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Madrid Fusión

Un paseo por Madrid Fusión, del Coent de Castellón a la mejor croqueta ibérica para poner a prueba el paladar

  • Muchas pequeñas empresas locales aprovechan esta feria para darse a conocer a nivel nacional
  • No todo se reduce a contactos y negocios: también hay lugar para el disfrute con catas y showcookings

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Un expositor de frutas y hortalizas en Madrid Fusión
Un expositor de frutas y hortalizas en Madrid Fusión

La feria gastronómica más importante de España ha vuelto un año más de la mano de Madrid Fusión, con un lema claro: "No hay límites". Por el pabellón 14 de Ifema tan pronto puedes encontrarte a la mejor croqueta ibérica de 2023, como un Coent picante de Castellón o una torrija endulzada a la miel conquense o degustar manzanas asadas durante dos meses a 60 grados.

En sus pasillos se entremezclan, aparte de sabores y olores de cada rincón del país, infinidad de hosteleros, estudiantes de cocina con chefs de renombre o grandes productores y pequeños proveedores que ven en Madrid Fusión una oportunidad para encontrar nuevos sabores que trasladar a los fogones o hacer nuevos clientes, al mismo tiempo que un bocado de grana padano se intercala con una morcilla de Burgos para posteriormente pasarlo con un pequeño trago de pacharán añejo.

"Nos aporta mucha visibilidad, a nosotros nos cuesta mucho salir de Castellón y aquí puede venir gente preguntando de Palma, Logroño...", explica el responsable de embutidos La Cabanenca, Vicente Llopis. El empresario ha traído hasta Madrid Fusión, de la mano de la Generalitat y la Diputación de Castellón, este comercio de embutidos familiares de Burriana y que realiza un Coent picante con el que ponerse a prueba, pero que solo se conoce a nivel local a pesar de su buen sabor que deja un regusto picante al probarlo.

"Somos empresas familiares que crecemos poco a poco y buscamos darnos a conocer aquí", se expresa en la misma línea la enóloga de la pequeña bodega castellonense Barón d'Alba, Sonia Valero.

"El objetivo de todos los que venimos aquí es salir de esa zona de confort local y ver otros mercados para crecer", añade Valero. Aunque avisa sobre la posibilidad de captar nuevos clientes: "Aquí todo es muy bonito, pero luego habrá que ver cuantos contactos materializan".

Uno de esos posibles nuevos clientes es Álvaro, responsable de La Canibal, de un pequeño bar de estilo industrial en el madrileño barrio de Lavapiés que ofrece vinos orgánicos y cervezas artesanales. Vera ha venido hasta Madrid Fusión buscando nuevos proveedores, según comenta. "Aquí haces contactos y sobre todo encuentras productos que son de otras zonas que no conoces. Me ha pasado con estos vinos de Castellón, no es una zona que se conozca mucho y me ha sorprendido bastante, buscamos ese concepto y nos encaja", explica mientras huele un tinto y un vino blanco.

Madrid Fusión: una cita de la diversidad culinaria

De los negocios al "puro disfrute"

Aunque no solo pequeños clientes y empresas familiares se dan cita estos días en Madrid. También hay espacio para grandes trasatlánticos como Antonio y Yolanda, responsables de ventas en Makro Tenerife y Fuerteventura, la compañía multinacional líder como proveedor de hostelería en España y Europa. "Venimos aquí para conocer como se mueve el mundo de la hostelería a nivel proveedor, qué se busca y qué gusta para luego nosotros poder tenerlo en nuestros centros y poder asesorar mejor al cliente cuando va a comprar para su restaurante", explican.

"El llegar aquí y ver qué diferencias hay, las procedencias y cuál es más fresco nos ayuda a la hora de asesorar", dicen cuando contemplan el corte de una fina mortadela italiana en un stand en el que se juntan gran cantidad de personas para probar sus quesos y embutidos, un signo que también les da señales de qué interesa en el cliente, confiesan.

En el marco de Madrid Fusión, no todo se reduce a contactos y negocios. También hay lugar para el disfrute con catas y showcookings. Probar vinos del Penedés o Ribera del Duero, para posteriormente tomar rocas de chocolate con queso o bombones hechos a base de quesos de Marqués de Mendiola y Vega de San Martín son una posibilidad durante la visita para hacer las delicias de los visitantes. "Nosotros venimos por el puro disfrute", comentan Juan y Ana, una pareja de visitantes que ha acudido a la feria.

'Madrid Fusión' muestra la diversidad de la cocina contemporánea

Sin embargo, a muchos de esos showcookings, también acuden gran cantidad de estudiantes de escuelas de alta cocina. "Venimos para ver las últimas novedades, las propuestas y sobre todo las ponencias para conocer la cultura gastronómica de España, aquí te das cuenta de lo amplia que es", comentan un grupo de alumnas de la escuela MOM Culinary.

Una cultura gastronómica que se pone en esencia y premia con multitud de galardones. La mejor tapa, el mejor torrezno, el cocinero revelación o a la mejor croqueta ibérica son algunos de los premios que se fallan estos tres días de feria. Una croqueta ibérica que los visitantes pueden degustar por solo tres euros en el restaurante Ababol en Albacete.

"El secreto está en la cremosidad de la misma, la temperatura suave y un sabor intenso a jamón", confiesa el chef galardonado con el premio a mejor croqueta, Juan Monteagudo, en una entrevista con RTVE.es en el stand de Castilla La Mancha en la feria, mientras decenas de visitantes van de puesto en puesto buscando probar lo mejor de cada sitio. Unos visitantes que han agotado todas las entradas para los tres días de feria y en la que a cada paso se puede disfrutar un manjar difícil de encontrar lejos de ahí.