El FMI eleva hasta el 2,9% el crecimiento mundial para 2023 y descarta una recesión en Alemania e Italia
- En su anterior estimación pronosticaba que ambos países cerrarían con caídas del 0,3% y del 0,2%
- Rebaja a su vez el impacto de la inflación, que disminuirá del 8,8% en 2022 al 6,6% en 2023
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado las perspectivas mundiales este año gracias a la "mayor resiliencia" en algunas economías. Así, ha elevado hasta el 2,9% la previsión de crecimiento de la economía mundial en 2023, una estimación dos décimas superior a la de octubre; y al mismo tiempo ha descartado que se produzca una recesión en países como Alemania o Italia, que crecerán ahora un 0,1% y un 0,6%, respectivamente (frente a la caída del 0,3% y del 0,2% pronosticada entonces). En el caso de España, la proyección se mantiene en el 1,1 %.
Así se recoge en su actualización de perspectivas de la economía mundial, publicadas este martes, donde el organismo con sede en Washington rebaja a su vez el impacto de la inflación, que disminuirá del 8,8% en 2022 al 6,6% en 2023, niveles aún superiores a los observados antes de la pandemia, cuando se situó alrededor de 3,5%.
Con todo, el FMI encara con más optimismo el nuevo año, aunque advierte de que el aumento de las tasas de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra en Ucrania seguirán lastrando el crecimiento. Su previsión es que el PIB mundial cierre en el 3,4 % en 2022, para posteriormente bajar al 2,9 % en 2023 y repuntar hasta el 3,1 % en 2024. Pese a evitar la recesión, es una cifra casi un punto inferior a la media histórica de las últimas dos décadas (3,8 %), recalca el organismo.
El crecimiento descenderá en el 90 % de las economías avanzadas...
Las más afectadas serán las economías avanzadas, en las que se espera que el crecimiento descienda "marcadamente" del 2,7% en 2022 a 1,2% en 2023, para después repuntar a 1,4% en 2024, con una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales en 2024. "Se proyecta que en alrededor del 90% de las economías avanzadas el crecimiento disminuya en 2023", apunta en su informe.
Entre ellas, el organismo pronostica que el PIB de Reino Unido caerá un 0,6% este año, después de crecer un 4,4% en 2022, debido "a políticas fiscales y monetarias y a condiciones financieras más restrictivas, y al lastre que supone para los presupuestos de los hogares el nivel aún alto de los precios minoritas de la energía". Ya para el próximo año, el país volverá al terreno positivo con un crecimiento del 0,9%. Por su parte, la descarta en Italia y Alemania, tal como también ratificó el gobierno alemán la pasada semana.
En el caso de la eurozona, el FMI estima que el crecimiento cerrará en el 3,5 % en 2022, descenderá hasta el 0,7 % en 2023 (dos décimas más que en octubre) para entonces repuntar a 1,6% en 2024 (dos décimas menos). Entre otros motivos, lo achaca a "los efectos de los aumentos más rápidos de las tasas por parte del Banco Central Europeo y la erosión de los ingresos reales", si bien apunta que "se ve contrarrestado por los efectos remanentes de los resultados de 2022, los menores precios de la energía al por mayor y nuevos anuncios de que se apuntalará el poder adquisitivo con controles de precios de la energía y transferencias monetarias".
Por último, Estados Unidos cerrará 2022 con una subida del PIB 2%, que bajará hasta el 1,4% en 2023 y hasta el 1% en 2024. "Se observa una revisión al alza de 0,4 puntos en 2023, debido a los efectos de arrastre de la resiliencia de la demanda interna en 2022, pero una revisión a la baja de 0,2 puntos en 2024 debido a la trayectoria más empinada de las subidas de las tasas de la Reserva Federal, que alcanzarán un máximo de aproximadamente 5,1% en 2023", afirma.
...y aumentará en las economías emergentes y en desarrollo
Por contra, para las economías de mercados emergentes y en desarrollo se proyecta que el crecimiento aumente moderadamente, de 3,9% en 2022 a 4,0% en 2023 y 4,2% en 2024, con una revisión al alza de tres décimas para 2023 y una a la baja de una décima para 2024. En este caso, destaca China, cuyo crecimiento se prevé que se reactive en 2023 gracias a la plena reapertura de sus fronteras tras tres años de aislamiento.
En concreto, el país asiático cerrará con un crecimiento del 3 % en 2022, para repuntar con fuerza un 5,2 % en 2023 (ocho décimas más que en su anterior estimación) y quedarse en el 4,5 % en 2024 (sin cambios). Según el FMI, y de acuerdo a los datos de 2022, es la primera vez en más de 40 años que el crecimiento de China se sitúa por debajo de la media mundial.
No obstante, advierte el organismo que dirige Kristalina Georgieva, aproximadamente la mitad de las economías de mercados emergentes y en desarrollo presentan un menor crecimiento en 2023 que en 2022. Sobre todo en América Latina y en el Caribe, donde se proyecta que el crecimiento disminuya de 3,9% en 2022 a 1,8% en 2023; pero también en Oriente Medio y Asia Central, cuyo PIB pasará de aumentar un 5,3% en 2022 a un 3,2% en 2023. En este último caso, la rebaja para 2023 refleja sobre todo la menor producción de petróleo.
La inflación disminuirá hasta el 6,6% en 2023
En lo que respecta a la inflación, el FMI pronostica que bajará en 2023 en ocho de cada diez países: pasará del 8,8% en 2022 hasta el 6,6% en 2023 y al 4,3% en 2024. "La desinflación proyectada obedece en parte a la disminución de los precios internacionales de los combustibles y las materias primas debido a una demanda mundial más floja", así como "al endurecimiento de la política monetaria que ejerce un efecto de enfriamiento", explica el organismo.
Aun así, el proceso de desinflación tomará tiempo: se proyecta que para 2024 los niveles medios de la inflación anual general y subyacente aún se situarán por encima de los niveles previos a la pandemia en el 82% y el 86% de las economías, respectivamente. En las economías avanzadas disminuirá de 7,3% en 2022 al 4,6% en 2023 y 2,6% en 2024; mientras que en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se proyecta que descienda del 9,9% en 2022 al 8,1% en 2023 y 5,5% en 2024.
Con todo, el FMI asegura que los riesgos continúan "inclinados" a la baja y se han moderado desde octubre, coincidiendo con la publicación de su último informe. "Entre los riesgos al alza, son plausibles un impulso más fuerte de la demanda reprimida en numerosas economías o una caída más veloz de la inflación. Y, entre los riesgos a la baja, una evolución sanitaria severa en China podría frenar la recuperación, la guerra de Rusia en Ucrania podría intensificarse y un endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento podría agudizar las tensiones por sobreendeudamiento", concluye el informe.