Llop acusa a Igualdad de "confundir" con la ley 'sí es sí' y Montero cree que su propuesta vuelve al "calvario probatorio"
- Llop dice que probar que hubo violencia es "muy sencillo" con una sola "herida", algo que ha provocado las críticas en Podemos
- La ministra de Justicia defiende la propuesta del PSOE: "No es de recibo que salga más barato una agresión sexual que robar"
Sigue el enfrentamiento entre PSOE y Unidas Podemos y también entre los Ministerios de Justicia e Igualdad a cuenta de la reforma de la ley 'solo sí es sí'. La Ministra de Justicia, Pilar Llop, ha defendido la propuesta del PSOE y ha acusado a Unidas Podemos intentar "confundir" a la opinión pública con sus argumentos sobre el consentimiento. A su jucio, "no es de recibo" que una agresión sexual salga más "barata" que robar y asegura que probar que ha habido violencia es "muy sencillo" y basta con una "herida", lo que ha provocado las críticas entre los 'morados'. La titular de Igualdad, Irene Montero, ha respondido que su propuesta supone regresar al "calvario probatorio" de las víctimas.
"Hay una cosa que me preocupa. No es de recibo que en nuestro país, que es pionero en la lucha contra la violencia de género, con esta ley se haya producido una rebaja de penas y que salga más barato agredir sexualmente a una mujer con violencia que robar", ha explicado Llop en una entrevista en la Cadena Ser.
La titular de Justicia ha puesto como ejemplo el hecho de que el robo con violencia o intimidación "esté castigado con 2 a 5 años de prisión y la agresión sexual con violencia, con una pena de 1 a 4 años". "¿Desde cuándo vale más la propiedad en nuestro país que la integridad sexual de la persona?", se ha preguntado la ministra.
Llop, que ha hablado horas antes de que Pedro Sánchez haya dicho en el Congreso que es de "sentido común" corregir la ley, ha reconocido que "ha sucedido algo muy grave" con la rebaja de penas y admitido la necesidad de "poner una solución para las víctimas". La ministra ha reconocido que no tiene todos los datos sobre el número de condenas que han sido rebajadas, pero considera que, ante el análisis que han realizado en el ministerio de resoluciones judiciales, se ha visto la necesidad de corregir "unos desajustes".
Llop ha respondido a las críticas que ha recibido la reforma del PSOE por parte del Ministerio de Igualdad y de Unidas Podemos asegurando que "el consentimiento queda absolutamente intacto" y ha criticado que Podemos "pone el foco en algo que no existe" porque se está "está confundiendo a la opinión pública cuando se dice que la víctima tendrá que pasar por el calvario probatorio". Asimismo, ha criticado que se esté "dando una mala imagen de los jueces de nuestro país que están bien formados".
“La víctima tiene muy sencillo probar que hubo violencia sólo con una herida“
Montero y Unidas Podemos niegan que probar la violencia sea "sencillo"
Ha explicado que si hay violencia e intimidación es "muy sencillo" probar una agresión sexual porque "con una herida" se puede demostrar que ha habido violencia, por lo que ya no hará falta que la víctima pruebe que no ha habido consentimiento.
Esta afirmación ha provocado una cascada de críticas desde Unidas Podemos. La última en hablar ha sido Irene Montero, que ha rechazado en los pasillos del Senado ante los medios la propuesta de Justicia porque somete de nuevo a las víctimas a un "calvario probatorio", obligadas a demostrar "las heridas, las marcas de la violencia en el cuerpo". "Que todas las mujeres sepan que sabemos que no es fácil probar la violencia o la intimidación", ha asegurado Montero tras asegurar que la propuesta de Justicia supone "volver al Código Penal de La Manada".
La titular de Igualdad ha reconocido que se está ante un momento "difícil" porque la reforma propuesta por los socialistas supone "un posible retroceso en derechos de las mujeres", y ha añadido: "Vamos a trabajar para preservar el consentimiento como centro del Código Penal y para no volver a ese Código Penal de La Manada, basado en la violencia o la intimidación, que suponía que a las mujeres les preguntasen si habían cerrado bien las piernas o si se habían resistido", ha dicho.
La ministra de Derechos Sociales y líder del partido morado, Ione Belarra, se ha preguntado por su parte en Twitter que, si probar la violencia es "tan sencillo", "por qué en 2021, de 4.000 sentencias solo 500 mujeres pudieron probarla". A su juicio, con la reforma del PSOE "otra vez se pone el foco en las mujeres", en cuánto se resisten o en si "cerraron las piernas": "Es el modelo de la manada, no del consentimiento". También el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha respondido a Llop que "no es nada fácil probar una agresión": “Hay muchas bofetadas que no dejan marcas, muchas agresiones físicas no se reflejan en un parte médico, no quedan heridas”.
Igualmente, la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha respondido a la ministra que, cuando dice que "si hay violencia no hay que probar el consentimiento", está "condensando el problema". Considera que la propuesta del PSOE, el "viejo sistema del no", y el de Igualdad, "solo sí es sí", son la "noche y el día".
La ministra de Justicia ha criticado por su parte que la propuesta de Igualdad suponía una "exageración punitiva desproporcionada", algo que, en su opinión, es incoherente con los argumentos de Igualdad que siempre han sostenido que el objetivo de la ley no era punitivo.
Llop cree que hay "margen para el entendimiento"
Llop ha asegurado haber actuado con "absoluta lealtad" y "discreción" hacia la ministra de Igualdad, Irene Montero, durante la negociación de la reforma y considera que aún "hay margen para el entendimiento".
"Intentaremos seguir insistiendo y persuadirles de que es la única opción técnicamente viable para volver a las penas anteriores y que no se produzcan en adelante esos desajustes", ha explicado Llop para quien "es una reforma imprescindible porque hay que adecuar las penas y la única forma era esa".
Pese a la discrepancias entre las dos partes del Gobierno de coalición, Llop no considera que la situación sea irreconciliable. "Cada cual tiene sus posiciones, pero en política siempre hay que acudir al principio de lealtad y nos sentamos en la misma mesa del Consejo de Ministros", ha apuntado. Y ha hecho hincapié en que "éste es un ajuste que hay que hacer, no se tocan modelos, no se toca el consentimiento y lo único que hay que buscar es una vía para que las penas no sean desproporcionadas".