China celebra su Año Nuevo en plena ola COVID con millones de desplazamientos y cero restricciones
- Es la primera vez en tres años de pandemia que China celebra un Año Nuevo sin restricciones
- El país asiático ha reconocido cerca de 60.000 muertes por COVID en poco más de un mes
China comienza este sábado las celebraciones del Año Nuevo hasta el próximo viernes, las primeras sin restricciones en tres años de pandemia y en plena oleada de casos COVID. Esta festividad, cuyo día central es este domingo, trae aparejado millones de desplazamientos, lo que ha extendido los temores a un posible aumento de la transmisión del virus, que ya ha dejado casi 60.000 muertes en poco más de un mes en el país, según el balance chino.
"La preocupación máxima es por las personas que están viviendo en China, porque ellos son los vulnerables y los susceptibles al no haber estado expuestos en los últimos tres años prácticamente a ninguna circulación del virus y al no tener coberturas vacunales todo lo óptimas que deberían ser", ha explicado en una entrevista a RNE Quique Bassat, el epidemiólogo e investigador ICREA del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), sobre una situación que podría afectar, especialmente, a las zonas rurales del país.
En cuanto a cómo afectará la movilidad del Año Nuevo al resto de países, después de que China reabriera las fronteras el pasado 8 de enero, Bassat recomienda "secuenciar a los positivos" como "una manera de saber qué posibles variantes nuevas pueden haber aparecido". En este sentido, decenas de países, entre ellos España, piden una PCR en los aeropuertos a los viajeros llegados de China.
La explosión de casos azota al país asiático desde el pasado mes de diciembre, cuando se levantó la estricta política 'COVID cero' por la polémica muerte de diez personas en un incendio en una urbanizacion confinada y la extensión de las protestas ciudadanas. Días después vídeos y fotografías inundaron las redes sociales con imágenes de hospitales saturados por la enfermedad, mientras las autoridades chinas tan solo reconocían un número muy limitado de casos y muertes desde el comienzo de la pandemia.
China dice que ya ha pasado el pico
El país asiático ha asegurado que los casos graves de COVID en el actual brote alcanzaron ya su pico el pasado 5 de enero, cuando hubo 128.000 casos graves, pasando a ser 105.000 en pasado día 12, según los funcionarios de la Comisión Nacional de Salud. Aún así, siguen las dudas sobre el control de la situación en el país, debido a la opacidad en la información estatal durante toda la pandemia, y a estudios como el de la compañía británica Airfinity que ya estiman en 36.00 las muertes diarias de muertes durante las vacaciones del Año Nuevo.
Bassat considera que como China "lleva ya más de un mes en un pico de transmisión tan importante y tan explosivo", es posible que los movimientos por el Año Nuevo no desencadenen una nueva ola masiva de transmisión, aunque reconoce que "es difícil saber lo que está ocurriendo realmente" en el país. "Hay una discordancia muy grande entre los datos oficiales y de lo que se sospecha que está ocurriendo", ha indicado.
Las causas sobre esta oleada de casos, según los expertos, se debió, precisamente, a una escasa exposición al virus por parte de sus ciudadanos en los últimos años y, por tanto, una menor inmunidad de grupo. Apuntan también a una eficacia reducida de sus vacunas - Sinovac, Sinopharm y CanSino- frente a otras utilizadas a nivel mundial, por lo que China ya ha asegurado que está trabajando en una vacuna ARN mensajero del laboratorio chino Sinopharm. A esto se añade una cobertura vacunal insuficiente, especialmente, en las dosis de refuerzo en los mayores, lo que ha puesto al límite los servicios sanitarios del país.
Las zonas rurales chinas, las mas vulnerables
El fin de las restricciones ha supuesto un crecimiento del 55,1 % en el número de desplazamientos con respecto al año anterior. Sin embargo, son un 44 % inferiores a los datos de las mismas fechas de 2019, el último año anterior a la pandemia, según han informado los medios locales.
Uno de los principales destinos de los chinos en la celebración del Año Nuevo son las zonas rurales para visitar a familiares y amigos, siendo estas precisamente las más vulnerables debido a una población más envejecida, servicios sanitarios más precarios y una tasa de vacunación inferior en los más mayores, pese a ser gratuita en el país. Allí ya se está notando el trasvase de contagios de la ciudad al campo, ya que está habiendo una mayor demanda de oxímetros para medir la saturación del oxígeno en sangre y de respiradores.
Algunas provincias ya han dado cifras oficiales de contagios: Nueve de cada diez personas se habrían infectado en Henan y Gansú y algo más del 80% en Yunnan y Qinghai. Un estudio de la Universidad de Pekín, sin embargo, estima que en China ya se han contagiado 900 millones de personas, casi dos tercios de la población.
Medidas internacionales ante la llegada de los viajeros de China
A nivel mundial, el anuncio de la apertura de fronteras de China y de las celebraciones en medio de la peor ola de COVID-19 preocupó a las autoridades ante el temor de la aparición de nuevas variantes, provocando el restablecimiento de medidas preventivas en la Unión Europea, Estados Unidos, Japón o Corea del Sur, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, ha relajado la alerta y ha apuntado a que el aumento de casos de coronavirus en China no debería afectar a Europa de forma "significativa", debido a que las variantes circulando en ese país ya están en el continente y a la alta inmunidad y los índices de vacunación en los países europeos.
Por el momento, se ha detectado en China una subvariante de ómicron - la B.F.7- que estaría detrás del 80% de los casos secuenciados en el gigante asiático. Según los cálculos iniciales, el índice de transmisión podría ser hasta tres veces superior al de ómicron, aunque no generaría afecciones más graves.
Otra de las mutaciones de ómicron en las que se está poniendo el foco es la XBB.1.5 -conocida como 'Kraken'-, y se ha convertido en predominante en Estados Unidos, donde ha crecido exponencialmente durante el pasado mes de diciembre, y ya representa entre el 40% y el 50% de los contagios.