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Sexo en el siglo XXI (III)

La sexualidad en la vejez: "A partir de una determinada edad, la gente te mira raro por querer tener sexo"

  • Las más interesadas en descubrir más sobre el sexo en esta última etapa vital son las mujeres, según los expertos
  • Trabajar y educar en el ámbito sexual mejora mucho la calidad de vida de los mayores

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La sexualidad y todo lo relacionado con ella no desaparece cuando se llega a la tercera edad
La sexualidad en la vejez es un tema tabú

“Pasas de una edad y la gente te mira raro por querer tener sexo” cuenta a sus 74 años, Dolores, que sigue viviendo su sexualidad “de la mejor forma que la salud lo permite”. “Es verdad que no tengo 20 años, pero por suerte tampoco tengo mayores problemas que me impidan disfrutar tanto como antes”, relata a RTVE.es.

Si bien es cierto que poco se habla del tema, las relaciones sexuales y el deseo sexual permanecen durante la vejez. Así lo confirma en una entrevista con RTVE.es la psicóloga y sexóloga Ana Yáñez: “La sexualidad y todo lo relacionado con ella no se elimina y desaparece cuando se llega a la tercera edad”.

Esto, como explica la presidenta de la asociación estatal de profesionales de la sexología, Susana Maroto, se debe a que “somos seres sexuados y la sexualidad es algo que tenemos desde que nacemos hasta que nos morimos”.

“Es muy curioso porque la gente piensa que cumples 65 o 70 años y algo hace 'chas' y ya no tienes ganas de tener sexo, y eso, lógicamente, no es así”, matiza Dolores.

En este punto coinciden mayoritariamente todos los expertos entrevistados. Así, la sexóloga Yáñez afirma que la sexualidad “va evolucionando a la par que nuestras características biológicas, psicológicas y sociales en las diferentes etapas evolutivas, pero nunca desaparece”.

Sin embargo, a pesar de este hecho, el tabú del sexo en la vejez persiste. La sociedad, explica Yáñez, “ha concebido de manera errónea lo que es la sexualidad y ha achacado a que nuestra conducta sexual tiene que ver con buscar la procreación y en el momento en que no podemos reproducirnos, esa creencia errónea nos ha llevado a pensar que ya no se va a tener deseo o ya no se van a tener relaciones sexuales”.

Las mujeres, más interesadas en descubrir

Las más interesadas en el sexo en esta última etapa vital son las mujeres. “Toda esa visión cultural que había hasta hace unos años respecto al placer de la mujer supeditado al del hombre, es una realidad que han vivido muchas mujeres que ahora se plantean el querer saber más”, sentencia la sexóloga y psicóloga Arola Poch.

Mari Carmen es una de esas mujeres, 78 años a sus espaldas y 59 casada con Manuel. “El sexo nunca fue nuestro punto fuerte”, cuenta en una conversación con RTVE.es. “Somos otra generación, ahora me he apuntado a un curso de sexualidad y estoy descubriendo muchas cosas”, afirma.

El sexo no estaba pensado para que las mujeres disfrutaran, estaba pensado para que tuvieran hijos

“Cuando yo era joven el sexo no estaba pensado para que las mujeres disfrutaran, estaba pensado para que tuvieran hijos, entonces una vez que ya no puedes tener hijos, nadie te dice 'puedes seguir teniendo sexo'”, sentencia Mari Carmen.

En la consulta, las percepciones de los profesionales siguen esta línea. De hecho, la presidenta de la asociación estatal de profesionales de la sexología confirma que “cada vez hay más mujeres que atienden su cuerpo y se preocupan por su erótica y por el deseo, y esto implica que se habla más de ello, lo cual es muy positivo”.

La importancia de aceptar los cambios

Preocuparse por la sexualidad en la etapa madura supone aceptar que los cambios en el cuerpo implican cambios en las sensaciones y las percepciones en las relaciones, afirman los expertos.

Durante todas las etapas vitales el cuerpo experimenta cambios y cuando envejecemos “esos cambios afectan a nuestra respuesta sexual y a nuestra práctica sexual”, afirma Yáñez, que recuerda que “todos son salvables y se pueden paliar de alguna manera”. En este sentido, afirma que si se necesita más lubricación, existen lubricantes que lo solucionan, y si se necesitan posturas más cómodas para acoplar las relaciones a problemas físicos derivados de la edad, la solución también es fácil.

Mari Carmen acepta su cuerpo. "Soy mayor" dice, pero eso no le impide disfrutar la sexualidad. "Claro que no tengo el cuerpo de hace 50 años, ¿y qué pasa?", pregunta, para añadir: "Por suerte, de momento, lo puedo disfrutar, con achaques, pero todavía puedo".

Que no se puede tener la misma sexualidad a los 25 que a los 75 "es obvio", sentencia Arola Poch, pero afirma que “se trata de entender esos cambios y evolucionar en nuestra sexualidad con respecto a esos cambios”.

Mayores que "nunca" han hablado de sexo

Los sexólogos consultados coinciden en que el desconocimiento, el tabú y la falta de información y educación es un hecho común en personas de la tercera edad. Hace años era muy difícil hablar de sexo con normalidad y mucho menos que la educación sexual fuera algo normalizado en la sociedad.

“La falta de educación es el principal motivo detrás del desconocimiento y el tabú”, explica la sexóloga y psicóloga Arola Poch.

Coincide con ella la sexóloga Herrera, que explica que “la sexualidad siempre ha sido tabú y sobre todo en la tercera edad por su educación” y en este sentido afirma que “si bien es cierto que la gente joven se ha ido liberando, en las personas mayores el tabú todavía persiste”.

Dolores recuerda que en su juventud ni ella ni su entorno “hablaban de sexo”: “Ahora los jóvenes hablan de sexo sin pudor y eso en mi época era impensable”.

Ahora los jóvenes hablan de sexo sin pudor y eso en mi época era impensable

Susana Maroto, por su parte, incide en la repercusión negativa de ese tabú “que pesa sobre la vejez” pero recuerda que, “verdaderamente, aquellas personas que se preocupan por atender su vida sexual y van más allá de esta estigmatización pueden seguir viviendo su vida erótica con mucho placer, incluso con más placer”.

La educación sexual, pilar clave

Para aceptar los cambios en el sexo durante la vejez, el pilar clave sigue siendo la educación. Trabajar y educar en el ámbito sexual “les hace bien, les ayuda mucho a normalizar, a seguir mejorando, a seguir cuidándose y a seguir disfrutando”, explica Yáñez. Es más, mejora mucho la calidad de vida de los mayores, afirman los expertos.

Actualmente, existen numerosos cursos destinados a la vejez para aprender sobre sexualidad. “Siempre que hablamos de educación sexual, estamos pensando en los jóvenes y olvidamos otras franjas como la tercera edad”, sentencia la sexóloga Maroto.

Por tres razones - Sexualidad: ¿cómo aprenden jóvenes y mayores? - Escuchar ahora

Yañez aboga porque las entidades inviertan en aumentar la formación en sexo para este grupo poblacional, que cada vez será más numeroso. Cree, además, que los mayores demandan este tipo de actividades. Ella ha impartido numerosas charlas y cursos y afirma que les gustan y agradecen tener la oportunidad de aprender más sobre sexo. “Durante toda su vida, por cultura o por el momento sociocultural, han estado más reprimidos y la información recibida ha sido errónea o ha estado muy marcada por cuestiones de género que son muy desigualitarias entre hombres y mujeres”.

La importancia de una información de calidad también está presente en la sexualidad. “Es necesaria mucha educación sexual, hablar, divulgar y educar sobre sexo de una manera seria, rigurosa”, sentencia Arola Poch, que además recalca la importancia de “naturalizar y normalizar hablar de sexo, normalizar el tener dudas, el poder preguntar y romper con los prejuicios o estereotipos que tenemos para empezar a construir de nuevo”.

Nunca es tarde y en el sexo, tampoco.