El volumen de bonos 'verdes' o sostenibles se duplica en dos años, según el BCE
- Ha publicado nuevos indicadores para analizar datos climáticos y su incidencia en el sector financiero
- Revela que entre el 70% y el 80% de los ingresos de entidades provienen de activos que pueden considerarse contaminantes
El volumen de los bonos calificados como 'verdes' o sostenibles se ha duplicado en los últimos dos años y ha crecido "mucho más deprisa que el mercado de bonos general de la zona del euro". Así lo revela el Banco Central Europeo (BCE) en unos nuevos indicadores que ha publicado este martes, relacionados con el clima y que tienen como objetivo ver sus efectos sobre el sector financiero, reducir la brecha en los datos climáticos y hacer un seguimiento de la transición verde.
Estos indicadores analizarán las emisiones de carbono achacables a las instituciones financieras y estudiarán los riesgos físicos que representa el cambio climático, como las inundaciones, sequías o incendios. Entre sus fines está ofrecer una imagen de la deuda calificada como 'verde', social, sostenible o vinculada a la sostenibilidad dentro de la zona euro o un emisor concreto, como puede ser una entidad.
No obstante, el BCE señala que son "experimentales y analíticos", ya que aún queda camino por recorrer para definir concretamente qué es un bono 'verde' y armonizar los estándares a nivel internacional.
Dos parámetros clave: escasez de agua e inversiones 'sostenibles'
Dentro de los parámetros climáticos se incluye, por primera vez, la escasez de agua. El BCE indica que el 100% de los activos de las entidades financieras están expuestos, en su mayoría, a un riesgo medio-alto en 2040. Por otro lado, el 70% del porfolio está expuesto a un riesgo de incendios que, según el BCE, es de riesgo bajo.
Por otro lado, el organismo revela que entre el 70% y el 80% de los ingresos de las entidades depositantes, fondos de inversión y de pensiones provienen de activos susceptibles de ser considerados contaminantes, es decir, emisores de dióxido de carbono.
Finanzas, emisiones de carbono y clima
En conjunto, estos parámetros abordan tres grandes bloques. Por un lado, buscarán categorizar los instrumentos de deuda en función de si son 'verdes', 'sociales', 'sostenibles' o están 'relacionados con la sostenibilidad'. Uno de sus objetivos es impulsar la transparencia de estos datos para lograr una transición a un modelo economía de cero emisiones.
También habrá indicadores analíticos sobre las emisiones de carbono de instituciones financieras y cuál es la exposición del sector financiero con respecto a modelos de negocios intensivos en carbono. Según apunta el BCE, los resultados preliminares muestran que en la zona del euro la mayoría de las emisiones financiadas a través de acciones o bonos están en manos de fondos de inversión. No obstante, las actividades más intensivas en carbono se financian a través del sector bancario.
Además, publica indicadores que analizan los riesgos físicos del clima, es decir, el impacto de peligros naturales como inundaciones y sequías en el rendimiento de las carteras de préstamos, bonos y acciones. El BCE señala, por ejemplo, que los vendavales afecta de forma amplia a las carteras de la zona euro, pero el riesgo de que cause daños graves es bajo.
Indicadores que aún se están mejorando
El BCE señala que todavía faltan estándares aceptados internacionalmente sobre la definición de un bono 'verde' y sostenible, por lo que se trata de datos menos fiables y con limitaciones porque cumplen con todos los requerimientos de calidad de las estadísticas oficiales del organismo.
"Necesitamos entender mejor cómo afectará el cambio climático al sector financiero y viceversa" y para ello es clave el desarrollo de datos de elevada calidad, ha indicado Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE. En esta línea, ha añadido que "los indicadores son el primer paso para ayudar a reducir la falta de datos relacionados con el clima, lo que es crucial para progresar más hacia una economía neutral con el clima".
Así, el BCE ha afirmado que estos indicadores aún están refinándose y que deben usarse con cierta cautela, pero ha indicado que trabajará para mejorar la metodología y los datos utilizados. "Necesitamos comprender mejor cómo el cambio climático afectará al sector financiero, y viceversa. Para esto, la obtención de información fiable es crucial", ha explicado Schnabel.