ChatGPT, el asistente de inteligencia artificial que algunos jóvenes usan para hacer sus deberes
- Educación analiza la herramienta, mientras los profesores debaten sobre cómo utilizarla
- Los expertos creen que bien utilizada puede ser útil
Un problema matemático o una redacción. No hay tema académico que se le resista a ChatGPT, un asistente de inteligencia artificial que es capaz de resolver cualquier problema. De hecho, algunos jóvenes han empezado a usarlo para hacer sus deberes y la herramienta se ha hecho viral entre los estudiantes.
"Lo usé hace un par de meses para hacer un trabajo. Los profesores no tenían ni idea y espero que no lo sepan. Saqué buena nota, un ocho y medio", revela un joven estudiante universitario.
Muchos profesores están al corriente y hay división de opiniones. Los expertos creen que, bien utilizada, puede ser útil.
"Pueden ayudar a fomentar la creatividad porque puedes plantearte que te dé idea sobre un tema. Le podemos decir que nos explique un concepto. Es muy útil en el aprendizaje de otros idiomas", opina la experta en inteligencia artificial, Nuria Oliver.
Otros opinan que su uso perjudica a los estudiantes. "Anula procesos cognitivos necesarios en el proceso de maduración o aprendizaje como el pensamiento crítico, la capacidad comunicativa, al búsqueda de ideas...", argumenta Carmen, una profesora universitaria a TVE.
Mientras tanto, no hay tema académico que quede fuera de su alcance. Es uno de los motivos por los que se ha viralizado: expertos de muchos campos le han hecho las preguntas más complejas que se les han ocurrido y la IA las ha respondido como la alumna más aplicada de la clase.
La app reconoce que puede haber sesgos
En los últimos años, el buscador se ha especializado en ofrecer respuestas automatizadas a cualquier pregunta, además de llevar al usuario a la fuente de la información. El ChatGPT de OpenAI da un paso más al ser capaz de contestar a repreguntas o explicar con más detalle un punto en concreto.
No obstante, un factor clave de Assistant en este sentido es que no puede revelar cómo se han formado las bases de datos de las que extrae información y que condicionan sus respuestas. Además, el propio sistema reconoce que sus respuestas pueden reflejar sesgos.
Aún es pronto para saber si acaba con los deberes tal y como los conocemos hoy en día. Educación de momento asegura que está analizándola y que aún no ha llegado a ninguna conclusión.