Un policía británico admite haber agredido sexualmente a una docena de mujeres
- David Carrick se valió de su posición como agente para ganarse la confianza de las mujeres
- Está acusado de 49 agresiones sexuales, entre ellas 24 violaciones
David Carrick, agente de la Policía Metropolitana de Londres (Met, más conocida por Scotland Yard), ha admitido haber cometido 49 agresiones sexuales, entre ellas 24 violaciones, contra una docena de mujeres durante un periodo de más de 18 años.
Los crímenes que ha reconocido le convierten en uno de los delincuentes sexuales más prolíficos del Reino Unido.
Carrick, de 48 años, utilizaba su condición de policía para ganarse la confianza de las víctimas y amenazarlas, diciéndoles que nadie creería su palabra contra la de un agente de la ley.
Scotland Yard ha pedido perdón ya que se debería haber detectado su "patrón de comportamiento abusivo", lo que hubiera facilitado apartarle del servicio.
Casi dos décadas de abusos
Carrick sirvió en el Ejército antes de unirse a la Met en 2001. Allí trabajó como agente armado con el Comando de Protección Parlamentaria y Diplomática de la policía en las dependencias de Westminster. En octubre de 2021 fue detenido y suspendido de sus funciones.
Durante su comparecencia de este lunes en un tribunal de Southwark, el exagente se ha declarado culpable de cuatro delitos de violación, encarcelamiento falso y agresión indecente, con relación a una mujer de 40 años en 2003.
El pasado diciembre (aunque solo se ha revelado ahora), se declaró culpable de 43 delitos relacionados con otras 11 mujeres, cometidos entre marzo de 2004 y julio de 2020 en otra vista judicial ante el Tribunal penal de Old Bailey.
Los delitos abarcaban 20 cargos por violación, nueve por agresión sexual, cinco por agresión con penetración, tres por comportamiento coercitivo y controlador, dos por detención ilegal, dos por intento de violación, uno por intento de agresión sexual con penetración y otro por provocar que una persona se involucre en actividad sexual sin consentimiento.
Carrick conoció a algunas de sus víctimas mediante sitios de internet de citas, como Tinder y Badoo, o en eventos sociales donde utilizaba el hecho de ser policía para ganarse la confianza de las mujeres, y cometió la mayor parte de los delitos en el condado de Hertfordshire, donde residía.
La sentencia se conocerá el 6 de febrero.
Scotland Yard pide perdón
La subcomisaria Barbara Gray ha pedido perdón en nombre de Scotland Yard. "Perdimos la oportunidad de sacarle de la organización (...) Lamentamos sinceramente que Carrick pudiera continuar usando su papel de policía para prolongar el sufrimiento de las víctimas", ha declarado.
El alcalde de Londres, Said Khan, ha asgeurado que los crímenes cometidos por Carrick le hacen sentirse "absolutamente enfermo y horrorizado". "Se debe dar respuesta a preguntas serias sobre cómo pudo abusar de su posición como agente de esta horrenda manera", ha subrayado el político laborista.
Un portavoz del primer ministro británico, Rishi Sunak, ha lamentado lo ocurrido y ha reconocido el daño que se hace al prestigio de las autoridades. "La Policía debe erradicar a estos agentes para restaurar la confianza pública, que se ha visto afectada por sucesos de alto perfil como este", ha declarado el portavoz.
La Policía de Londres, bajo escrutinio
La Policía Metropolitana de Londres está sujeta a "medidas especiales" desde el pasado año tras las denuncias de que en su seno existe una cultura de abusos, discriminación racial y misoginia de la que participan miles de empleados, tanto oficiales como agentes.
Las autoridades han creado un grupo especial para eliminar estas conductas y expulsar a cualquier agente que viole la ley o sea corrupto o racista. Al frente de este grupo está Mark Rowley.
La revisión interna se acordó en 2021 después de que otro agente, Wayne Couzens, fuera condenado por la violación y muerte de Sarah Everard, un caso que provocó manifestaciones y protestas de repulsa. Se da la circunstancia de que Carrick servía en la misma unidad de protección parlamentaria que Couzens.