica a unos ciudadanos más que a otros, en función de su lugar de su residencia, infringiendo el principio de igualdad porque su objetivo es, precisamente, dejar sin efecto la bonificación que ya tienen fijada regiones como Madrid".
Además, la Comunidad ha sostenido que "quebranta el principio de seguridad jurídica al imponer su aplicación de manera retroactiva para todo 2022, ya que todas aquellas personas que han realizado operaciones de inversión o que han decidido ahorrar ahora se van a ver obligados a hacerlo".
En cuanto al procedimiento, han hecho hincapié en que "no ha sido sometido a consulta pública y carece de memoria económica y de un dictamen del Consejo de Estado". Considera así que el Gobierno central "ha obviado las advertencias que durante los últimos meses le han hecho tanto los letrados de la Cámara como este último organismo respecto a los procedimientos legislativos".
El Gobierno regional ha defendido también que "se vulnera el principio de lealtad institucional al obligar a las comunidades autónomas, sin existir consenso con ellas, saltándose su debate a nivel estatal en la Comisión Mixta de Transferencias de Competencias y en el Consejo de Política Fiscal y Financiera".
Por último, la Comunidad ha destacado "la falta de justificación de su creación, ya que no hay una necesidad recaudatoria real en estos momentos, en contra de lo que recoge la Constitución Española en relación con la arbitrariedad de los poderes públicos".
Entiende que el Gobierno de España "vuelve a saltarse el ordenamiento jurídico con la aprobación de este impuesto que perjudica especialmente a los madrileños y que supone un atentado contra la gestión que las comunidades realizan en materia financiera, reconocida en la Carta Magna y en la norma que rige la financiación autonómica".