José de Ribera en el Museo del Greco en Toledo
- El Museo toledano acoge un cuadro del pintor barroco como parte de un acuerdo con el Museo de Bellas Artes de Budapest
- El ‘Santo Tomás’ de Ribera puede verse hasta el 19 de febrero
A pesar del medio siglo de historia que separa los nacimientos de Doménikos Theotokópoulos (Heraklion, 1541) y José de Ribera (Játiva, 1591), una de las obras más tempranas del pintor valenciano podría pertenecer perfectamente al apostolado que cuelga de las paredes del Museo del Greco.
Retratado en tres cuartos y ligeramente girado hacia la izquierda, el ‘Santo Tomás’ de Ribera guarda un parecido especial en formato con los retratos de los apóstoles que El Greco pintó en sus últimos años. Por fecha también coinciden ya que tanto los apostolados como el Santo Tomás fueron pintados en torno a la primera década del siglo XVII. Unas similitudes que son el motivo de este intercambio con el Museo de Bellas Artes de Budapest.
Parecidos pero diferentes
Otro rasgo en común es la preponderancia de la túnica en el cuadro, un detalle muy acorde con la manera de pintar del pintor que se afincó en Toledo. “Además de tener el estilo alargado propio de El Greco, se basa en una figura casi real con un gran naturalismo en el rostro y en la representación de las manos”, nos explica Rosa Becerril, directora de la pinacoteca toledana.
Los dos pintores trabajaron para distintos comitentes. Mientras que El Greco pintaba principalmente para las instituciones y nobleza eclesiásticas, Ribera lo hacía para los virreyes españoles que gobernaban Nápoles, en aquel momento, territorio del Imperio español.
Formación italiana
El hecho de que ambos emigraran de sus respectivos países y se formaran en Italia puede explicar la coincidencia de estilos, pero, aunque ambos pasaron por Roma, existen diferencias. Mientras que el griego fue un gran manierista, José de Ribera estudió en Nápoles y evolucionó del naturalismo al barroco.
“El Greco se forma más en el entorno de la escuela veneciana y está influido por el dibujo de Miguel Ángel“
“El Greco se forma más en el entorno de la escuela veneciana y está influido por el dibujo de Miguel Ángel. Sin embargo, Ribera está más circunscrito a Nápoles y al tenebrismo de Caravaggio”, aclara Becerril.
Tu a Toledo y yo a Budapest
Esta contraprestación se remonta al año 2019 −cuando empezaron las conversaciones− y tal como aseguran desde el Museo del Greco esperan que pueda volver a repetirse. Por su parte, el museo húngaro ha recibido el Retrato de Diego de Covarrubias con el que completa su exposición temporal sobre el pintor cretense comisariada por la historiadora Leticia Ruiz. El intercambio durará hasta el 19 de febrero, momento en el que los dos cuadros regresarán a sus respectivos lugares.