El PSOE no tiene el apoyo cerrado del bloque de investidura y decide no forzar los plazos para reformar el 'solo sí es sí'
- ERC, Más País, Compromís y el PDeCAT han reclamado un texto de consenso y han criticado la "pugna" con este tema
- Desde el PSOE no se descarta que el primer debate para tomar en consideración la propuesta sea la semana del 7 de marzo
El PSOE ha decidido no forzar los plazos para reformar la ley del 'solo sí es sí' al no contar con un apoyo cerrado con los partidos del bloque de investidura, por lo que no llevará a Pleno la modificación de la norma de manera inmediata, según ha podido saber RTVE por fuentes socialistas.
Para ello, desde el PSOE no se descarta que el primer debate para tomar en consideración la propuesta sea la semana del 7 de marzo, lo que implicaría que se llevarían los plazos de tramitación de manera no urgente. Así, con esta vía, la Mesa del Congreso vería la proposición el 14 de febrero, la Junta de Portavoces el 21 de este mismo mes y, finalmente, llegaría al Pleno dos semanas después.
El objetivo, según indican, es conseguir alcanzar un acuerdo y llevar las negociaciones con más tranquilidad, ya que PSOE y Unidas Podemos tienen un margen de al menos una semana antes de que arranque la tramitación parlamentaria.
Mientras tanto, Esquerra, Más País, Compromís y el PDeCAT, algunos de los aliados parlamentarios, han reclamado un texto de consenso y han criticado la "pugna" y el "espectáculo" que ambas formaciones políticas están ofreciendo con este tema.
División en el seno del Ejecutivo
Las discrepancias y la tensión entre los dos partidos por la reforma de la 'ley del solo sí es sí' ha llevado a generar una división en el seno del Ejecutivo, especialmente después de que el PSOE haya registrado en solitario este lunes su proposición sin su socio de coalición, Unidas Podemos, con quien no ha logrado alcanzar un acuerdo tras días de negociaciones y al que le ha parecido "incomprensible" la decisión socialista.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha rechazado de plano la propuesta diseñada por Justicia para reformar la ley porque, a su juicio, somete de nuevo a las víctimas a un "calvario probatorio" a la hora de demostrar si hubo consentimiento o no.
Por contra, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha insistido en que "el consentimiento queda absolutamente intacto" y ha acusado a Unidas Podemos de intentar "confundir" a la opinión pública. A su juicio, "no es de recibo" que una agresión sexual salga más "barata" que robar y asegura que probar que ha habido violencia es "muy sencillo" y basta con una "herida", lo que ha provocado las críticas entre los 'morados'.
Las discrepancias, no obstante, no solo están en el seno del Gobierno. Desde las filas socialistas también se ha mostrado cierto malestar tras las declaraciones de la ministra de Justicia, ya que consideran que sus palabras podrían dar alas a los argumentos del Ministerio dirigido por Irene Montero y desmontar la estrategia del PSOE.
A pesar de no ser capaces de llegar a una propuesta de reforma conjunta en estos momentos, ambos partidos aseguran en público que aún confían en el acuerdo.
"Vamos a hacer lo que hay que hacer, lo que es de sentido común, lo que es correcto", ha asegurado este martes por la mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha señalado que la prioridad es "corregir" la ley y ha apostado por el diálogo entre las distintas fuerzas políticas para "resolver el problema". "La diferencia no es tan grande", ha afirmado, por otro lado, el líder de UP en el Congreso, Jaume Asens.
Los socios de investidura critican la "pugna" y el "espectáculo"
En este contexto, los aliados parlamentarios del gobierno de coalición han pedido un acuerdo y han criticado "el ruido mediático" que están ocasionando las discrepancias y el debate sobre la reforma. En una rueda de prensa anterior a la Junta de Portavoces de la Cámara baja, el portavoz parlamentario de Más País, Íñigo Errejón, ha pedido al Gobierno que no haga de este tema un "caballo de batalla" y "traiga una propuesta con acuerdo" que pueda contar con el "mismo apoyo" con el que contó la ley en su tramitación.
En la misma línea se ha expresado el representante de PDeCAT, Genís Boadella, quien ha lamentado que esta reforma llegue "solo de manos del PSOE" y ha criticado el "espectáculo" entre los socios del Gobierno. "Creo que no contribuye a buscar una solución óptima ni a serenar los ánimos", ha declarado.
También el diputado de Compromís, Joan Baldoví, ha criticado la "pugna" de los dos partidos sobre este tema con "mensajes cruzados en los medios" y les ha llamado a poner sobre la mesa un "texto acordado" que no haga a los partidos en el Congreso que apoyaron la norma "ponerse en la tesitura de elegir". "Es evidente de que hay que hacer algo, pero no así", ha indicado.
Los socialistas también han llamado al portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, quien ha indicado que están en proceso de "escucha" y análisis de la propuesta. El diputado catalán ha explicado que la intención de su partido es "no fomentar el ruido" que, a su juicio, se está produciendo en torno a esta norma y tampoco busca ser "parte del problema" para que esta norma pueda ser mejorada.