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Transformación digital europea: todos queremos ser Estonia

Noticia Documentos TV 
  • La infraestructura digital del siglo XXI la han construido un puñado de sociedades estadounidenses
  • Europa invierte veinte veces más en empresas de nueva creación que hace una década, aunque sigue siendo insuficiente
  • Ya puedes ver el preestreno de "Europa digital” en RTVE Play

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Hombre ante dispositivo digital
En Irlanda ya se están llevando a cabo iniciativas de teletrabajo para las zonas rurales.

La transformación digital en la que nos encontramos inmersos ya no tiene marcha atrás. Sin embargo, Europa no lleva las riendas de nuestro futuro digital. Por lo menos, a día de hoy. La digitalización en nuestro continente está en manos de Estados Unidos y China.

Aunque en los últimos años las inversiones en esta materia han aumentado, queda mucho trabajo por hacer para que Europa lleve a cabo la trasformación digital que nos hará competitivos y, especialmente, independientes frente a las dos grandes potencias.

El poder del control de los datos

La digitalización ocupa todos y cada uno de los ámbitos de nuestras vidas y con la crisis de la COVID, se ha acelerado. "La digitalización está ahí y avanzará", advierte la exvicepresidenta de la Comisión Europea de Competencia, Margrethe Vestager.

Margrethe Vestager, exvicepresidenta Comisión Europea

Margrethe Vestager, exvicepresidenta Comisión Europea.

Pero, aunque la economía digital crece a un ritmo, siete veces superior al resto de la economía, Europa, en materia de digitalización, va a la zaga. Nos guste o no, nuestro día digital está en manos de Estados Unidos y de China.

Las aplicaciones que usamos para trabajar, viajar, comprar o relacionarnos, por ejemplo, funcionan con datos. De hecho, son el carburante de las redes. Nuestros datos circulan por los aproximadamente 450 cables submarinos que atraviesan los océanos. Se distribuyen a través de puntos de intercambio de tráfico y se almacenan en miles de centros de datos, repartidos por todo el mundo.

Centro de almacenamiento de datos

'Documentos TV' estrena 'Europa digital'

Sin embargo, Europa tiene un problema. Generamos datos, pero la mayoría de ellos son registrados y gestionados por grupos tecnológicos estadounidenses y chinos. Y de todos es conocido, que quien tiene los datos tiene el poder. Estas grandes tecnológicas saben quiénes somos, lo que consumimos y pensamos. Lo suficiente para influir en nuestros pensamientos y decisiones e incluso desestabilizar sociedades con noticias falsas, bulos y manipulaciones.

Ciudadano de Macedonia del Norte que crea y diseña contenidos falsos en las redes

Ciudadanos de Macedonia del Norte crearon contenidos falsos en las redes sociales y llegaron a influir en las elecciones presidenciales de EE.UU. de 2016.

Los gigantes tecnológicos no son europeos

La dependencia de Europa de los gigantes tecnológicos es evidente. En redes sociales, la hegemonía de META es incuestionable, en el comercio, Amazon no tiene competencia alguna. Estados Unidos se ha encargado de construir la infraestructura digital del siglo XXI. "Europa no ha fomentado este tipo de empresas gigantes, como consecuencia de los errores cometidos hace aproximadamente una década", afirma Vestager.

Europa no ha fomentado este tipo de empresas gigantes como consecuencia de los errores cometidos hace una década

Errores como no disponer de un gran mercado ni de capital con inversores expertos en tecnología, según explica la vicepresidenta de la Comisión. El resultado no es baladí como la estadística arroja: el 75% del capital de las plataformas digitales está en manos de Estados Unidos, los chinos ostentan el 21% y Europa aparece tímidamente con un raquítico 4%.

Estonia y la revolución digital

Europa quiere ponerse al día y recuperar el retraso acumulado en los últimos años porque la economía digital europea no puede rivalizar con la de Estados Unidos o la de China. Para acometer la transformación digital, fundamental para ser competitivos e independientes, deberíamos invertir 1250 mil millones de euros en los próximos años, según la UE, pero hasta ahora, el Fondo de Recuperación solo ha previsto una décima parte de esta suma. Un lastre para los diferentes estados de la Unión. Para todos, salvo para uno, Estonia.

Este pequeño país báltico que tan solo cuenta con algo más de un millón de habitantes decidió dar el salto digital y hoy se ha convertido en el ejemplo a seguir para la transformación digital de Europa. "Estonia sufrió cuando se liberó de la Unión Soviética y tuvimos que construir una nueva economía", subraya Taavi Kotka, quien fuera durante cinco años director de la Oficina de Información del gobierno estonio.

Taavi Kotka, impulsor de la transformación digital en Estonia

Taavi Kotka impulsó la transformación digital en Estonia y ahora esa república báltica se ha convertido en el país de la UE más avanzado en materia de digitalización.

Estonia sufrió cuando se liberó de la Unión Soviética y tuvimos que construir una nueva economía

Taavi es hoy un emprendedor en el sector de la informática. La razón geográfica resultó ser la otra gran baza a jugar. "Hay muchos pueblos y aldeas pequeños donde es muy difícil proporcionar ciertos servicios de manera eficaz, como servicios bancarios o administrativos", dice Kotka, cuando explica cómo este motivo les indujo a hacer llegar internet y otras herramientas digitales a todos los ciudadanos.

Todos los servicios están en línea; ya sean de cuidados médicos, de educación, finanzas o cualquier otro sector

Junto a Israel, Estonia posee el récord mundial de "start-ups" por habitante. "e-Estonia" es algo más que una de ellas. Se ha convertido en el emblema de la economía digital del país, que representa ya, el 25% de su PIB. Anett Numa, asesora de Transformación Digital de "e-Estonia" cuenta que, "nuestra organización fue creada hace más de diez años y el principal objetivo es compartir el éxito de Estonia en la digitalización". "Todos los servicios están en línea, ya sean de cuidados médicos, de educación, finanzas o cualquier otro sector", afirma Taavi. El gran deseo del resto de países de la Unión.

Vista general de la ciudad de Fráncfort

Europa debe acometer con urgencia la transformación digital para recuperar el retraso acumulado.

Nos arriesgamos a convertirnos en peones que generan datos, en vez de ser ciudadanos que actúan

De igual forma que en su momento hizo Estonia, Europa no puede desaprovechar la nueva ola de la transformación digital que, además de hacer frente a las dos grandes potencias, refuerce y garantice la protección de la vida privada de los europeos, porque si no, "nos arriesgamos a convertirnos en peones que generan datos, en vez de ser ciudadanos que actúan", señala Margrethe Vestager. En nuestras manos está el hacernos con el futuro digital.