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Las diez mejores películas de Gina Lollobrigida, mucho más que la "mujer más guapa del mundo"

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Gina Lollobrigida en 'Salomón y la reina de Saba'
Gina Lollobrigida en 'Salomón y la reina de Saba'

Junto con Sophia Loren, Gina Lollobrigida fue la gran diva del cine italiano de la posguerra y una de las pocas en triunfar también en Hollywood. También fue muy comentada la supuesta rivalidad entre ambas, que, según Gina fue promovida por el departamento de publicidad de la Loren. Este lunes despedimos a Gina, fallecida a los 95 años.

Una joven de orígenes muy humildes que estudió pintura y escultura y quería ser cantante de ópera. Pero la situación económica de su familia la obligó a trabajar en el mundo de las fotonovelas, que triunfaban en la Italia de la posguerra. Después, se presentó al concurso de miss Italia, quedando en tercer lugar (la ganadora fue Lucía Bosé) y debutó en el cine con Águila negra (Ricardo Freda, 1946). El resto es historia.

Vamos a recordar 10 de sus papeles más destacados.

'Fanfan, el invencible' (Christian Jacque, 1951)

Su primer gran éxito fue este clásico del cine de aventuras en el que compartía protagonismo con Gérard Philipe, uno de los galanes de la época. Una producción francesa de capa y espada dirigida por Christian-Jaque que fue premiada en el Festival de Berlín (Oso de Plata) y en el de Cannes (premio a la mejor dirección). Gina interpretaba a una gitana que engañaba a Fanfan, un joven campesino (Gérard Philipe), para que se uniera al ejército francés, diciéndole que, si se alistaba, terminaría casándose con una de las hijas del rey Luis XV.

'Pan, amor y fantasía' (Luigi Comencini, 1953)

Posiblemente su mayor éxito sea esta comedia romántica en la que trabajó junto a Vittorio de Sica y a las órdenes de Luigi Comencini. Fue un gigantesco éxito comercial y dio origen a toda una saga protagonizada por de Sica. Además de conseguir el Oso de plata del festival de Berlín y ser nominada al Oscar a los Premios Bafta o a los premios del Círculo de Críticos de Nueva York. La publicidad de la película ya lo dejaba claro: ¿Quién no estaba dispuesto a perder la cabeza por ella?

La burla del diablo (John Huston,1953)

En sus inicios, en 1950, cuando todavía no era una estrella, el mismísimo Howard Hughes la invitó a Hollywood y la ofreció un contrato por 10 películas. Pero tras unos meses de espera regresó al cine italiano. Fue en 1953 cuando debutó, de forma memorable, en Hollywood, ya que compartió estrellato con Humphrey Bogart y Jennifer Jones en La burla del diablo, una comedia sobre unos estafadores dirigida por John Huston y con guion de Truman Capote.

'La romana' (Luigi zampa, 1954)

Gina empezó a rodar a ambos lados del Atlántico y en 1954 consiguió otro de sus grandes éxitos en La romana, una de sus tres colaboraciones con Luigi Zampa, que estaba basada en el clásico de Alberto Moravia. Con ella ganó la Grolla d'oro del Festival de Saint-Vincent a la mejor actriz. La historia de una hermosa joven que redimirá su escandaloso pasado gracias al amor puro y desinteresado.

'La mujer más guapa del mundo' (Robert Z. Leonard, 1955)

Gina Lollobrigida interpretaba la famosa soprano Lina Cavalieri en este biopic dirigido por Robert Z. Leonard y en el que compartía protagonismo con otro de los grandes, Vittorio Gassman. Con esta película ganó el primero de sus tres premios David di Donatello de la Academia de Cine italiana (a los que hay que sumar otros dos honoríficos para un total de cinco). Además, en este papel se atrevió a cantar ópera con su propia voz.

'Trapecio (Carol Reed, 1956)

En 1956 protagonizó dos de sus películas más populares. La primera, Trapecio (Carol Reed), en la que interpretaba a una joven dispuesta a todo para triunfar en el circo. Aquí protagonizaba un trío inolvidable junto a Burt Lancaster, un trapecista que se hace famoso por el único en lograr el triple salto mortal, pero que tiene que dejarlo tras sufrir un accidente, y Tony Curtis, un joven trapecista que quiere que el personaje de Burt Lancaster le enseñe ese salto. Una de las mejores películas sobre el mundo del circo. Aunque aquí el que más destacó fue Lancaster, que se llevó el Oso de Plata del Festival de Berlín al mejor actor.

'Notredame de París' (Jean Delannoy, 1956)

Nadie parecía más indicada para interpretar a la bella zíngara Esmeralda que Gina Llollobrigida, en esta lujosa adaptación del clásico de Victor Hugo, dirigida por Jean Delannoy en 1956. El mítico Anthony Quinn también estaba perfecto en el papel del tierno jorobado enamorado de Esmeralda.

'Salomón y la reina de Saba' (King Vidor, 1959)

Los norteamericanos supieron explotar esa sensualidad de Gina Lollobrigida y otro de sus papeles más recordados fue el de Salomón y la reina de Saba. Una película rodada en España y que comenzó a rodar junto a Tyronne Power. Pero su repentino fallecimiento hizo que la cinta tuviera que rodarse de nuevo, esta vez con Yul Brynner como Salomón. La película también fue la última del gran director King Vidor.

'Cuando llegue septiembre (Robert Mulligan, 1962)

Era inevitable que una mujer con el atractivo de Gina Lollobrigida coincidiese con el gran galán de las comedias románticas de la epoca, Rock hudson; cosa que hizo en un par de ocasiones, aunque la primera y mejor es esta estupenda historia dirigida por Robert Mulligan en 1962. Narra la historia de un adinerado neoyorkino (Hudson) que pasa los veranos con su amante (Gina) en una villa italiana, pero cuando aparece sin avisar en la villa, se encuentra al personaje de Gina a punto de casarse con un inglés y la mansión hecha un absoluto desastre. Una divertida comedia romántica de enredos. Inolvidable este bailecito de la pareja que podría haber inspirado a Tarantino.

'La mujer de paja' (Basil Dearden, 1964)

El mismo año en que Sean Connery debutó como James Bond (1964), compartió protagonismo con Gina Lollobrigida en este interesante thriller dirigido por Basil Dearden. Connery interpreta a un despótico magnate inglés que trata a sus criados como perros. Pero su vida cambia cuando contrata a una enfermera (Gina) que llama su atención, aunque también la de su sobrino y secretario, que vive en el mismo palacio. El drama está servido.