Miles de personas se manifiestan de forma pacífica en Lima para pedir la dimisión de la presidenta Dina Boluarte

• El primer ministro, Alberto Otárola, ha asegurado que Boluarte "no va a renunciar"
• La Policía ha impedido que la protesta se movilizara hacia el Parlamento o Palacio de Gobierno

Decenas de personas participan en una nueva marcha contra el Gobierno de Dina Boluarte, en Lima, Perú.

Miles de personas han salido este jueves a las calles de Lima, la capital de Perú, en una protesta pacífica contra el nuevo gobierno y la presidenta, Dina Boluarte, después de que semanas de sangrientos enfrentamientos desencadenados por la destitución del expresidente Pedro Castillo dejaran cerca de medio centenar de muertos.

La convocatoria ha congregado a partidos políticos de izquierda y extrema izquierda, gremios laborales y grupos civiles que se han movilizado por las principales avenidas del centro histórico, sin que se reporten enfrentamientos con la Policía.

La céntrica plaza Dos de Mayo ha sido el punto de partida de los manifestantes que han marchado representando a sindicatos de obreros reunidos en la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y otros gremios, quienes han llevado banderas de Perú y carteles en contra de la presidenta de la República, Dina Boluarte, y el del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, a quienes exigen sus renuncias por los muertos en las protestas.

Sin embargo, la Policía ha estado desplegada en varias avenidas y ha impedido que los movilizados lleguen hacia el Parlamento o Palacio de Gobierno, ubicados ambos edificios en el centro histórico de Lima.

Las protestas ciudadanas, que se reiniciaron a partir del 4 de enero tras una tregua navideña, exigen la renuncia de Boluarte, el cierre del Parlamento, el adelanto de elecciones para 2023 y la convocatoria a una asamblea constituyente.

"La presidenta no va a renunciar"

El primer ministro de Perú, Alberto Otárola, ha asegurado este jueves que la presidenta Dina Boluarte "no va a renunciar" ante las protestas antigubernamentales que exigen su dimisión y que han dejado casi medio centenar de personas fallecidas desde que estallaron en diciembre pasado.

"La señora presidenta no va a renunciar. No porque ella no quiera hacerlo, sino porque la Constitución requiere que esta sucesión constitucional que se ha dado se afiance", ha declarado Otárola en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El primer ministro ha agregado que "dejar la Presidencia de la República sería abrir una compuerta peligrosísima para la anarquía y el desgobierno". "Y eso no va a ocurrir".

Tras hacer un llamado a la ciudadanía a "confiar en la democracia, en el Estado de derecho y en su Policía y Fuerzas Armadas", Otárola ha afirmado que está en manos del Congreso "la salida constitucional a la crisis", en alusión al proyecto de ley para adelantar las elecciones para abril de 2024, una iniciativa que presentó el Gobierno de Boluarte ante los reiterados reclamos ciudadanos.

Mientras se desarrollaba la protesta de este jueves, el ministro de Trabajo, Eduardo García, ha anunciado su dimisión en Twitter, afirmando que el país necesita una disculpa por las muertes y ha instado al gobierno a reconocer que "se han cometido errores que deben ser corregidos".

Casi un mes después de tomar juramento del cargo, García Birimisa ha enviado una carta a la presidenta peruana, Dina Boluarte, señalando su "renuncia irrevocable" tras las muertes en las regiones de Puno y Cuzco.

"Se requiere de un pronunciamiento del Gobierno que exprese el dolor que sentimos por la pérdida de las vidas de nuestros hermanos, por las pérdidas que han sufrido esas familias. Se requiere que se pida disculpas a la población y que se reconozca que se han cometido errores que deben ser corregidos para que esto no se repita", ha expresado.

En este sentido, ha afirmado que la situación actual que enfrenta el país merece un cambio de rostros en la dirección del país, así como de un adelanto de elecciones "que no puede ya esperar hasta abril del 2024".

Movilizaciones vestidas de luto

Los manifestantes han llevado una enorme bandera nacional en color negro y cajones en forma de ataúdes, en señal de luto y rechazo. Frases como "Dina asesina", "Congreso asesino" y "Ni un muerto más" han aparecido en varios carteles.

A diferencia de las movilizaciones en la ciudad de Cuzco, donde los manifestantes han vuelto a tener un enfrentamiento con la Policía este jueves, en Lima solo hubo algunos roces con las fuerzas del orden, que derivaron en la detención de algunas personas, pero después de algunas horas, los congregados se dividieron en grupos, antes de empezar a retirarse pacíficamente

En Cuzco, los manifestantes han regresado este jueves a las inmediaciones del aeropuerto para intentar tomarlo, pero la Policía los ha hecho retroceder con bombas lacrimógenas.

A raíz de esas movilizaciones, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha decidido que el aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete del Cuzco suspenda sus operaciones en forma temporal, como medida de prevención.

Los enfrentamientos que comenzaron a principios de diciembre constituyen el peor brote de violencia en Perú en más de 20 años. Las movilizaciones vivieron su jornada más mortífera el último lunes, cuando los enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas el orden en las inmediaciones del aeropuerto de Juliaca se saldaron 17 muertos.