Las acusaciones de corrupción sacuden al gobierno ucraniano en plena guerra
- El viceministro de Infraestructuras ha sido detenido y los cambios afectan a tres ministerios, la Fiscalía y cinco regiones
- El jefe adjunto de la oficina de Zelenski, Kirilo Timoshenko, también ha abandonado el cargo
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El gobierno de Ucrania se está viendo sacudido por varios casos de corrupción cuando está a punto de cumplirse un año del comienzo de la invasión rusa.
El domingo, el viceministro de Infraestructuras fue detenido y cesado. El lunes, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, indicó en su mensaje diario a la nación que esta semana habría cambios de personal en el gobierno, las regiones y las fuerzas de seguridad. Zelenski también decretó que los funcionarios ya no podrán viajar al extranjero "por vacaciones o por algún otro propósito no gubernamental".
Tras el anuncio de Zelenski, han sido cesados o han dimitido varios cargos adjuntos en los ministerios de Desarrollo e Infraestructuras, Defensa y Asuntos Sociales, además de en la Fiscalía General, en la propia oficina de Presidencia, y al frente de la administración de cinco regiones.
Dimisiones, ceses y una detención
El domingo, Vasil Lozinski, hasta entonces viceministro de Desarrollo Comunitario, Territorios e Infraestructura, fue cesado y detenido bajo acusaciones de malversación de fondos.
Supuestamente, según informa la agencia ucraniana Ukrinform, se le acusa de aceptar un soborno de 400.000 dólares (367.000 euros) por la compra de "equipos y maquinaria". Otros medios precisan que se trataba de generadores eléctricos, imprescindibles en Ucrania después de que los bombardeos rusos de infraestructuras energéticas hayan dejado muchas zonas del país sin suministro estable de electricidad.
En el mismo Ministerio, dirigido por Oleksandr Kubrakov, han dimitido otros dos cargos: el viceministro de Desarrollo de Infraestructura, Ivan Lukerya, y el de Desarrollo Comunitario y Territorial, Viacheslav Negoda. Y han sido despedidos los vicejefes de Estado del Servicio Marítimo y Fluvial, Anatoliy Ivankevych, y de Transporte, Viktor Vyshnyo.
En el Ministerio de Defensa ha sido relevado del cargo el viceministro, Viacheslav Shapovalov, encargado de los suministros para las tropas. En este caso, las sospechas de corrupción se refieren a la compra por encima de su precio de raciones alimenticias para los soldados.
El Ministerio asegura en una nota que las acusaciones son infundadas y denuncia una "campaña" en su contra. Shapovalov ha dimitido, afirma la versión oficial, "para no crear amenazas a la provisión estable de las Fuerzas Armadas".
El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, es una de las caras más conocidas del gobierno ucraniano, y participa en reuniones internacionales como la que tuvo el pasado viernes en Ramstein (Alemania) para pedir ayuda a sus aliados.
En el Ministerio de Política Social ha perdido su cargo el viceministro, Vitali Muzichenka.
También ha sido cesado este martes el fiscal general adjunto, Oleksii Simonenko. La Fiscalía no ha dado las razones del cese, pero ha asegurado que se ha producido "de acuerdo con su propia voluntad". Simonenko había sido muy criticado por irse de vacaciones a España en plena guerra.
El Gobierno ucraniano ha acordado también el cese de los gobernadores regionales de Dnipropetrovsk (Valentin Reznichenko); Zaporiyia (Oleksii Staruja); región de Kiev (Oleksii Kuleba); Sumi (Dimitro Zhivitski) y Jersón (Yaroslav Yanushevich).
Dimite uno de los asesores de Zelenski
Por su parte, el subjefe de la Oficina Presidencial, Kirilo Timoshenko, ha presentado su dimisión a Zelenski, sin revelar sus razones.
"Agradezco al presidente de Ucrania la confianza y la oportunidad de hacer buenas obras todos los días y cada minuto", ha escrito Timoshenko en Telegram.
De momento, se desconoce si su dimisión también está relacionada con las sospechas de corrupción. Según Reuters, que cita medios ucranianos, desde el comienzo de la invasión Timoshenko se ha visto envuelto en varios escándalos relativos al uso de coches de alta gama. El hasta ahora adjunto de la Oficina Presidencial siempre ha negado cualquier acusación de comportamiento indebido.
"No se va a hacer la vista gorda"
Mijailo Podoliak, otro de los asesores de Zelenski, ha asegurado que las decisiones "personales" del presidente ucraniano responden al principio de "justicia para todos".
"No se va a hacer la vista gorda. Durante la guerra, todo el mundo debe comprender su responsabilidad. El presidente mira y escucha a la sociedad. Y responde directamente a una demanda pública: justicia para todos", ha escrito Podoliak en Twitter.
Por su parte, David Arajamia, jefe del partido Servidor del Pueblo, el partido del presidente, ha advertido a todos los funcionarios que deben "centrarse en la guerra, ayudar a las víctimas, recortar la burocracia y poner fin a los negocios dudosos".
"Sin duda, vamos a dedicarnos activamente esta primavera a meter a gente en la cárcel - ha amenazado Arajamia - Si el enfoque más humano no funciona, lo haremos de acuerdo con la ley marcial".
La corrupción, un problema habitual en Ucrania
La corrupción es un problema tradicional en Ucrania, que la guerra había contribuido a poner en segundo plano. Según la ONG Transparencia Internacional, en 2021 un 23 % de los usuarios de servicios públicos habían tenido que pagar algún soborno.
El país tenía 32 puntos sobre 100 en el Índice de Percepción de la Corrupción (en el que 0 indica un alto índice de corrupción y 100 ausencia de corrupción; España obtenía 61 puntos).
Al llegar a la presidencia, Zelenski se rodeó de quienes fueron sus colaboradores durante la campaña electoral, todos recién llegados a la política, como él, con promesas de eliminar las prácticas corruptas.
Desde el comienzo de la guerra, la cúpula del poder en Kiev se había mantenido prácticamente sin cambios. La remodelación más profunda se produjo en julio, cuando el presidente sustituyó al jefe del Servicio de Seguridad (SBU) y al fiscal general, pero en aquella ocasión fue porque supuestamente no habían sabido detectar a "espías" y "traidores" en sus organizaciones.
Los nuevos casos de malversación y enriquecimiento ilícito pueden dañar el esfuerzo de guerra y la reputación de Uccrania, que depende totalmente de la ayuda internacional, así como su candidatura a entrar en la Unión Europea. Además, coinciden con los esfuerzos ucranianos para obtener más armas, entre ellas carros de combate Leopard.