Dos convivientes comparten un 32% de las bacterias de la boca y un 12% de las intestinales, según un nuevo estudio
- Estos microorganismos se comparten tanto de generación en generación como entre personas cercanas
- El estudio ayuda a entender cómo se adquieren especies microbianas asociadas con el riesgo de enfermedades cardiovasculares
Un estudio publicado este miércoles por la revista Nature revela que algunos de los microorganismos que componen el microbioma humano se transmiten a través de la interacción social. Las personas con las que estamos en contacto estrecho, como amigos, familiares o compañeros, son una fuente crucial de bacterias que contribuyen a nuestra salud.
Por ejemplo, dos personas que conviven juntas comparten hasta el 32% de las bacterias presentes en la boca y un 12% de las que se encuentran en los intestinos. El hallazgo puede ayudar a endender cómo se adquieren las especies microbianas asociadas con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y otras enfermedades.
El microbioma humano es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro organismo y resulta esencial para el buen funcionamiento de los sistemas inmunológico y digestivo, entre otros. Sin embargo, se sabe muy poco sobre cómo adquirimos y cómo se transmiten entre individuos las bacterias y otros organismos que lo componen.
Mayor estudio internacional sobre la transmisión de este tipo de bacterias
El investigador del Departamento de Biología Celular, Computacional e Integrativa (CIBIO) de la Universidad de Trento y del Instituto Europeo de Oncología (ambos en Italia), Nicola Segata, ha coordinado el mayor estudio internacional sobre la transmisión de las bacterias asociadas a la salud.
La investigación se ha hecho en colaboración con dieciocho instituciones y centros de investigación de todo el mundo, entre ellos un grupo de investigación del Instituto español de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATACSIC).
El equipo analizó cómo se transmiten las bacterias entre generaciones (transmisión vertical) y entre personas que viven en contacto cercano entre sí como parejas, hijos o amigos (transmisión horizontal), a partir de más de 9.000 muestras de heces y saliva de personas de todo el mundo.
El estudio ha confirmado por primera vez que la primera transmisión del microbioma intestinal tiene lugar al nacer y es muy duradera (las bacterias del microbioma materno se pueden detectar en personas mayores). También muestra que los adultos obtienen bacterias con las interacciones sociales, de persona a persona, y que el microbioma oral se transmite de una manera marcadamente diferente del microbioma intestinal.
Vivir juntos afecta a la presencia de estas bacterias compartidas entre dos personas más que la edad o la genética, en especial en lo que se refiere al microbioma oral, debido especialmente a la facilidad con la que se comparte la saliva. Las tasas más elevadas de intercambio de cepas en los intestinos entre personas se han detectado entre madres que cohabitaban y sus hijos de 0 a tres años (un 34% de media), seguidas de individuos de cuatro años o más en el mismo hogar (12%), gemelos adultos que no cohabitan (8%) y adultos que no cohabitan en el mismo pueblo (8%).