Cientos de miles de personas vuelven a las calles para protestar contra la reforma de pensiones de Macron
- La policía gala ha confirmado que cerca de 1,3 millones de personas se han manifestado en todo el país
- Los sindicatos planean nuevas huelgas y manifestaciones para los días 7 y 11 de febrero
Francia ha vivido este martes su segunda jornada de huelgas contra el plan del presidente, Emmanuel Macron, para reformar las pensiones y extender la edad mínima de jubilación hasta los 64 años.
Durante la jornada los sectores ferroviario, petrolero y educativo han realizado importantes paros y se han llevado a cabo 240 marchas en todo el país. Según los dos principales sindicatos galos, la participación en las protestas ha superado a la del pasado 19 de enero, cuando se celebró la primera gran jornada de manifestaciones contra esta impopular medida.
Los convocantes han estimado 500.000 participantes, 100.000 más que hace doce días. Datos que chocan con los oficiales, ya que la Prefectura ha confirmado que 87.000 personas han participado en la protesta de París.
La de París fue la mayor protesta de las convocadas en toda Francia, seguida por la de Marsella, donde la Prefectura estimó 40.000 manifestantes (205.000 los sindicatos), aun así más que el pasado 19 de enero. En total, la policía gala ha confirmado que cerca de 1,3 millones de personas se han manifestado en todo el país.
La meta de los sindicatos es, como en 1995, durante la presidencia del conservador Jacques Chirac, lograr que la presión social sea tal que impida la puesta en marcha de la reforma.
"Mayor protesta en 25 años"
Laurent Berger, líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), primer sindicato del país, y el propio Philippe Martínez han asegurado a EFE que la jornada de contestación de este martes ya adelanta a la anterior, cuando salieron a la calle entre 1 y 2 millones de personas.
"Las cifras que manejamos es que, en toda Francia, hay más manifestantes que hace diez días. El descontento está bien instalado", ha asegurado Martínez.
Berger, por su lado, ha considerado que las movilizaciones de este martes son también "más importantes" que las del 19 de enero y "bien repartidas" por todo el territorio. "El mundo del trabajo lo dice alto y claro, en la mayor protesta en 25 años, no quiere un aumento de la edad mínima de jubilación", ha afirmado.
Con estos datos, los sindicatos planean nuevas huelgas y manifestaciones para los días 7 y 11 de febrero contra la reforma de las pensiones.
Desacuerdo por los datos de seguimiento
A la espera de los datos definitivos, según el Gobierno galo, un 19,4% de los funcionarios de la Administración Central, frente al 28 % del 19 de enero, habrían secundado el paro. Por su parte, los trabajadores públicos de las administraciones locales se adhirieron a la huelga en un 7,9%, frente al 11,3% del día 19, y los de los hospitales en un 8,5%, después del 9,9% anterior.
No obstante, sí que hubo servicios especialmente afectados como el petrolero, el ferroviario, el aéreo y el educativo, según cifras de los sindicatos.
En la enseñanza secundaria, se calcula un 55% de huelguistas, de acuerdo con los sindicatos. Según el Ministerio de Educación, hubo 25,92% de profesores que respaldaron el paro, contando todos los niveles educativos, frente al 38,5% del 19 de enero.
Como era esperado, el sector de las refinerías y los depósitos de combustibles de TotalEnergies se movilizaron en masa, de acuerdo con el sindicato CGT. Al menos el 75% del personal de cuatro refinerías ha secundado la huelga.
Paros en el transporte
Como en la primera huelga, uno de los sectores más afectados ha sido el transporte. Antonio Delgado, corresponsal de RNE en París, ha explicado que mucha gente no ha acudido a trabajar presencialmente por falta de transporte.
Se han anulado un 20% de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly, dos tercios de los trenes de alta velocidad (TGV), el 80% de los regionales y entre dos tercios y el 90% de los cercanías de París, según las líneas, informa Efe.
Sin embargo, el seguimiento entre los trabajadores de la empresa ferroviaria estatal, SNCF, ha sido menor que en la primera huelga, según fuentes sindicales: 36,5% de huelguistas este martes, frente a 46,3% el pasado 19 de enero, lo que provocó que solo circulasen dos trenes regionales de cada 10 y entre el 25 y 30% de los de alta velocidad.
En el área metropolitana de la capital, solo dos de las 14 líneas de metro circulan con casi normalidad, y se ha suprimido el 20% de los autobuses. El transporte urbano también está fuertemente perturbado en otras grandes ciudades.
El Ejecutivo pide un esfuerzo a los ciudadanos
En la rutinaria sesión parlamentaria de control al Gobierno, la reforma de las pensiones fue uno de los principales temas. El ministro de Trabajo, el antiguo socialista Olivier Dussopt, ha defendido la reforma ante las preguntas de la izquierda radical y la ultraderecha.
"Pedimos a los franceses un esfuerzo para que se pueda mantener el actual sistema por repartición", ha aseverado Dussopt, quien lo ha justificado esgrimiendo el envejecimiento de la población: se ha pasado de los tres cotizantes por un jubilado de la década de 1970, al 1,7 de cotizantes de hoy en día.
El Ejecutivo galo ha defendido también la reforma del sistema de pensiones para estar en línea con la UE, pues Francia es uno de los países en los que la edad mínima de jubilación es más baja, con 62 años.
Un argumento desechado por los líderes sindicales. "Cuando hemos trabajado toda la vida, el anhelo es poder vivir de la pensión, y durante más tiempo. Ese es el mensaje de la calle en Francia", lanzó Martínez.
Berger, que es también presidente de la Confederación Europea de los Sindicatos (CES), ha pedido al Gobierno galo que deje de "usar el argumento de Europa" para alargar la vida laboral, ya que la edad real de las jubilaciones en Francia y el resto de la UE es muy parecida.
Continúa la oposición a la reforma
La reforma de las pensiones de Macron comenzó el lunes su tramitación parlamentaria, aunque no cuenta con suficientes apoyos.
El presidente francés dijo este lunes que el cambio es "indispensable cuando nos comparamos en Europa" y para "salvar" el sistema actual por reparto, en el que los asalariados actuales con sus cotizaciones son los que pagan las pensiones de los jubilados actuales.
La reforma, sin embargo, no cuenta con apoyo popular, según las encuestas. En la Asamblea Nacional, los partidos de izquierda, la extrema derecha e incluso algunos diputados conservadores de Los Republicanos se oponen. Macron cuenta precisamente con este último partido para apoyar al suyo y poder aprobar la ley.