Los profesionales de la sanidad, en datos: de la fuga de médicos de familia al riesgo de colapso en 2027
- La atención primaria afronta el futuro saturada de trabajo y con la incertidumbre del envejecimiento de su plantilla
- Sanidad calcula que en cuatro años habrá un déficit global de unos 9.000 médicos, sobre todo en medicina familiar y comunitaria
En España faltan médicos porque no todos están donde hace falta. La medicina Mientras la primera todavía atrae a nuevos profesionales que buscan impulsar su carrera, la segunda languidece asfixiada por la carga de trabajo y denuncia su abandono por parte de las instituciones. En el actual escenario de escasez de profesionales, los expertos señalan que 2027 será un punto de inflexión para la sanidad pública y reclaman que las plantillas se actualicen para evitar el colapso.
A las necesidades del sistema a corto plazo, acrecentadas por la tensión que ha provocado la pandemia, se suma que en cuatro años habrá un déficit global de unos 9.000 médicos. Es la principal conclusión del último informe de necesidades de especialistas médicos del Ministerio de Sanidad, que destaca la falta de médicos en medicina familiar y comunitaria. Especialidades como anestesiología y reanimación, geriatría, psiquiatría y radiodiagnóstico también sufren escasez de profesionales, según una encuesta realizada en junio de 2021 entre profesionales de la sanidad.
Según datos de la Organización Médica Colegial (OMC), en España existen unos 270.000 médicos colegiados, de los que 136.000 trabajan en el sistema público. De ellos, aproximadamente una tercera parte desarrolla su labor en atención primaria, unos 42.000, que se enfrentan a un futuro más que incierto debido al problema generacional que se cierne sobre ellos. Dos terceras partes tienen más de 50 años, y solo el 14% tiene menos de 40 años.
Fuga de médicos de familia
"En estos momentos, en España existe una sensación de malestar muy importante entre los profesionales médicos porque hay una sobrecarga asistencial enorme", asegura a RTVE.es Manuela García, vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), el órgano directivo máximo de la OMC.
La segunda desazón, apunta García, es fundamentalmente por la calidad que pueden prestar: "Cuando estás viendo a 30 o 40 pacientes al día, acabas agotado y con la preocupación de la praxis, de que se te escape algo, y te vas a casa con malestar, que creo que es la principal sensación que tienen los médicos en el momento actual".
Esta presión asistencial ha derivado en una fuga de médicos de familia que provoca una competencia feroz a tres niveles: con el sector hospitalario -muchos médicos de familia optan por dedicarse a la urgencia en hospitales-, entre las propias regiones españolas -que luchan por atraer a médicos de familia de otras comunidades autónomas- y con otros países europeos -cuyos salarios duplican e incluso triplican a los españoles, además de que la carga de trabajo es significativamente menor-.
Desajuste de plantillas y temporalidad elevada
Para Manuela García, cualquier solución pasa por la adecuación de las plantillas, algo que "realmente no se ha hecho desde hace tiempo". "Por otro lado, crónicamente ha existido siempre una calidad de empleo bastante precaria. Muchos de nuestros compañeros se han pasado ocho, nueve o diez años con un papel que ponía interino o temporal, después de una formación de 14 años. Y todo esto hace que se produzca una tormenta perfecta en la situación actual", asegura la vicepresidenta segunda de la OMC.
Así, la elevada temporalidad tampoco ayuda a que la atención primaria resulte atractiva para los profesionales recién titulados. Más de la mitad de los profesionales sanitarios de atención primaria y especializada son temporales, una tendencia que se manifiesta sobre todo en las mujeres. La comunidad autónoma que más temporalidad tiene es Cataluña, con un 63% de profesionales sanitarios que no son fijos, mientras que en el otro extremo se sitúa Aragón, con un 17,2%, según el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas.
Sin embargo, según los últimos datos aportados por el Ministerio de Sanidad, que recopila la información sanitaria que le envían puntualmente las comunidades autónomas, la plantilla de médicos de atención primaria ha crecido un 1,32% entre 2011 y 2021, aunque con grandes diferencias entre las autonomías. En este periodo, los médicos de familia en la Comunidad Valenciana han aumentado casi un 10%, mientras que en Extremadura lo han hecho un 8%. Aragón, Canarias y Cataluña tenían en 2021 el mismo número de médicos por habitante que en 2011. Otras comunidades y ciudades autónomas como Melilla (-9,7%), Baleares (-6,3%), Ceuta (-1,5%), Madrid (-1,4%), País Vasco (-1,3%), y La Rioja (-1,2%) han perdido facultativos en el mismo intervalo de tiempo.
En cuanto a enfermería de atención primaria, las plantillas han crecido un 4,8% entre 2011 y 2021 a nivel nacional. De nuevo, las diferencias entre comunidades autónomas son muy acusadas, ya que mientras que algunas pierden enfermeras, otras como La Rioja han experimentado un incremento del 34,7%. Además, otras seis autonomías tienen un crecimiento superior al 10% (Aragón, Canarias, Asturias, Navarra, Galicia y Comunitat Valenciana). En el lado opuesto de la tabla Melilla (-4,7%), Cantabria (-3%) y Madrid (-1,9%) son las que más enfermeros han perdido.
Carmen Guerrero, portavoz nacional de SATSE, asegura que, según los datos de los que dispone el sindicato de enfermería al que pertenece, la sanidad pública española “necesitaría cerca de 87.000 enfermeras solo para alcanzar la media europea”, contando enfermeras de atención primaria y especializada. “Los contratos siguen siendo precarios, y de hecho sigue habiendo fugas de enfermeras y enfermeros que se van a otros países en busca de unos contratos con mejores condiciones”, explica a RTVE.es.
Según desgrana, en el caso de atención primaria, "en España hay enfermeras que son responsables de hasta un cupo de 2.500 personas, cuando lo recomendable es de 1.200 a 1.500". Aunque la situación es "aún más preocupante" en el caso de las residencias, "porque cada enfermera puede estar al cuidado de hasta 200 personas mayores". En cuanto a los hospitales, "una sola enfermera tiene que llevar hasta 20 o 25 pacientes, cuando lo recomendable serían entre seis y ocho".
Guerrero subraya que existe un "déficit crónico" de profesionales, y que por ello "no hay ninguna solución que no pase por una mayor contratación de enfermeros y enfermeras". Asimismo, insiste en que "invertir en enfermeras supone prevenir las enfermedades y promocionar la salud, lo que a medio y largo plazo también supone menos gasto sanitario”.
Atención especializada en la España vaciada
En lo relativo a los profesionales sanitarios de atención especializada, las cifras son mejores. Según los últimos datos disponibles, los médicos han crecido en toda España un 12,8% entre 2010 y 2020. En esa década, solo han perdido especialistas Andalucía (-3,2%) y Navarra (-2%). Cantabria es la que más crece, con un 38,2%, seguida por Madrid y Comunitat Valenciana, ambas por encima del 20%. La enfermería especializada aumentó de forma similar, un 17,6% entre 2010 y 2020 a nivel nacional, con Cantabria a la cabeza del crecimiento y Aragón como la única que pierde. Sin embargo, la distribución geográfica de los profesionales es muy heterogénea para algunas especialidades, con diferencias significativas entre ciudades grandes y pequeñas poblaciones o áreas rurales.
El informe de Sanidad sobre el futuro de las plantillas médicas hasta 2035 insiste en mejorar el atractivo de las plazas para solventar las carencias. "Incluso aunque el número global de profesionales disponibles en el país fuera adecuado, no se cubrirían las plazas poco atractivas, salvo que se mejorara su atractivo con incentivos adecuados y potentes, tanto profesionales como económicos", señalan las expertas en Salud Pública de la Universidad de Las Palmas Patricia Barber Pérez y Beatriz González López-Valcárcel. Entre sus propuestas, destaca la inclusión de mejoras sustanciales en los sistemas de recompensa y en el marco jurídico de las relaciones laborales.
Como soluciones a corto plazo, otras medidas pasan por aumentar las plazas MIR convocadas en determinadas especialidades, flexibilizar la edad de jubilación de los médicos y promover la inmigración de especialistas formados en otros países. A largo plazo, “no basta con convocar más plazas MIR u homologar más títulos extranjeros” y las expertas insisten en impulsar un plan de incentivos que potencie una carrera profesional más atractiva en especialidades como la atención primaria, donde se detecta una huida hacia urgencias y la red privada.
Por debajo de la media europea en primaria y especializada
Las carencias de las plantillas de profesionales médicos del sistema sanitario en España también se reflejan en una comparativa europea. La tasa de médicos por habitante de 2020 se sitúa por debajo de la media de los países del continente, tanto en la atención primaria (0,91 médicos por cada 1.000 habitantes frente a 1,06) como en la especializada (2,46 frente 2,6).
Aunque es imposible homologar los datos de Eurostat a los recopilados por el Ministerio de Sanidad español, ya que contabilizan grupos de profesionales ligeramente distintos, las cifras de la oficina estadística comunitaria muestran que España está lejos de algunos de sus vecinos más cercanos. Francia tiene 1,40 médicos de atención primaria por cada 1.000 habitantes, aunque redujo profesionales durante el primer año de la pandemia. Por su parte, Alemania cuenta con 1,03 médicos, ligeramente por debajo de la media europea. Ahora bien, Eurostat señala que solo tres países de los que aportaron datos tienen más de 1,5 médicos por cada 1.000 habitantes: Irlanda, Países Bajos y Portugal.
Nuestros vecinos lusos mantienen una tasa superior a 2,5 médicos por cada 1.000 personas tanto en la atención primaria como en la especializada, mientras que la media del continente se sitúa en 2,6 profesionales. El podio en este grupo es para Bulgaria, Lituania y Alemania, con más de 3,4 médicos por cada 1.000 personas.