Picasso no era un genio
- Pablo Picasso cumple cincuenta años de su muerte e Informe Semanal otros cincuenta de vida
- El artista fue prolífico en obra y en amores. Tuvo siete mujeres, la última fue Jacqueline Roque
- Este sábado, "Medio siglo sin Picasso", a las 21:30 en RTVE Play, Canal 24h y La 1 de TVE
El pintor malagueño fue a morirse en Mougins, en el sur de Francia, el 8 de abril de 1973. Una semana antes había nacido Informe Semanal Hace medio siglo de todo eso. Picasso debió haber tenido un reportaje obituario en “Informe”, pero por aquel entonces el hombre que pintó el “Guernica” tenía difícil acomodo en el régimen franquista, que se resistía a morir. Pese al silencio televisivo español, el fallecimiento de Picasso fue un clamor mundial.
Había muerto el artista más importante del siglo XX. ¿Un genio? Así se ha reconocido durante décadas, pero en el arte se están revisando conceptos y el de genio hoy está cuestionado. De acuerdo, no fue un genio, fue un artista superdotado, un gigante, un monstruo, incluso, que se zampó todos los movimientos e ismos del XX, que no se paró nunca en sus logros, que se reinventó (ese término está de moda) de continuo.
Con 16 años pintaba como los grandes maestros del Museo del Prado. Soldado alistado, por su padre, también pintor, en las trincheras clásicas se cambió a tiempo de bando para hacer y ganar su propia guerra. París, y luego el sur de Francia, fue su estancia definitiva, su casa de genio (de genio no; de gigante) soberbio, infatigable y universal, a fuerza de tan español.
Nació en Málaga y en Pablo
Picasso nació en Málaga, en la plaza de la Merced, el 25 de octubre de 1881. Y fue bautizado en la iglesia de Santiago. Ya desde la cuna, no fue o no lo dejaron ser, modesto en nada. Tampoco en nombres. Se llamó Pablo José Diego Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso.
Con diez años, la familia se trasladó a La Coruña, y con quince a Barcelona, a aquella Barcelona fabril y bohemia de principios del XX, donde jugó a los colores como quien se desprende del gris de entretiempo para ponerse una vistosa casaca que iba del azul al rosa. Enseguida le esperaba París.
Picasso se inspiró en los clásicos
El siglo XX fue el de la explosión de las vanguardias. Muchos pintores y escultores se disputaron la primacía artística; de Chagall a Braque, de Kandinsky a Dalí, ninguno de ellos le sostuvo el pulso a Picasso. Quien mejor resistió la rivalidad con el ingenio (esto sí, ingenio está validado) malagueño fue Matisse, pero aun así no consiguió volar a la altura del autor de “Las señoritas de Aviñón”, ni en prestigio, ni en fama, ni en dinero.
“Es verdad que Matisse es un gran pintor, pero él es el último pintor antiguo, yo soy el primer pintor moderno“
Picasso lo tuvo claro desde joven: “No basta el arte por el arte, el artista necesita éxito y dinero”. Él transitó con buen pie por esos caminos. Cuentan que Picasso, que era doce años más joven que Matisse, comentó en cierta ocasión: “Es verdad que Matisse es un gran pintor, pero él es el último pintor antiguo, yo soy el primer pintor moderno”. Un moderno que se inspiró en los clásicos: Velázquez, Goya, El Greco, con una mirada muy atenta a Cézanne.
Relectura feminista de su obra
El tiempo del cincuentenario de su muerte llega con una relectura feminista de su obra. Hay voces, las más radicales, que piden la cancelación, que los cuadros de Picasso pasen directamente de las paredes a los almacenes de los museos.
“Picasso es un hombre del sur de España, nacido en Málaga a finales del siglo XIX y que por tanto proviene de una tradición patriarcal“
Pero, como nos decía al equipo de Informe Semanal Cécile Debray, presidenta del Museo Picasso de París, no tiene sentido juzgar con parámetros del presente a alguien que cuando empezó el siglo XX tenía 20 años. “Picasso –comentaba Cécile- es un hombre del sur de España, nacido en Málaga a finales del siglo XIX y que por tanto proviene de una tradición patriarcal”.
A quienes ahora acusan de machista al pintor habría que preguntarles cómo de feministas eran sus bisabuelos. En todo caso, nuestro artista fue prolífico en obra y en amores. Tuvo siete mujeres: Fernande, Eva, Olga, Maria Therese, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque.
En 1935, su última visita a España
Desde 1935, Picasso no volvió a poner los pies en España, ni siquiera cuando murió su madre en Barcelona, en 1938. En plena guerra civil no era un viaje recomendable. Después se prometió no regresar a nuestro país mientras viviera Franco, así que como él murió dos años antes que el dictador no volvió aquí, pero, como comentó el crítico de arte Santiago Amón, “Picasso vivió como un español y murió como un español. En el momento de su muerte le rodeaban tres ilustres exiliados: Miguel, el secretario, el jardinero y el peluquero, en compañía de Jacqueline, su viuda. Incluso fue amortajado muy a la española, envuelto en una capa cordobesa”.
Han pasado cincuenta años, Picasso cumple medio siglo de muerto e Informe Semanal medio siglo de vida, y, naturalmente, el talento malagueño ha tenido un hueco preferente en el programa.