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Libros

'Indira', la inspectora imperfecta de Santiago Díaz que ha dinamitado la novela negra

  • El escritor presenta la tercera entrega de la serie de la policía Indira Ramos
  • Las novelas han encontrado un espacio propio en el nuevo noir español

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'Indira' es la tercera entrega de la serie de la inspectora Ramos
'Indira' es la tercera entrega de la serie de la inspectora Ramos

El escritor y guionista Santiago Díaz (Madrid,1971) se muestra expectante ante la acogida de Indira (Reservoir Books), “me mandan muchos mensajes y fotos, creo que está llegando a mucha gente”, cuenta con entusiasmo sobre la retroalimentación constante con los lectores.

Su pálpito es atinado porque su libro es la prueba escrita de que existe base bien apuntalada para que irrumpa la originalidad. El novelista ha cimentado un espacio propio volteando las reglas en el fértil caldo de la nueva novela negra española, en la estela de autores como Mikel Santiago, Susana Martín Gijón o María Oruña.

El último título de Díaz es la tercera entrega de la serie que arrancó con El buen padre y Las otras niñas, que tienen como protagonista a la inspectora Indira Ramos. Un éxito cocinado a fuego lento y que ha elevado en menos de dos años al autor como voz autorizada en el noir.

En paralelo, la saga ha aupado a su peculiar e "imperfecta" agente como personaje inédito. Una jefa de equipo en las antípodas de los clichés del género que dibujan a policías batallando con sus demonios internos.

Los males de la “honestidad brutal” de Indira emergen de otro plano. Así lo moldeó el autor de forma consciente porque la inspectora es “realmente insoportable en sus rarezas y una marginada para sus compañeros”, pero su trastorno obsesivo sobre el orden y la limpieza “con todo el respeto, introduce un destello de humor que la convierte en humana”, además de la dimensión que explora como madre, explica.

Una mezcla entre el thriller y la "novela romántica"

La aparición de varios cadáveres en un descampado en Getafe será el detonante de una investigación que encara un grupo policial separado por tragedias anteriores, entreverado con un segundo caso que pivota sobre la fuga de un peligroso recluso de la cárcel de Alcalá de Henares.

A partir de este punto arranca un argumento que conduce al extremo el espejo social que abraza la novela policíaca: aflora con crudeza contenidos como el narcotráfico, la violencia de género o los resortes opacos del poder y sus tentáculos.

Una realidad presente pero complicada de digerir en la que se mueven unos personajes “en la escala de grises y con muchas aristas”. Son víctimas de sus secretos y se sacrifican por ello.

“Todos tenemos nuestras virtudes y nuestros fallos. Creo que es importante dotar a los personajes de humanidad y que podamos sentirnos identificados en ellos, que nos reconozcamos porque sin defectos no funcionan, además me gusta crear un poso planteando preguntas”, señala el escritor.

De sus 25 años de experiencia como guionista en televisión y cine, Díaz ha bebido el ritmo de vértigo, el cruce de tramas y una mixtura de estilos que bascula con comodidad del noir puro a un misterio ‘quién lo hizo’ hasta la “novela romántica” en un ensamblaje adictivo.

“La novela negra en los últimos años ha tenido una evolución porque antes era considerada como un género menor, pero ahora es mucho más compleja”, disecciona.

“Creo que todos nosotros, como lectores y espectadores tenemos mucho bagaje. Ya no nos convencen tan facilmente y le vemos las costuras a las historias. Los autores tenemos que esforzarnos un poquito más para engañar entre comillas a los lectores y que nos acompañen intrigados hasta el final de esa aventura. Yo he intentado conseguir eso aunando todos los subgéneros en uno solo que ahora se conoce como novela negra”.

El milagro de identificación vuelve a encajar aunque en Indira, Santiago Díaz empuja todos los límites y posiciona a la policía-y a los lectores- en un dilema insoportable, y recurrente en la serie de libros, contenido en una pregunta moral: ¿De qué serías capaz para proteger a un ser querido?

Sin destripar la trama, la conclusión de la novela es completamente impactante, uno de los mejores finales de los últimos años, además de coherente con los mimbres de la personalidad de Indira, sin orillar el debut de 'JD', un policía de etnia gitana que aporta algunos de los momentos de mayor brillo y humor. Un agente que es “un pez fuera del agua” y se merece por derecho propio una historia en solitario.