El juez vincula al atacante de Algeciras con el salafismo yihadista: "Mira al cielo, grita Alá y da una última estocada"
- Se ha decretado el secreto del sumario y el detenido no verá al magistrado hasta el lunes
- Según el auto al que ha tenido acceso RTVE el atacante actuó guiado por una "voluntad terrorista"
El juez de la Audiencia Nacional encargado del ataque en Algeciras, Joaquín Gadea, considera que Yassine Kanjaa, presunto autor del asesinato del sacristán Diego Valencia y de herir a otras cuatro personas, actuó guiado por una "voluntad terrorista" en un acto que vincula con el salafismo yihadista.
Según el auto del juez al que ha tenido acceso RTVE, estando la víctima en el suelo, Kanjaa "sujetó la catana con ambas manos y alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra “alá” le asesta una última estocada mortal" en unos actos que tenían la "intención de alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror".
El magistrado señala que los hechos comenzaron sobre las 18.30 horas en la iglesia de San Isidro, cuando el presunto terrorista entró al templo con "desconocidas intenciones" pero diciendo que "la única religión que hay que seguir es el islam", iniciándose así una discusión con los presentes.
El presunto terrorista abandonó la iglesia profiriendo mensajes en árabe cuyo contenido se desconocen y regresó a las 19:40 horas. Una vez finalizada la misa, el sacerdote encargado de la misma, Antonio Rodríguez, bajó del púlpito para comprobar lo que estaba ocurriendo, "instante en el que el investigado portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita" lo agredió "causándole lesiones de gran gravedad" para huir posteriormente y dirigirse a la parroquia de La Palma, a unos 200 metros de distancia.
Es allí donde el atacante hiere al sacristán fallecido, que intenta huir, pero es alcanzado en la plaza Alta de la localidad gaditana.
No opuso resistencia al ser detenido
También intentó atacar a uno de los testigos allí presente antes de huir y dirigirse a la iglesia de La Palma, ubicada a unos 200 metros del lugar anterior, donde encontró al sacristán, que estaba abandonando el lugar por una puerta trasera. Allí comenzó el ataque que acabó con su vida poco después.
Consumado el asesinato, Kanjaa se dirigió "de forma muy tranquila" a la conocida como Ermita Europa, ubicada en esa misma plaza e intentó entrar en la misma. Pero en ese instante "y sin prestar resistencia" fue detenido por la Policía Local de la Ciudad de Algeciras.
Según el relato del juez, cuando era trasladado al centro médico de esa ciudad para recibir asistencia facultativa profirió en reiteradas ocasiones gritos de "Allahu Akbar".
El magistrado considera que estos hechos son susceptibles de ser calificados, provisionalmente, de delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas "al poder estar relacionada la acción de Yassine Kanjaa al salafismo yihadista, siendo la intención de alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, la que habría podido motivar la actuación criminal".
En principio, el juez, que ha decretado el secreto del sumario, no verá al detenido hasta el lunes, dado que la Policía le va a pedir prorrogar su detención hasta agotar los cinco días máximos que permite la ley en casos de terrorismo.