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Birmania

La junta militar de Birmania extiende seis meses el estado de emergencia decretado en el golpe de Estado de 2021

  • La decisión deja en el aire la celebración de elecciones que la junta había prometido para antes de agosto
  • Miles de manifestantes conmemoran el aniversario del golpe con una "protesta silenciosa".

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El líder de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing
El líder de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing

La junta militar birmana ha anunciado este miércoles que alargará otros seis meses el estado de emergencia decretado tras el golpe de Estado que tuvo lugar hace dos años, tal y como ha declarado el presidente en funciones en una reunión de dirigentes retransmitida por la televisión estatal. Mientras tanto, miles de manifestantes conmemoran el aniversario del golpe con una "protesta silenciosa".

La decisión garantiza seis meses más en el poder al líder de la junta, Min Aung Hlaing y crea incertidumbre sobre la celebración de elecciones inicialmente prevista antes del próximo agosto, tal y como prometió la junta militar tras el golpe del 1 de febrero de 2021. Hlaing ha dicho que los comicios deben celebrarse "como desea el pueblo", sin embargo, no pueden tener lugar mientras continue el estado de emergencia.

Aunque la Constitución del país establece en dos años el límite al estado de emergencia, Hlaing ya había manifestado en un discurso televisado el martes que buscaba una forma de ampliarlo. El militar ha defendido como pretexto que el país continúa acechado por "actos de terror", ya que la carta magna solo permite su extensión en tiempos "extraordinarios".

"Aunque según la sección 425 de la Constitución, (el estado de emergencia) sólo puede concederse dos veces, la situación actual se encuentra en circunstancias inusuales y es conveniente prorrogarlo una vez más de seis meses", ha dicho el presidente en funciones, Myint Sw,e en la reunión retransmitida por el canal MRTV.

Protesta "silenciosa" en el aniversario del golpe

La falta de apoyos al actual régimen se ha visto reflejada en forma de "protesta silenciosa" en las principales ciudades del país, incluida la más grande, Rangún, donde los ciudadanos se han quedado en casa dejando las principales calles prácticamente vacías.

Esta forma de protesta ya se utilizó al año pasado en el primer aniversario del golpe con un seguimiento masivo, pese a que las autoridades amenazaron a la población con arrestos si participaba en el movimiento.

Asimismo, manifestantes y líderes civiles en el exilio se han comprometido a poner fin a lo que calificaron de "toma ilegal de poder" por parte del ejército. Cientos de partidarios de la democracia también han protagonizado movilizaciones en Tailandia y Filipinas.

En los últimos dos años, las fuerzas de seguridad birmanas han matado a más de 2.900 civiles y cerca de 13.800 permanecen retenidas, entre ellas, la derrocada líder Aung San Suu Kyi, según los datos de la oenegé local Asociación para la Asistencia de Presos Políticos