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Radiografía de la Sanidad | Déficit en la atención médica

Más de 100 kilómetros para ver a un especialista: los 'puntos negros' en la sanidad española

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La cuarta parte de los hospitales públicos de España se concentran en Madrid y Cataluña.
La cuarta parte de los hospitales públicos de España se concentran en Madrid y Cataluña.

Más de 100 kilómetros separan a las subcomarcas salmantinas del Campo de Robledo y el Rebollar del Hospital Universitario de Salamanca. Son una decena de municipios cuyos habitantes a menudo tienen que recorrer esa distancia para ver al dermatólogo, al endocrino, al traumatólogo… y muchas otras especialidades de una sanidad pública universal por derecho, pero cuyo acceso varía mucho en función de la geografía.

"Si hay que ir a consulta de alguna especialidad, muchos no tienen más remedio que alquilar un taxi", explica a DatosRTVE Tomás Acosta, vecino de Navasfrías, uno de esos municipios. "Realmente es una odisea".

El interior de España está lleno de 'agujeros' en el acceso a la sanidad. Lo evidencia el siguiente mapa, donde se muestra la red hospitalaria pública española con el detalle de las especialidades disponibles en cada centro. Y lo denuncian desde hace años las voces de la España vaciada: a medida que disminuye la población se reducen los servicios básicos, desde la educación hasta el transporte, pasando por el acceso a internet y, por supuesto, la sanidad, muy precarizada en la atención primaria de los municipios rurales.

Según el último catálogo del Ministerio de Sanidad, España tiene 421 hospitales públicos.

La cuarta parte de ellos están en Madrid y Barcelona, que también tienen la mayor acumulación de centros de referencia para el sistema.

Un primer vistazo al mapa permite comprobar la dispersión sanitaria en el interior de la península. Los centros hospitalarios se concentran por lo general en las capitales de provincia. Una situación que supone desplazamientos de decenas de kilómetros para muchas comunidades rurales.

Para especialidades como dermatología, Navasfrías y otros municipios de Campo de Robledo y el Rebollar están a más de 100 kilómetros del Hospital Universitario de Salamanca.

Las fronteras administrativas y la proximidad geográfica

Las complicaciones se ven sobre el mapa, con datos de todas las especialidades disponibles -información a 2020 obtenida por DatosRTVE a través del Portal de Transparencia- en cada centro público incluido en el Catálogo Nacional de Hospitales. Más de la mitad de los habitantes de Zamora, Soria, Ávila, Cáceres, Lugo, Teruel, Cuenca y algunas islas de Canarias están a más de 15 minutos de un hospital, según Eurostat.

Un ejemplo: buscar al logopeda más cercano a Ágreda u otro de los municipios sorianos ubicados en la zona limítrofe entre Castilla y León, Aragón y La Rioja. En este caso, la confluencia de estas tres comunidades autónomas genera una paradoja para los vecinos de la zona: el hospital que les corresponde en Burgos o Soria capital está más lejos que otros situados en capitales de otras comunidades, como Logroño o Zaragoza.

Escarmentado por los largos viajes a Burgos para el tratamiento del cáncer de mama de su mujer, José María no se lo pensó dos veces cuando a su madre le dio un ictus. Este agredeño de 65 años dice que no estaba dispuesto "a peregrinar" por carreteras nacionales hasta el hospital de Castilla y León al que la llevase la ambulancia y utilizó su propio coche para recorrer los 100 kilómetros de autopista que les separan de Zaragoza para que la atendieran de urgencia. "Está más lejos, pero se llega antes. Además, allí tengo casa y a tres de mis hijos, mientras que en Burgos habría tenido que pagar un hotel", justifica en conversación telefónica con DatosRTVE.

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Para este vecino, la solución no pasa tanto por abrir más hospitales en la región como por eliminar las fronteras administrativas. "Estamos a siete kilómetros del límite con Aragón y lo que queremos es libertad para poder ir al hospital allí donde tenemos familia y amigos", reclama José María. En algunos casos, este problema se solventa con acuerdos de colaboración sanitaria entre comunidades que permiten priorizar la geografía frente a la división administrativa.

Desde el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, explican que Soria y Zaragoza cuentan desde 2008 con un acuerdo para resolver estos problemas en las zonas básicas de Salud de Ágreda, Ólvega y Arcos de Jalón. Los vecinos de las áreas colindantes pueden acceder a los servicios sanitarios de ambas regiones. La colaboración se produce en el ámbito asistencial sanitario, la atención primaria y especializada y las urgencias.

Sin cita con el alergólogo en Baleares

La protección de la salud "en condiciones de igualdad efectiva en todo el territorio" es un derecho que subraya la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. Como denuncian repetidamente pacientes y profesionales, en la práctica el desarrollo del principio constitucional de igualdad se traduce de manera desigual en el mapa.

En los medios abundan los ejemplos. "Si te pasa algo y tienes suerte, te vas al hospital a Alcañiz, a 60 kilómetros; y si no tienes suerte, te mueres por el camino", le contaba a Público un vecino de Oliete, en Teruel. Como recoge el diario digital Salamanca24horas, tras un accidente en la Plaza Mayor de Navasfrías, dos jóvenes son trasladados al Hospital Universitario de Salamanca, a más de 130 kilómetros.

Fernando, apicultor balear alérgico a las picaduras de insectos, le relataba al diario El Mundo las dificultades hasta que pudo costearse una consulta privada con el alergólogo: "En la sanidad pública me reparaban la urgencia cuando tenía una reacción, pero nada más que eso".

A finales de 2017, los medios locales se hacían eco de un hito: la llegada de un especialista en alergología a la sanidad pública balear. "Ahora sí que tenemos disponibilidad de derivar, pero solo tenemos un servicio de alergología de referencia para todas las islas", expone la doctora Lucia Gorreto, presidenta de la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria.

Mientras, en otros casos las carencias se deben al éxodo de los profesionales -el elevado precio del alquiler es uno de los motivos que han convertido a las islas en un "lugar de paso" para el personal médico-, el de la alergología ha sido un agujero histórico en los servicios sanitarios del archipiélago parcheado con profesionales de otras especialidades. "Dependiendo un poco de la patología de la que se trataba, se acababa derivando al especialista hospitalario que pensábamos que podía solucionar mejor el problema: al otorrino, dermatólogo, inmunólogo...", recuerda Gorreto.

Pero la celebrada llegada del alergólogo al Hospital Universitario Son Espases, en Palma de Mallorca, no ha supuesto una gran diferencia en la oferta médica balear. Al buscar esta especialidad en el mapa, no hay respuesta. Aunque cuentan con un especialista al que derivar algunos casos, el archipiélago sigue siendo la única comunidad sin alergología en su cartera de servicios públicos.

"Esta injusta situación va en contra de la equidad e incumple la Ley de cohesión y calidad del SNS, por la que se establece la obligación de garantizar las prestaciones sanitarias en condiciones de igualdad efectiva en todo el territorio nacional", criticaba el doctor Antonio Valero, presidente de la SEAIC, en un comunicado reciente de la organización que denunciaba "un déficit de alergólogos que sitúa a los pacientes alérgicos de Baleares como ciudadanos de segunda".

Hasta la fecha, un residente balear no encuentra una opción pública en todo el archipiélago. Las alternativas se limitan a pagar -si le es posible- a un especialista privado o a ser derivado a un centro peninsular.

Algo parecido sucede con la geriatría en Andalucía, la única comunidad autónoma junto a Ceuta y Melilla -tras una incorporación progresiva en el territorio español, País Vasco la incluyó en 2021- que no reconoce esta especialidad como parte de la oferta de sus hospitales públicos. "Se trata de una urgencia y una cuestión de justicia para las personas mayores", señalaba la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología en una carta a los partidos políticos concurrentes a las elecciones andaluzas de junio del año pasado.

Y aunque en las Islas Canarias no se observan insuficiencias de la misma magnitud los ‘puntos negros’ de la sanidad también son destacados. Ocurre cuando un habitante de Lanzarote necesita ser atendido por un especialista en determinados cuidados pediátricos o reproducción asistida: la atención pública más cercana está en el Complejo Hospitalario Universitario Materno Infantil de Las Palmas.


Las capitales acaparan los recursos

"No se puede tratar de manera diferente a los ciudadanos según el lugar en el que viven", alertaba en 2019 el Defensor del Pueblo. Y, sin embargo, los 'agujeros' de la atención médica en la geografía española siguen siendo innegables.

Las capitales de provincia concentran los recursos en mayor proporción que las zonas rurales, aunque eso no impide que tengan carencias. Cuenca, que hace un mes que se quedó sin cirujano vascular, es también ejemplo de ello: siendo la quinta provincia más extensa de España, solo cuenta con un hospital en su capital provincial. Y no dispone de todas las especialidades.

Soraya (nombre ficticio) es MIR en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. Considera que los servicios están bien dimensionados para la provincia y explica que los traslados necesarios se hacen casi siempre dentro de la comunidad: "A Madrid se derivan muy pocos casos: cuestiones de enfermedades genéticas o casos pediátricos que llevan en el Niño Jesús. Pero no suelen ser urgencias, sino consultas", aclara. Pediatría, cirugía cardiotorácica, reumatología o UCI pediátrica son, a su juicio, algunas de las necesidades a cubrir.


Una distribución desigual que se nota, también, en la ubicación de los centros de referencia, punta de lanza de los servicios de alta especialización que concentran a profesionales experimentados y de alto nivel para mejorar la atención de patologías y procedimientos complejos. Casi la mitad se concentra en Madrid y Barcelona, mientras que otras zonas -Cuenca y otras provincias castellanomanchegas, pero también otras castellanoleonesas, las dos extremeñas, Teruel o Jaén- no son sede de un hospital de referencia en ninguna patología.

Esta relación de centros altamente especializados es solo una muestra más de los 'puntos negros' que existen en la atención sanitaria a lo largo del territorio español. Una brecha en el sistema que, lejos de cerrarse, amenaza con continuar distanciando a muchos ciudadanos de un servicio tan básico como la sanidad pública.

Sobre esta información

Para la elaboración de esta información, se ha calculado la distancia en línea recta desde el centro matemático del perímetro de cada municipio hasta el hospital más cercano. Los cálculos se han realizado utilizando la ley de los cosenos, que mide la distancia más corta entre dos puntos asumiendo una tierra completamente esférica e ignorando el efecto elipsoidal. Se ha tenido en cuenta el hecho de que las competencias de Sanidad están transferidas a las comunidades autónomas, de modo que la búsqueda del centro más cercano se ha acotado a los que están dentro de este ámbito geográfico (aunque, como se recoge en el texto, en la práctica existen conciertos puntuales que permiten a los ciudadanos ir a centros fuera de su comunidad).